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Lavanda y rosas

Patrick Evans

Decido por comprar donas para mi desayuno y un licuado de frutos rojos. Salgo de la cafetería muy moderna y comienzo a sentir algo vibrar y sonar en uno de mis bolsillos.

- Hola señor Peterson - digo cuando veo al número registrado. Él será mi jefe en lo que termino de remodelar la nueva biblioteca de ese instituto en el cual trabajaré. - ¿Qué tal? - le doy un mordisco a la dona que acabo de sacar de la bolsa cuando estoy dentro del coche

- Buenos días Patrick - responde educadamente - Quería saber si era posible empezar con el proyecto mañana - casi me atraganto con la dona y logro recuperarme después de unos segundos

- ¿Disculpe? - susurro sin poder creermelo. Se supone que sería la semana que viene no mañana - Pero...

- ¿Está ocupado con otro proyecto? Usted dijo que sólo tenía este - me recuerda autoritario

- Si pero ... - suspiro y veo las donas favoritas de mi madre - Estaré mañana a primera hora - murmuro pasandome una mano por mi cabeza

- Muy bien Evans. Nos vemos mañana para darte el tour de nuestra honorable escuela. Que tenga un buen día - y me cuelga dejándome sin apetito

Quería estar está semana con mis padres y ahora no podré. Tendré trabajo que hacer y es un poco lejos. Tal vez podría ir y venir pero sería muy cansado para mí

Diosa...¿Que hago?

Dile a tu madre que vendrás los fines de semana que tendrás trabajo pero no puedes ir y venir porque estarás muy cansado para conducir

Buena idea. Eso le diré

Corto link con mi lobo y comienzo a conducir hacia la casa de mi madre.

Tan sólo al llegar veo que sigue tal y como me fuí.

La casa es de dos pisos color beige y con piedras color café oscuro en algunas partes. Tiene arbustos a su alrededor y un balcón que da hacia la calle y una cochera que tiene el camino de la calle a ella de piedras. Y un césped verde, claro.

Busco las llaves de la casa y las introduzco ahí para después buscar a mi madre y darle la noticia. Recorro la casa en silencio y lo único que escucho son los latidos de mi corazón acelerado.

- Mamá - murmuro algo incómodo y nervioso a la vez. La encuentro en su habitación poniéndose una especie de mascarilla dorada.

- Hola mi niño - se pone de pie en un segundo y después la tengo rodeandome en un cálido abrazo - Si cumpliste tu promesa - sonríe a boca cerrada apretando mis mejillas con sus dedos

- Tengo que decirte algo - bajo lentamente sus manos de mis mejillas y ella me observa confusa - Adelantaron el proyecto del instituto para mañana - El día de ayer les había contado sobre ello por lo tanto su cara de incrédula es normal

- ¿Qué...? Pero yo tenía planeada toda la semana. Quería recuperar el tiempo perdido. Madre e hijo - sus ojos se entristecen y la abrazo fuerte

- Vendré el fin de semana - afirmo - Y cuando pueda entre semana también vendré¿Okey? - ahora soy yo quien le toma la cara al otro y ella asiente triste

- Más te vale dejarme conducir tú primer día de trabajo - la veo al instante

- ¿Qué? ¿Me llevarás? - sonríe al escuchar el horror en mi voz - Mamá no es necesario - agrego al instante - Pero puedo hacerlo yo y ...

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