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Beni se escabulló al castillo distrayendo a los guardias con una broma demasiado común, al ser tan delgado se podía esconder demasiado bien. Entró y salió de habitaciones, escuchando las voces de guardias que paseaban por ahí, no era nada interesante lo que decían pero le carcomía la cabeza los relatos, todos los guardias quejándose de uno de los gobernantes. "¿Por qué gobierna?" "Pobre del rey, tiene que soportar ese monstruo", Beni temió al escuchar que aquel humano era un monstruo, ese humano ¿también quita las alas?

Beni seguía entrando y saliendo de cuartos, escabulléndose entre los pilares, trepando hasta el techo para no ser visto. Caminaba por la alfombra roja que había, hasta estar enfrente de una gran puerta, entró a la habitación. Observó todo lo que había ahí adentro, pinturas, sillones con alta costura, y a lo que más temió al ver...una vitrina con grandes alas amarillas casi doradas y de repente todo se volvió negro.

— Llévenlo al calabozo...no le quiten su única ala. ¡Obedéceme, Willy!
— Si, rey Rubius.



Cochi continuaba siguiendo a los dos extraños desde una distancia la cual no podría ser visto, debido a que era un hada de mala muerte, su visión y oído eran más "finos" que los de los mortales. Cochi había notado que se adentraban al campo que estaba cerca de la muralla del Álamo, al notar esto, se alejó de los humanos tomando otra ruta, sacó su única ala y corrió la más que pudo e intento volar, cayéndose pero no le importaba el dolor, siguió intentando, solo quería llegar con su primo y avisarle de que dos humanos se acercaban.

Big Q había quedado dormido bajo las ramas del árbol que escucho sus lamentos y dudas junto con la luz de la luna. Los rayos del sol le habían echo despertar llevándose con el sus penas. Su paz fue abruptamente interrumpida con el sonar de una ala intentando volar, se levantó de su lugar y pudo ver a su primo caer cerca de él, el híbrido corrió y se arrodilló ante el hada de mala muerte.

— Cochi...
— Primo...vienen...d-dos...
— ¿Dos qué? Cochi, dime por favor.— el híbrido estaba preocupado por su primo, la respiración errática de este, sus rodillas y manos lastimadas y su ala con ligeras manchas de sangre.
— Vienen...dos...h-huma...

Big Q dejó de ver a su primo para dirigir su vista hacia las dos presencias que estaban detrás de él.

— ¡Quacks!
— Luzu...aléjate, tu y tu amigo...no me mates, no al igual que él lo hizo.— suplico el híbrido sin soltar ninguna lágrima pero en su mirada se notaba el terror y su daño.
— Rubius...él te mato, ¿no es así?
— ¿Tu quién eres? — preguntó el híbrido a la defensiva, mostrando sus dientes involuntariamente ante el nombre de su asesino de su alma.
— Soy el rey pero dime Vegetta...Doblas, bueno, Rubius...él también me mato y lo sigue haciendo. Pero a diferencia de mi, creo...creo que puedo ayudarte.
— ¿Ayudarme? ¡Ja! Cómo? ¿Lastimándome? ¿Lastimando a mis primos y amigos? ¡Quemando el Páramo, tal vez!— Big Q se levantó de su lugar bruscamente.

Luzu corrió hacia el híbrido tirando todo elemento de hierro que llevase puesto, y lo abrazó como sí su vida dependiese de aquello. La mente del híbrido pedia empujar al humano tan lejos como fuera posible, pero su cuerpo y corazón pedían tenerlo cerca y sentir la calidez de la seguridad y de un hogar.

El ojimorado se acercó también sin intenciones de lastimar y colocó su mano en el hombro del híbrido, Big Q soltó un pequeño grito de dolor, haciendo que Vegetta reaccionara quitando su mano a la velocidad del sol.

— El hierro le lastima, Vege.— respondió Luzu con calma y revisando el hombro del híbrido.
— Lo s-siento, no s-sabía.— el ojimorado tiro su anillo de compromiso lo más lejos que pudo, sintió que se había liberado de las esposas y de las torturas de su vida. Se sintió libre.

Vegetta al tirar el anillo, vio a su amigo con el híbrido y después al otro chico que estaba en el piso. Se acercó a él extendiéndole su mano la cual fue correspondida con temor y duda.

Big Q vio aquella escena, se dejó llevar por las llamas que envolvían su corazón por el tacto del de ojos rubí, dejando que su esperanza y confianza en los humanos volviera a surgir, temiendo volver a salir lastimado.


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Lo vuelvo a subir pq cambia unas cosas y corregí unas faltas de ortografía.

En un rato subo el cap siguiente. CHAUUUUUUU

Betrayal of the heart -Luckity- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora