A la mañana siguiente, Aleksander, Alina y David salieron de la guarida de Ilya Morozova y pusieron rumbo a la Montaña donde se encontrarían con Nikolai y el resto. Una noche, a solo dos días de llegar, mientras Alina hacía guardia, un grupo de Drüskelle les atacaron. La intención era robarles, pero al ver los keftas cambiaron de idea dispuestos a matarlos. Cogieron a Alina por sorpresa y profirió un grito ahogado que fue suficiente para despertar a Aleksander y a David. El Durast dobló todos los cañones de las armas de fuego que llevaban para evitar que dispararan con ellas mientras que el Invocador de las Sombras avanzaba hacia Alina.
- ¿Ya habéis conseguido otro oscuro? - preguntó el hombre que tenía agarrada a Alina con un cuchillo rozándole la garganta al ver el kefta negro de Aleksander.
- Es el mismo que antes y como no me sueltes, te matará. - consiguió articular Alina.
El Drüskelle al ver a Aleksander detenidamente, abrió los ojos como platos y soltó a Alina de golpe. Le lanzó el cuchillo para evitar que se acercara, pero él lo desvió con las sombras. Otro soldado le cerró el paso con un hacha, pero Aleksander se deshizo de él sin dificultades.
- Alina, ves a ayudar a David. - exigió Aleksander.
Alina echó un vistazo donde se encontraba David y vio que estaba empezando a tener serios problema para contener a los Drüskelle.
- ¿Qué vas a hacer tú? - preguntó ella.
- Ves, por favor.
Alina obedeció.
El Drüskelle al ver que se quedaba solo con el temido Oscuro, cayó de culo al suelo y reculó hasta toparse con un árbol. Estaba realmente aterrado.
- ¡Vamos! ¡Hazlo! - gritó.
Aleksander avanzó hacia él despacio. Paso a paso.
- ¡Mátame! - suplicó.
Aleksander ni siquiera había levantado las manos para llamar a las sombras. Se agachó a su lado y le propinó un puñetazo en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo al tiempo que Alina y David acababan con los demás.
- Nos llevamos a este. - señaló Aleksander al que acababa de tumbar.
David y Alina no entendían muy bien por qué, pero tampoco pusieron pegas.
Dos días más tarde, cuando ya empezaba a oscurecer, llegaron a la montaña donde Nikolai tenía el refugio.
- ¡Bienvenidos! - anunció Nikolai al verlos llegar.
Nikolai tenía mucho mejor aspecto. Ya habían pasado dos semanas desde que empezó a recuperarse, pero seguía necesitando ayuda de un bastón para caminar.
Genya estaba con él y fue corriendo a abrazar a David. Aleksander bajó al Drüskelle del caballo.
- ¿Y este quién es? - preguntó Nikolai extrañado.
- Un Drüskelle. Nos atacaron hace dos noches. Pensé que querrías interrogarlo.
- Me encanta que me conozcas tan bien. - le guiñó el ojo a lo que Aleksander respondió con una sonrisa.
Nikolai llamó a un par de guardias para que lo llevasen al calabozo.
- ¿Y bien? ¿Habéis encontrado algo?
- No exactamente. - contestó David adentrándose en la conversación-. Sabemos cómo se elabora la Jurda Parem. Bueno, más o menos...
- ¿Más o menos? - preguntó totalmente descolocado Nikolai.
- Bueno, no es del todo claro, pero... con la ayuda de Genya y algunos otros Alkemi, es posible que podamos hacer algo.
Genya asintió a su lado.
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Seamos eternos juntos [Darklina] [Sombra y Hueso]
Fiksi PenggemarLos sucesos ocurren cinco años después de la desaparición de la Sombra. Gregori, un hombre afortunado que obtuvo el poder de la luz cuando desapareció la Sombra, ha creado un ejército de fieles para acabar con la monarquía en Ravka. Alina recibe la...