Capítulo 7: El demonio en el bosque (II)

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Tolya, Tamar, Nikolai y Aleksander llegaron a una cabaña rodeada de árboles. Estaba construida de madera. Se veía a simple vista que era antigua y había sido reformada varias veces. Daba la sensación de soledad dado que no había nada que la iluminara desde el interior. Aleksander entró en la casa seguido de Tolya y Tamar que sujetaban a Nikolai.

- Ponedlo encima de esa mesa. - exigió Aleksander a los hermanos.

Nikolai se quejaba de dolor. Aleksander entró en la cocina para coger agua, una pastilla de jabón, dos trapos limpios, una aguja e hilo. Le entregó un trapo a Tolya para que pudiera quitarle el ungüento que Aleksander le había puesto en el bosque. Nikolai dejó de quejarse.

- ¡No respira! - dijo Tamar alarmada.

- Bombea su corazón. - dijo rápidamente Aleksander mientras encendía alguna vela.

- ¿Cómo se supone que debo hacer eso? - gritó.

- ¿Sabes estrujar un corazón pero no bombearlo? - preguntó Aleksander confuso.

- Si estoy desarmada, primero estrujo y luego pregunto. - afirmó Tamar-. Además, yo no he estudiado en vuestra academia de brujos. - dijo con burla.

- El principio es el mismo. Agarra su corazón, pero en vez de querer aplastarlo, siéntelo y acompáñalo con los latidos de tu corazón. - dijo evadiendo el insulto que para él representaba.

Tamar lo miró. Se notaban los años de experiencia. Ignoró todo lo que se le pasó por la cabeza en ese momento e intentó concentrarse en Nikolai. Levantó las manos y agarró el corazón del Rey de Ravka. Cerró los ojos y prestó atención a sus latidos que marcaban un ritmo acompasado. Sus manos siguieron el compás y se lo transmitieron al corazón de Nikolai que empezó a bombear débilmente.

- ¡Lo tengo! - gritó emocionada Tamar.

- Bien. Mantenlo. - le dijo Aleksander.

Tolya llevaba un rato quitándole el ungüento verde que tenía en la herida. Aleksander, en el entretanto, cogió un balde donde echó el agua y la pastilla de jabón. Hundió el trapo dentro, lo estrujó y se lo pasó a Tolya.

- ¿Para qué le has puesto el puñetero ungüento este? - preguntó molesto.

- Crea una película que impide que se infecte la herida. - respondió tranquilo.

- Hum... - Tolya esperaba que no tuviera ninguna utilidad para poder echárselo en cara, pero le sorprendió la respuesta.

Tolya acabó de limpiarle el arañazo. Cogió el hilo y la aguja, y empezó a coser. Aleksander volvió a entrar en la cocina para coger tres vasos y una botella de kvas. Cuando volvió al salón, Tolya ya había acabado de coser y se estaba lavando las manos. Tamar, tras comprobar dos veces que el corazón de Nikolai seguía latiendo sin su ayuda, se dejó caer en el sillón más cercano agotada.

- ¿Por qué estáis aquí? - preguntó Aleksander mientras les entregaba una copa de kvas.

- Supongo que te buscábamos a ti. - Tolya hizo una pausa-. Nikolai se ha estado comportando... diferente. Ahora sabemos por qué. - le miró a los ojos-.

- ¿Cómo sobreviviste? - preguntó Tamar incorporándose en el sillón.

- Deberíais descansar, aunque uno de los dos debería estar despierto por si Nikolai necesita algo. - dijo evitando la pregunta-. Hay comida en la cocina por si tenéis hambre y mantas en ese armario de allí. Buenas noches.

Aleksander se acabó su copa y salió hacia la habitación más alejada de la casa.

- Yo haré la primera guardia. - le dijo Tamar a Tolya.

- Si vuelve a salir, me despiertas. No me fio de él.

Tamar asintió.

A la mañana siguiente, bien temprano, Aleksander salió de su cuarto con una chaqueta puesta y su bandolera. Pasó por delante de Tolya que tenía la mano acariciando su arma mientras le miraba. Nikolai seguía inconsciente tendido sobre la mesa. Tamar le había colocado un cojín y una manta durante la noche.

- Buenos días. - dijo Aleksander mirando la pistola de Tolya.

- ¿Vas a algún lado? - dijo levantando una ceja.

- A ninguno que te importe. - dijo cortante saliendo por la puerta.

Tolya escuchó cómo Aleksander se subía a su caballo y desaparecía.

Al cabo de unas horas, Nikolai despertó. Le dolía bastante la zona de la herida. Tolya le dio un golpe a Tamar quien se despertó cogiendo las espadas y en alerta.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó confundido Nikolai.

- Que sigues vivo. - dijo Tolya.

- ¿Dónde está? - preguntó tocándose la herida.

- Ha salido hace unas horas y todavía no ha vuelto. - contestó Tolya.

- Sácame de aquí... - dijo la Oscuridad.

Nikolai se llevó las manos a la cabeza.

Justo en ese momento apareció Aleksander por la puerta con una bolsa. Nikolai, cogió la pistola de Tolya y apuntó con ella a Aleksander.

- ¡Sácame esto de mí! - le amenazó.

- Sigues estando débil. - le dijo cerrando la puerta sin dar demasiada importancia a la amenaza.

- ¡Me da igual! - accionó el martillo de la pistola.

Sus miradas se cruzaron.

- Siéntate. - le ordenó mientras dejaba la bolsa en el suelo.

Nikolai le devolvió la pistola a Tolya y obedeció. Aleksander se acercó a él.

- Te va a doler. - le advirtió.

- Hazlo.

- Controladle el corazón. - miró a Tolya y a Tamar quienes asintieron con la cabeza y levantaron las manos apuntando a Nikolai.

Aleksander posicionó su mano en el hombro de Nikolai y apretó. Nikolai gimió de dolor. La oscuridad proveniente del Rey de Ravka empezó a salir y entró en el cuerpo del Invocador de las Sombras. Tolya y Tamar notaron que el corazón de Nikolai bombeaba tremendamente rápido. Instantes más tarde, la oscuridad desapareció. Todo quedó en silencio. Se miraron entre ellos.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó Aleksander a Nikolai.

Tolya y Tamar se quedaron expectantes. No sabían qué hacer. ¿Había funcionado? ¿El Oscuro se volvería contra ellos tras recuperar esa parte de oscuridad? No hicieron nada.

- Liberado. - sonrió.

- Genial. - dijo mientras iba a buscar la bolsa que había dejado en el suelo.

- ¿De verdad que estás bien? - preguntó Tamar preocupada.

- Mejor que nunca. - saltó de la mesa y se llevó las manos a la herida gimiendo de dolor-. Vale, igual no tan bien.

Aleksander agarró la bolsa y cogió unas hierbas del interior. Se las tiró a Nikolai.

- Para el dolor. Póntelo en la herida una vez al día.

Acto seguido se dirigió a la cocina.

- Aleksander. - El invocador se quedó pasmado al oír su nombre. Hacía mucho tiempo que no lo oía. Lentamente se dio la vuelta para mirar a Nikolai-. Gracias. - acabó diciendo.

Aleksander asintió con una leve sonrisa.

Seamos eternos juntos [Darklina] [Sombra y Hueso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora