Seamos eternos juntos [Darklina] [Sombra y Hueso]

Capítulo 10: Tú me llegaste a conocer mejor

Alina se levantó de un salto.

- ¡Aleksander! - hizo un grito ahogado.

La imagen de Aleksander desapareció antes incluso de que Alina llegara a levantarse del todo. Lo buscó con la mirada por toda la estancia, pero no lo encontró.

- ¿Qué ha pasado? - exigió saber Nikolai.

Todos estaban expectantes.

- ¿Alina? - preguntó Mal acercándose a ella.

- No he podido mantener el enlace. No tengo suficiente poder.

- ¿Qué has visto? - preguntó el Rey de Ravka mientras una cucaracha pasaba a su lado.

- A él. - dijo confusa-. Parecía cansado. Tenía la cara sucia y apenas había luz.

- ¿Qué más? - Nikolai estaba alterado.

- Nada más. - desvió la mirada.

- ¿Qué hacemos ahora? - preguntó Zoya levantando las manos en señal de protesta.

- Iremos al pueblo a ver si alguien sabe qué ha pasado.

- ¿Vas en serio? ¿Y si está fingiendo? No sería la primera vez que miente, ¿no? - protestó Mal.

Genya bajó la cabeza. Seguía sintiéndose culpable.

- No creo. - le contestó Alina-. No creo que estuviera fingiendo.

- ¿Estás segura? - preguntó Mal decepcionado.

Alina asintió. Poco después se dirigieron hacia el pueblo.

El pueblo era pequeño. Las cabañas parecían que podían derrumbarse en cualquier momento. Los habitantes se veían cansados y tristes. Reinaba el silencio en toda la zona y se percataron de que no había niños por ninguna parte.

- ¿Qué ha pasado aquí? - preguntó Genya asustada.

Nikolai entró decidido en la primera taberna que encontró. Zoya le siguió mientras que los demás esperaron fuera. Fueron víctimas de todas las miradas del interior del local mientras Zoya inspeccionaba el lugar. Nikolai se acercó a la barra y pidió dos vasos de kvas.

- ¿Tengo cara de tener kvas berzotas? - dijo malhumorado.

- Ponme lo que tengas. - dijo con una sonrisa. Hacía mucho que nadie le insultaba.

El hombre le puso un brebaje rojo que Nikolai bebió sin vacilar.

- ¿Qué os trae por aquí? - preguntó con curiosidad.

- Estamos buscando a un amigo. - Nikolai lo miró fijamente a los ojos.

Después de unos largos segundos, el tabernero respondió.

- Si pasó por aquí, olvidaos de él. Ya estará muerto.

- ¿De qué estás hablando? - preguntó Nikolai incorporándose.

- Largaos o tendréis problemas. - recogió los vasos.

- Podemos ayudar. - se incorporó hacia el tabernero.

- Nadie puede ayudarnos. - Se dio la vuelta y los hombres que estaban sentados se levantaron cogiendo sus respectivas armas. Zoya levantó las manos, pero Nikolai la paró. La miró, negó con la cabeza y salieron de la taberna.

- ¿Por qué me has parado? - preguntó molesta.

- No tenían ganas de luchar. Están devastados. - le respondió.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó Alina cuando los vio llegar.

- No lo sabemos, pero sea lo que sea, no es nada bueno. - hizo una pausa-. Vamos a buscar un sitio donde quedarnos mientras pensamos qué hacer.