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— Creo que sería bueno llevar a Staxx para que vea a su hijo — dijo Big Q.
— ¿Y ese cambio de opinión, jefe? — pregunto Wilbur.
— Solo hazme caso, hay que llevarlo hoy con nosotros.

Y así como fue dicho por el híbrido, Staxx los acompaño al campo inseguro al estar expuesto sin su disfraz de humano.

— ¿Por qué estamos aquí, Big Q? — preguntó la nueva criatura.
— Extrañas a tu hijo ¿no?

Staxx se emocionó ante el mencionado de Titánicus y no tuvo que esperar para escuchar la pequeña risa risueña de su hijo ya que él se encontraba rodando por el pasto del campo; no se acercó por miedo de atemorizar a su niño pero Titánicus lo vió y fue corriendo hacia él.

— ¡Papá Sta! — dijo el menor mientras abrazaba a su progenitor.
— ¡Titánicus! — Staxx no pudo evitar soltar una que otra lágrima, haciendo que sus ojos verdosos brillaran más.

Big Q veía la escena desde lo lejos, le sorprendió que el niño no huyera ante la figura real de Staxx. "¿Tu tampoco me tenías miedo o solo era una mentira?" se preguntó mentalmente torturando su pobre alma y corazón ante lo sucedido.

Cuido que nadie interrumpiera la felicidad de Staxx y su hijo, hacía que flores crecieran para entretener al niño y Staxx no paraba de reír ante el "du" del pequeño.

La noche cayó y con eso las lagrimas nuevamente de Staxx, se tenía que despedir de su Titánicus, sabía que no se lo podía llevar, sino lo describirían a él y a su nuevo hogar.

— Volveré a venir ¿si?, come todas tus cosas y no hagas bromas ni nada de sonidos de dinamita ¿entendido? Volveré, lo prometo.

Esa promesa se fue con la brisa del campo, ya que jamás se cumpliría.

Aquella noche Titánicus cayó ante una horrible enfermedad, su pequeño cuerpo no lo pudo soportar y partió del mundo con el recuerdo de su padre.

Wilbur fue con la noticia del fallecimiento del niño hasta Big Q, esté no se sorprendió ya que Dream se lo había dicho mucho antes, que no creía que el niño durara mucho. El híbrido fue con Staxx, el cual se encontraba muy feliz platicándoles a todos sobre su pequeño Titi.

Big Q soltó la noticia a Staxx tan fríamente que parecía no lamentarlo, pero al contrario, el híbrido sabía que era mejor soltarle la noticia que seguir dando esperanzas y preocupaciones.

— Jamás...creí que...ese momento llegará tan...tan rápido...— confeso Staxx.
— ¿A qué te refieres? — preguntó el híbrido.
— Cuando Titánicus nació...me dijeron qué tal vez ni duraría un mes...al segundo mes el reino me lo quitó...no sabía si seguía vivo o fue reemplazado...
— Perdón por no dejar que vieras a tu hijo todo este tiempo, Dream me dijo que el niño no tendría una larga vida. — se disculpó Big Q.
— Está bien...puede que lo supere más rápido...gracias por dejarme verlo en su momento de brillo...Big Q....






Mientras tanto en el reino de Karmaland, Rubius gritaba de dolor y enojo, declarando la guerra ante el bosque...una declaración silenciosa que solo él era consiente.

Ahora no se arrepentía de haberle quitado las alas al sucio híbrido de Quackity.

Betrayal of the heart -Luckity- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora