Capítulo 17: La batalla

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Ambos bandos empezaron a correr. Los Inferni del bando enemigo hicieron llamaradas que penetraron entre las filas de Nikolai. La formación empezó a romperse. Zoya desvió un par de llamaradas. Nina estrujó varios corazones a la vez. Alina no quería matar a nadie. Pensó en Aleksander y en lo mucho que deseaba que estuviera allí. Entra en la batalla y gánatelos a todos. Sé la líder que necesitan. Y cuando lo consigas, ven y cuéntamelo, recordó.

- ¡Alina! - gritó Nikolai mientras disparaba al enemigo-. ¡Necesitamos tu luz!

Alina intentó centrarse. Creó un orbe de luz para deslumbrar. Fue en ese momento cuando el ejército de Ravka ganó ventaja en el combate. Los Inferni de Nikolai lanzaban bolas de fuego que detenían sin problema los Agitamareas de Gregori. Empezaron a caer muchos soldados, la mayoría ravkanos. Fedyor e Ivan lucharon espalda contra espalda moviendo las manos.

- ¡Son muy fuertes Ivan! - gritó Fedyor.

- ¡Sigue luchando! - le respondió Ivan con valor.

Una bola de agua cubrió la cabeza de Fedyor cayendo de rodillas. Buscó al invocador. Nina le estrujó el corazón cuando lo localizó a varios metros de distancia provocando que Fedyor pudiera respirar de nuevo. En ese momento, Nina cayó al suelo con una herida de bala en el estómago. Fedyor fue corriendo a socorrerla, pero perdía sangre con mucha rapidez.

- ¡Sanador! - gritó a la desesperada.

Nina perdió el conocimiento. Fedyor recibió un golpe en la cabeza y se desmayó. Ivan seguía luchando. Se desconcentró cuando vio a Fedyor en el suelo. Una bocanada de aire lo lanzó lejos de su posición y se rompió el brazo en la caída. Los Sanadores no daban abasto.

Nikolai estaba lleno de sangre. Alina al borde de sus fuerzas. Tolya y Tamar estaban inmóviles en el suelo. Adrik y Nadia seguían protegiendo a los suyos, pero estaban agotados. Gregori, cuando vio que su ejército estaba ganando la batalla, decidió unirse a ella. Nikolai le apuntó con su fusil. Disparó, pero Gregori se protegió con su luz al mismo tiempo que lanzaba un proyectil hacia el rey, quien cayó de espaldas. Alina se interpuso entre los dos y atacó a Gregori. No fue suficiente. Sus escudos eran más fuertes que los ataques de Alina.

- La Jurda Parem te acabará matando Gregori. - le advirtió Alina.

Gregori se echó a reir.

- ¿Por qué iba a tomar algo que podría matarme? - preguntó con burla.

- ¿Y tu gente tiene que morir? - preguntó Alina indignada.

- Solo morirán si dejan de tomarla. Jamás dejaré que ocurra. A diferencia de ti, yo sé cuidar de mi gente.

Acto seguido, lanzó a Alina por los aires para apartarla de en medio. Volvió a centrarse en Nikolai. El rey de Ravka tenía el arma a pocos centímetros de su mano, pero no llegaba a alcanzarla. Gregori le pisó la mano y se arrodilló a su lado.

- Si vas a matarme, hazlo ya. - le dijo Nikolai.

- La arrogancia de un rey. - sonrió-. Patético. Te avisaron de la Jurda y decidiste atacar. Mira lo que has hecho. - le giró la cabeza para que pudiera ver el campo de batalla lleno de cadáveres y soldados heridos-. Eres una deshonra para Ravka. Nunca debió haber existido una familia real. Sois un auténtico veneno.

- Ravka volverá a nacer, con o sin rey, pero no contigo al mando. - sacó un pequeño puñal y se lo clavó en el costado.

Gregori hizo una mueca de dolor y se lo sacó con cuidado. La herida sanó a los pocos segundos sin rastro alguno de cicatriz. Los ojos de Nikolai se ensancharon.

- Es increíble el poder que tienen los Sanadores. - miró hacia la Sanadora que tenía detrás de él-. Nunca salgo sin ella. - comentó.

- Nadie te seguirá en cuanto conozcan al monstruo que eres.

Seamos eternos juntos [Darklina] [Sombra y Hueso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora