Betrayal of the heart -Luckity-

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— Nunca creí decir esto pero...Dream da miedo incluso con aquella máscara — dijo Sapnap ganándose un golpe del antes mencionado.

Quackity no prestaba atención a la tonta discusión que tenían sus amigos, pues su mente divagaba en aquella cabellera blanca del humano que se atrevió a pisar su bosque.

— ¿En que tanto piensas, pato?
— ¡Pinche Sapnap pendejo!
— También te amo, mi vida — respondió Sapnap con sarcasmo.

Sapnap era conocido por ser buen asustador,por eso Quackity le otorgó el puesto de guardia junto a otros, gracias a la habilidad de Sapnap, de poder transformarse en una pequeña flama, le daba la capacidad de moverse sin hacer ruido y llamar la antencion. El híbrido se arrepentía de haberle enseñado a usar su poder, ahora él era quien se llevaba los sustos.

— ¿En que está pensando tu mente de pato? — volvió a preguntar Sapnap, sentándose alado del híbrido.
— En nada ¿por qué crees eso?
— Quacks...soy tu ex y tu mejor amigo, te conozco como la palma de mi mano — Sapnap tomo con delicadeza la mano de contrario, entrelazando sus dedos.
— El...el intruso — mencionó el híbrido.
— Te escuchó, quacks.
— El intruso tenía unas orejas de oso y...¿qué tal si es otro híbrido? ¿y si solo buscaba refugio? Puede ser ¡que hay más como yo!

Sapnap veía la emoción de su amigo al haber mencionado lo último, algo que le entristeció, Quackity sabía que era casi nula la posibilidad de que hubiese más híbridos pero aun así, soñaba con poder convivir con otros igual o parecidos a él.

— Quacks...
— Ya lo sé, pero quiero creer que él pueda ser un híbrido de oso — la emoción de Quackity se fue al instante de haber escuchado la voz de lastima de su ex.
— Aunque el intruso fuera un híbrido, ¿qué tal si no es bueno y solo busca destruir nuestro hogar? — Sapnap lo veía con lastima y preocupación.

"Nuestro hogar" esas dos simples palabras se hicieron resonar en la cabeza de Quackity, había protegido el bosque para Sapnap y Karl al principio, pero después lo hizo para George, Dream, Tina y los demás, era su hogar y el de todos aquellos que fueron casi asesinados, explotados y desterrados.

Quackity no dijo ni una palabra al igual que Sapnap, no era necesario, ya que ambos entendían que el silencio era el fin de la conversación, haciendo que Sapnap tuviera la razón.

— Me tengo que ir, Quacks — mencionó Sapnap poniéndose de pie.
— Ten cuidado, ¿si?
— Lo tendré y tu anda a descansar, sé que no dormiste — Sapnap acaricio la mejilla del contrario.
— ¿Cómo terminamos así? — preguntó Quackity.
— No lo sé, patito...

Quackity vio a su ex irse como una flama brillante, dejándolo en en completa soledad mientras su mente divagaba en aquel chico de cabello blanco.

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— Doblas...¡Doblas!
— ¡Ah! ¡Qué!
— ¡Por fin despiertas bobo! — exclamó el príncipe.
— Pero no era necesario el grito Vegetta.
— Cállate y vete.
— Pero ¿así sin más? — preguntó Rubius.
— Si bobo, te dije que no te acercaras al bosque y es lo primero qué haces.
— ¿Por qué no me puedo acercar? — Rubius tenía curiosidad y buscaba una respuesta válida.
— Ese bosque...es la entrada a la muerte de los humanos...

Rubius a pesar de las palabras dichas por el príncipe, no les tomó importancia, ¿qué se podía esperar de un joven que está obsesionado con la simetría? Exacto, nada.

Rubius agarro sus cosas y se marchó, escondió la máscara de oso junto con las orejas, al llegar a su pequeña vivienda, se tiró en su "cama" dejando que su mente divagara.

Hasta que el recuerdo de un joven con enormes alas casi doradas y cabello negro apareció en su mente, ¿aquel chico mataba a los humanos? ¿era un híbrido? ¿por qué quería cruzar ese bosque otra vez aunque fuese ilegal?

Rubius no entendía la razón de su curiosidad, pero si de algo estaba seguro es que volvería al bosque mágico.

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Tembló pero eso no me impedirá actualizar