CAFÉ ―Pablo Gavi, Charles Leclerc

first act end!

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OMNISCIENTE.
¡Fin del primer acto!

Ana estaba apunto de acostarse por fin y ver su programa de televisión después de un largo día en la panadería, pero su mala suerte no lo había tomado en cuenta puesto que dos golpes en su puerta hicieron que desviará sus pasos hasta ella.

---Ana no te pediré que hablemos porque esta vez haré que me escuches ---sin avisar Pablo entró a su casa.

---¿Que haces? Lárgate de mi casa ---dijo Ana un poco desconcertada.

Pablo cerró de un golpe la puerta haciendo que la castaña de un salto asustada.

---Tu amiguito el piloto es un imbécil.

Ana lo miro mientras fruncía el entrecejo, la actitud de Pablo era poco tolerante.

---¿Viniste a hablar de Charles? ---pregunto.

---No me estás entendiendo ---negó el muchacho, se miraba bastante alterado.

---Pues entonces explícate.

---Con lo que te estoy apunto de decir no busco nada más que ayudarte Ana, solo quiero el bien para ti y si eres feliz con el no soy quien para entrometerme, pero debes saber esto ---Pablo lo dijo tan rápido que incluso a ella le fue difícil entenderle.

---Solo dilo de una vez...

---Lo ví con alguien, el te está usando Ana ---ella sabía que el chico no era mentiroso y tampoco era tan mala persona como para inventar semejante cosa.

---¿Lo viste tu? ---fue lo único que pudo decir

---Lo ví Ana, ¿recuerdas la casa cerca del pueblo vecino? dónde peleamos la otra vez ---la chica asintio---Es la casa de Tomás, Charles estuvo anoche ahí con una chica.

---¿Por que debería creerte?

---Porque la chica con la que estuvo es la mejor amiga de Pedri ---eso hizo que ella prestará un poco más de atención---Llamale a el, sabes que jamás te mentiría.

---No hace falta ---respondio, Pablo le miró atento puesto que ella se sentó de golpe.

---Ana te quiero, no haría nada para lastimarte y lo sabes perfectamente.

Ella asintio, sabía que debía hablar con el piloto que apesar de no ser nada el había creado iluciones en su corazón, iluciones que se estaban derramando.

Charles había platicado ayer en la tarde con ella, siendo bastante claro en decirle que iría a casa de Carlos por cuestiones de trabajo, pero le había mentido. Sabía que no debía estar celosa pero le era imposible no estarlo.

---Se que te has estado viendo con el, creeme que hay mil publicaciones por interner ---Pablo tomo asiento a su lado.

---El me mintió Pablo ---dijo la castaña enviando llorar, habían pasado tantas cosas en el tiempo que pasó desde que había terminado con el chico.

---Lo se Ana ---respondio mientras acariciaba su espalda, no sabía cómo reaccionar al ver a la muchacha apunto de llorar---No era mi intención el querer verte así, no me gusta que llores.

Pablo podía ser una persona excesivamente celosa, pero apesar de serlo siempre trato de no hacer llorar a la chica ya que odiaba ver a personas llorar por su culpa.

Desde que había acabado su relación con Ana había tratado de ser distinto consigo mismo, había dejado de salir con chicas y le era bastante difícil el incluso salir con amigos.

El había cambiado por el bien de si mismo ya que Pedri le hizo ver el daño que se causaba, no solo a él si no también a los que le rodean.

---¿Quieres estar sola? ---pregunto al ver cómo la chica se separaba un poco---Lo tomaré como un si, pero no olvides llamarme si te sientes mal, mi número sigue siendo el mismo.

---Gracias Pablo ---dijo con rapidez antes que el chico saliera por completo de su casa.

El le dedicó una sonrisa a medias antes de salir por completo, ella al estar sola se tumbó en su sofá hundiendo su cabeza en el colchón.

No sabía si llorar o no, pero su corazón pedía a gritos que sacará sus lágrimas las cuales ella encontraba innecesarias ya que el no era ni siquiera su pareja.

Un suspiro salió de sus labios acompañado de una sutil lágrima huérfana la cual hizo que se sintiera vulnerable.

"Yo no debo llorar por Charles"
Se repetía una y otra vez en su cabeza, el piloto tenía una parte muy sensible de su corazón en sus manos.

---He pasado por tanto que no debo sentirme de esta manera por el ---se dijo a si misma.

Pero era tan jodidamente débil que no supo en que momento empezó a llorar, su programa incluso había pasado y ella seguía ahí tirada sin siquiera moverse.

Ella no era una persona que llorara con frecuencia pero está vez había sido la excepción, esta vez le fue inevitable no hacerlo.

Ni siquiera lloró de esta manera la vez que acabó su relación con Pablo, Charles había significado tanto para ella y había sido tan cruel con su corazón.

No sabía cómo enfrentar el por venir, no esta vez. Esta vez no estaba lista.

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