13. No me sueltes

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Tn Lowell

- Al fin llegamos, mi culo me estaba comenzado a doler - me quejé y bajé del auto emocionada, escuchando a lo lejos la risa de Aidan por mi comentario.

Llegué al frente de la pequeña cabaña en medio del bosque y me quedé mirándola desde afuera, el lugar, los árboles, todo lo que mis ojos pudieran observar.

Aidan se posó a un lado de mi y me hizo una seña para que lo acompañara al interior de la cabaña. Yo lo seguí con las manos dentro de mi gabardina y con la nariz ya roja y fria por el horrible frío que hacía.

Mi cuerpo se calentó en cuanto puse el primer pie dentro, solté un gran suspiro y pasaron unos segundos para que me quitara la gabardina de mi cuerpo.

Aidan dejó las mochilas en el sillón y se giró para mirarme.

- Ponte eso, saldremos a explorar.

- ¿Qué dices? ¿Te diste cuenta del frío? - solté en negación.

- Tenemos que aprovechar que todavía es de día para explorar el lugar.

- Prefiero esperar a Sasha.

- Vamos, me a dicho que llegará como en una hora - se acercó a la puerta -. Si quieres quedarte, quédate. Pero me gustaría que me acompañaras.

Abrió la puerta y salió. Me quedé quieta sin hacer ningún movimiento, quería acompañarlo, pero a la vez algo me decía que era mala idea el ir.

Quería esperar a Sasha y juntas explorar.

Pero también quería ir con Aidan.

Y en medio de mi crisis, mi teléfono sonó. Lo saqué de mi pantalón y observé la pantalla, el mensaje de Sasha brillando.

Sasha: No podré ir, mi padre ocupa mi ayuda con unas cosas de la tienda. Pero diviértanse ustedes dos. Besos.

Algo dentro de mi suspiró, pero la tristeza cayó en mis hombros al saber que mi mejor amiga no me acompañará en esta aventura.

Después de procesar bien el mensaje, caí en cuenta de que me quedaría todo el fin de semana con Aidan, a solas.

Solo nosotros dos.

Apagué el teléfono y salí casi corriendo con la gabardina en mi ante brazo. Llegué corriendo a lado de Aidan que ya llevaba una gran ventaja de camino.

Al llegar a un lado de él respiré hondo tratando de que mis pulmones se llenaran de oxigeno.

Lo miré un poco más calmada y su sonrisa era pequeña y bonita.

- Sasha no vendrá - informé.

- ¿No? ¿Por qué?

- Tiene unos pendientes en la tienda de su padre - respondí -. Solo estaremos nosotros.

La cara que puso fue la misma expresión que hice yo cuando sabía que estaríamos juntos todo un fin de semana.

- Que bien. Así podríamos conocernos mejor.

- Si, mejor.

Jugué con mis manos al momento que un escalofrío recorrió mi cuerpo y creó que mis manos temblaran del frío por lo descubiertas que venían.

La noche empezaba a caer y el frío poco a poco se sentía más.

Ví como Aidan comenzó a caminar alejándose de mi y comenzando a perderse dentro del bosque.

Yo por inercia lo perseguí porque no quería estar ahí sola en la oscuridad.

Caminé a pasados rápidos pero Aidan era muchos más rápido que yo, así que en tan solo unos segundos no logré verlo más. Me detuve y miré a todos lados esperando ver al pelinegro, pero todo lo que mis ojos vieron fueron árboles.

- Aidan - hablé.

Lo único que se escuchaba eran las hojas moviéndose por el aire y olvidé por completo el frío.

- ¡Aidan! - grité con miedo -. ¡Te juro que si no sales me iré! - amenacé con voz temblorosa. - Si tan solo encuentro el camino.

Observé por todos lados y olvidé por dónde había llegado. Con miedo, con frío y perdida. El trío perfecto.

Y de repente unos brazos tomaron mi cintura en un apretón y me atrajeron hacia su cuerpo.

- ¡Buuu! - gritó cerca de mi oído.

- ¡AHHHH! - me solté y lo primero que mi cerebro quiso hacer fue golpear el hombro de Aidan -. ¿Estás loco? Casi me matas del susto, idiota.

- A la próxima corre más rápido - soltó alegre.

- A la próxima canina menos rápido - ladré de mala gana aún con el corazón acelerado.

- Ya, perdón. ¿Vienes? - extendió su mano hacia mi y yo como una niña pequeña me crucé de brazos. - Vamos, te llevaré de la mano está vez.

Miré su palma y aún enojada la tomé.

- No me sueltes ésta vez - advertí.

- Jamás lo haría - aseguró con una pequeña sonrisa y comenzamos a caminar.

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Hasta aquí el capítulo.

Perdón por tardar, pero no e tenido ideas ni ganas de escribir. Pero les prometo que ahora así ya actualizaré más rápido.

¿Cómo les parecío?

Nos vemos en el siguiente

Con amor, Esme.

Los amo.

Juntos en esta realidad [PARTE 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora