CAFÉ ―Pablo Gavi, Charles Leclerc

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OMNISCIENTE.
(Una hermosa tarde
acompañada del piloto)

Ella se sentía tonta, sabía que el emocionarse nuevamente por la más mínima interacción con el futbolista estaba mal.

Necesitaba despejar su mente por un momento, aún se cuestionaba el porque acepto a Pablo la otra vez pero eso no quería decir que la haya pasado mal con el.

Estaba muy segura del que debía alejarse del chico por su bien, ella debía buscar una solución para hacerlo sin lastimarse a si misma.

Se consideraba débil por no poder olvidar al chico, pero sabía que debía hacerlo.

Charles le había ayudado últimamente en eso, habían estado conviviendo mucho más y los sentimientos por el piloto de la f1 empezaban a incrementarse. A incrementarse tanto que incluso comenzaba a dejar de tener dudas sobre darle una oportunidad.

Tal vez si le daba una oportunidad finalmente podría ser feliz y olvidar los malos ratos que Pablo le dió, pero es que se le complicaba bastante.

Ella sabía que debía arriesgarse y ver que sucedía, no podía quedarse con las ganas del que hubiese pasado.

Quería pensar a futuro por si misma, pero en sus planes no se encontraba ninguno de los dos chicos.

Una mujer no necesita de ningún hombre estar bien y eso lo tenía bastante claro Ana.

Pero realmente queria sentirse amada, quería en un futuro poder formar una familia con un hombre que fuera capaz de bajarle las estrellas si así lo deseaba.

Algo en su interior le pedía a gritos el que aceptará a Charles, algo le decía que el era el indicado.

---¿Que quieres cenar? ---el piloto pregunto mientras se sentaba a su lado admirando su rostro con una cálida sonrisa.

---Pasta con queso ---respondio sabiendo lo mucho que el chico amaba tal plato.

El asintio mientras se daba media vuelta, había ido a pedir la comida que ella pidió.

Y es que ya llevaban tres días en Mónaco, tres días maravillosos que le había regalado el piloto luego de sus entrenamientos. El había buscado hasta el más mínimo motivo para hacerla reír, la chica estaba bastante cómoda con el.

Se cuestionaba el porque había dudado en venir con el, tal vez porque estaba acostumbrada a que sus viajes salieran mal siempre. Pero Charles era distinto, el amaba ver a las personas felices y contentas así que trataba de que ella siempre estuviese cómoda.

---Lo he conseguido ---abrio la puerta con un pie mientras cargaba una larga bandeja.

---Todo se ve delicioso ---respondio la muchacha tomando uno de los dos platos.

Cada momento con Charles hacia que considerará más la idea de salir con el, es que le era imposible el ignorar cada hecho del piloto.

El no prometía nada, el cumplía sus expectativas al pie de la letra y incluso le sumaba más. Charles era el hombre ideal para cualquiera y eso no estaba en discusión de nadie.

Concierar a Charles como pareja era un lujo que si estaba a su alcance, incluso se atrevería a decir que estaba pensando en añadirlo en sus planes a futuro.