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El híbrido se encontraba a las afueras del bosque, en un lugar apartado de los humanos; su paz se vio interrumpida ante los ladridos de unos perros, al ver que los provocaba observó a un cuervo que volaba rápidamente, hasta que cayó al suelo, enfrente de sus pies.

El cuervo iba a tomar vuelo nuevamente pero el híbrido fue más rápido, cambiando su forma a la de un humano provocando que los perros se alejaran.

— ¡Qué te pasa! — se quejó el "cuervo".
— ¿Preferías que los perros te comieran? — preguntó el híbrido con ironía.
— No...¿puedes devolverme a mi forma original?
— Déjame lo pienso umm...no, ahora sígueme si no quieres que te vean ya sabes — el híbrido dirigió una mirada a la entrepierna del nuevo, dándose vuelta y dirigiéndose al bosque.

Una vez que ambos estaban ya estaban en el bosque, el híbrido le dio ropa (pantalón y botas negras, playera amarilla y una gabardina café) al ahora "humano" que estaba desnudó.

— ¿Tienes un nombre? — preguntó el híbrido.
— Umm, no la verdad, al ser un cuervo no es necesario.
— Wilbur...
— ¿Eh?
— Te llamarás Wilbur, soy Quackity pero dime Big Q, ahora sígueme — Big Q no espero respuesta del de mecha blanca, empezando a dirigirse al centro del bosque.

Se dirigieron al centro, en total silencio mientras Wilbur intentaba no caerse ante sus nuevas piernas. Una vez llegaron al centro, Big Q se sentó en su trono, siendo acompañado por el cuervo.

— Serás mi sirviente — sentenció el híbrido — Me mantendrás al tanto de lo que suceda a las afueras, y si no aceptas...no dudaré en echarte a los perros, ¿entendido?
— Si, Big Q...

Al anochecer, el híbrido se fue a su nido, dejando a Wilbur solo observando la naturaleza, hasta que un pequeño rubio le hizo compañía.

— ¿Siempre...siempre él fue así? — preguntó Wilbur.
— No...hace unos meses Quackity cambió a Big Q...lo lastimaron, por eso es así... — contestó cabizbajo Tommy.
— ¿Crees que le puedo ayudar?
— Si lo haces sería un milagro...el bosque ya no es lo mismo. — Tommy se marchó después de esas palabras, dejando al de mecha blanca sólo nuevamente.

Wilbur se dirigió al nido de su ahora jefe, lo vio dormido, se acercó a Big Q tapándolo con su gabardina. Big Q lo había ayudado, ahora era su turno de ayudar.

Betrayal of the heart -Luckity- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora