1. Lindo nombre

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Tn Lowell

Jugué con mi comida con la ayuda de mi tenedor, no había logrado llevar ninguna porción del espagueti a mi boca desde el inicio de la comida.

Tenía mis cejas arqueadas y mis labios de vez en cuando los fruncía. Papá me había quedado mal, otra vez. Me había prometido comer juntos, pero de nuevo tenía demaciado trabajo.

- Tn, ¿qué te pasa? No has tocado tu comida - Sasha habló y fue como si no la escuchara porque no le presté atención -. ¡Tn!

Su voz por fin sonó en mi cabeza y la miré alterada.

- ¿Qué? - dije aludida.

- Andas muy ida el día de hoy, más que otras veces, ¿qué tienes? - sus ojos azules me miraron con inquietud.

- Perdí el apetito es todo - me puse de pie y tomé el plato aún con comida -. Lo llevaré a la cocina, tengo que irme. Patrik pasará por mi en un rato.

Antes de dar el primer paso para alejarme, las manos de Sasha tomaron mis muñecas y me obligó a inclinarme, dejando el plato cerca de ella.

- Déjalo aquí, no podemos desperdiciar comida - dijo con la boca llena de pan.

Solté una risa y Sasha me correspondió al segundo siguiente, me dió un empujón y rió más alto.

- Ve con Patrik, no quiero escuchar sus quejas fuera de mi casa. Andando.

- Te veo mañana en el colegio, adiós - le lancé un beso y salí casi corriendo a la entrada de la casa de mi amiga.

Mi teléfono no paraba de sonar y vibrar en todo el camino hacia la puerta. Cuando salí ví el auto de Patrik estacionado enfrente del jardín.

Llegué hasta él, abrí la puerta del copiloto y me adentré al auto.

- Hola, cielo - dijo con voz dulce, tomó mi mejilla y me atrajo hacia su boca.

Le dí un beso casto y después me separé, no me gustaban este tipo de muestras de afecto en dónde estábamos a los ojos de todo el mundo.

- Hola, ¿a dónde iremos? - pregunté y me puse el cinturón de seguridad.

- Pues tenía pensado...

Calló cuando me quejé por el molesto ruido que emitía mi celular, los mensajes y llamadas perdidas no dejaban de llegar. Miró por el rabillo del ojo la pantalla y después aceleró el auto.

- ¿Por qué no contestas? ¿Quien es? - cuestionó mi novio sin una pizca de gracia.

- Es papá, lleva mandando mensajes desde hace media hora. Solo lo apagaré y problema resuelto - dejé de mirarlo y después apagué por completo mi celular.

- Debe estar preocupado, deberías responderle aún que sea un mensaje - insistió mi novio a un lado de mi.

- Ya lo hice, le dije que estaba con Sasha comiendo.

- Estás enojada, ¿cierto?

- No.

Me escaneó con la mirada y me mordí el labio inferior.

- ¿Qué fue lo que pasó?

Solté un suspiro y dejé caer la cabeza contra el respaldo del asiento.

- Me prometió que ahora comeríamos juntos, lo fuí a buscar a su oficina y estaba en una junta. Ya es la quinta vez que hace esto - recité sin buen humor -. Y ahorita como siempre solo llama para pedir perdón. A veces pienso que ni lo siente.

Juntos en esta realidad [PARTE 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora