Seamos eternos juntos [Darklina] [Sombra y Hueso]

Capítulo 30: La batalla final (III)

- Estás de broma, ¿no? - comentó Alina tensa.

Aleksander negó en la cabeza al mismo tiempo que se quitaba las botas.

- ¿Tan desesperado está? - se sentó Alina a su lado.

- Tú lo conoces mejor que yo. ¿Se puso también así cuando luchasteis contra el Oscuro? - quiso saber Aleksander.

- No. - negó-. Estábamos desesperados. Vivíamos en los túneles, pero siempre mantuvo una pizca de esperanza y nunca perdió los estribos.

- ¿Y por qué esta guerra es diferente?

- No lo sé.

Los dos se quedaron pensativos.

- Deberíamos dormir. - dijo Alina al cabo de unos minutos de silencio.

Aleksander se quedó mirando a Alina como si fuera la última vez que fuera a verla y antes de que ella pudiera hacer nada, Aleksander la besó con extrema intensidad.

- Aleksander... - frenó ella-. No me va a pasar nada.

- Lo sé. - contestó sin dejar de besarla-. Pero puede que a mí sí. - pensó.

Siguió besando su rostro, su cuerpo, todo su ser con la boca.

Se fundieron en uno. Aleksander cerró los ojos de agotamiento con la imagen del rostro de Alina en su mente.

A la mañana siguiente, volvieron al frente. La batalla empezó con menos intensidad que el día anterior, pero ambos lados siguieron luchando con uñas y dientes. Aleksander se hizo hueco hasta llegar a Gregori.

- Vaya, vaya... - dijo Gregori con tono burlón-. Me han dicho que te has ablandado.

- ¿Ah, sí? Ven que te voy a demostrar lo equivocado que estás.

Gregori sonrió y fue corriendo hacia Aleksander al mismo tiempo que generaba dos orbes de luz. Aleksander juntó sus manos y creó el Corte. Al lanzarlo, impactaron con los dos orbes de Gregori y se desviaron hacia los laterales. Gregori generó un Corte de luz y Aleksander lo esquivó a tiempo.

- ¿Desde cuando esquivas, Oscuro? - Siguió burlándose Gregori.

Aleksander lo ignoró y siguió luchando. Cogió una lanza que estaba clavada en el suelo y se la lanzó a Gregori quien usó su luz para detenerla y devolvérsela. Aleksander la rompió con las Sombras. Varios Drüskelle cargaron contra él y poco a poco se fue librando de todos ellos. Comenzaba a estar cansado y le quedaban pocas energías. Alina luchaba al otro lado del campo. Pero Ivan, ya recuperado gracias a los Sanadores, se unió a Aleksander.

- ¿Qué haces? - preguntó Aleksander jadeando.

- Intentar que no te maten. - contestó aplastando el corazón a dos Grishas enemigos.

- Deberías estar con Fedyor.

- Y tu deberías ser más agradecido. Fedyor está bien y no me necesita.

Ambos lucharon codo con codo.

- Ivan. Estoy a punto de cometer una estupidez. - dijo jadeando.

- Define estupidez. - le exigió mientras se libraba de un lobo.

- Sacar al Oscuro.

Ivan sufrió un escalofrío al oír ese nombre. Al pararse, otro Corporalki le apretó el corazón, pero Aleksander consiguió matarlo antes de que pudiera aplastarlo.

- ¿Estás bien? - preguntó Aleksander al acercarse a él.

Ivan se levantó con furia y le pegó un puñetazo a Aleksander.