33. El regalo

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TN Lowell

Ya era navidad.

Y faltaban menos de 15 minutos para que fueran las 12:00 de la noche.

Los tres nos miramos alternadamente esperando a ver quién decía la primera palabra.

La cena la hicimos en mi casa, en aquella mesa que compartía con mis dos personas favoritas: mis padres. Y que ahora compartí con dos personas muy importantes en mi vida; Aidan y Sasha.

Sasha se puso de pie y exclamó:

- Ya casi es hora. Mi parte favorita, los regalos.

- Y no creas que se me olvidó tu regalo - me incorporé y llegué a un cajón cerca de la mesa, lo abrí y extraje de él una caja de regalo.

- ¡Si!

- Ábrelo - se lo extendí cuando llegué con ella.

Sasha lo tomó alegre y comenzó a romper la envoltura. Cuando se deshizo por completo de ella pegó un grito ahogado.

- ¿Te gusta?

- Me encanta - dió varios saltos y se lo mostró a Aidan con entusiasmo para que apreciara su regalo.

- ¿Barras de chocolates?

- Las mejores barras de chocolate, son de Bélgica.

- El chocolate le fascina, pero solo si es en barra - le aclaré a Aidan.

- Oh.

- Te lo agradezco - me abrazó tiernamente y yo lo correspondí. Cuando nos separamos ella extrajo de su bolso una caja y me la entregó -. Ábrelo.

La tomé gustosa y abrí la caja de cartón con cuidado, cuando mis ojos miraron el exterior paraceia que había otra caja dentro de la caja. Hundí las cejas y saqué lo que contenía, la "caja" tenía forma de nube pero estaba algo ancha al igual que oscura.

Volví mi vista a Sasha sin entender nada.

Ella acercó su dedo a un pequeño botón y lo presionó.

El interior de la nube brilló y lo que contenía detrás de un cristal me hizo llorar. En la base de la caja había flores regadas de todo tipo, y justo en medio una banca vacía, seguí mi vista y en la superficie al fondo una luna estaba pintada, era el escenario en el que Cinco y yo nos veíamos.

Era nuestro lugar.

Era el jardín del cielo.

Las luces hacían que se viera de noche con la luna brillando como solía hacerlo y las flores regadas en el suelo era justo como solían estar.

Miré a Sasha con los ojos aguados y mi nariz roja a este punto.

- Ven aquí, niña - alzó los brazos al aire y me llamó. Dí un paso a delante y recargué mi cabeza en su pecho, dejando que sus brazos me envolvieran -. No creí que llorarías con este regalo.

- Es el mejor.

- Lo sé. Sabía que te gustaría - susurró.

Juntos en esta realidad [PARTE 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora