15
En blancoNo sé qué hacer así que decido ir con mi prima que casi es mi hermana: Mia.
— Hola Pat — me recibe con un cálido abrazo que no sabía que necesitaba — ¿Qué te trae por aquí? — su hija Emily juega por el hogar siendo vigilada por Cameron, su mate. Sí, diferencias de edad.
— Tengo que tomar una decisión y no sé qué hacer — Cameron me saluda con la cabeza y le dice a Emy que se tienen que ir a otro lado. Ellos desaparecen por la puerta trasera y respiro hondo.
— ¿Decisión de qué? — los ojos castaños de mi prima indagan en mi cara, tratando de buscar respuestas en ella.
— Encontré a mi mate y... — su rostro se ilumina con una sonrisa y me abraza.
— Que alegría me da escuchar eso — me da un apretón — Pero ¿hay un pero verdad? — asiento.
— Es una cazadora — su cara se transforma — Ella no me a hecho daño pero...
— Jake te dice que vayas a hablar por las buenas con el sector ¿verdad? Para que la dejen ir y sean felices — suspiro y rasco mi nuca.
— Si eso me dijo pero...
— Pero piensas que estás siendo egoísta al solo pensar en ti y no en su vida de cazadora — vuelvo a asentir sintiendome aturdido.
— Si exacto pero....
— La amas pero quieres que sea feliz — me quedo sin palabras — Te conozco muy bien primito — Me observa con ternura y me siento como su hijo — Y vienes a mi para ver mi punto de vista y tú poder decidir
— A... Si — ¿cómo lo sabe todo?
— Lamento decirte que esto queda a tu decisión, Patrick — se pone de pie.
— ¿Qué porqué? — la sigo y veo que lleva en sus manos una taza de té.
— Porque si algo no sale como deseas me pondrás la culpa y yo no quiero interponerme — sonríe de lado — Es hora de que decidas tú mismo — me encara — Decide con el corazón — pone su dedo índice en mi pecho justo en mi corazón acelerado y dolido.
Mierda.
[... ]
La cabeza me duele de tanto sobre pensar así que me recuesto en mi cama sintiéndome agotado de tanto pensar.
— ¿Y bien? — mi hermano mayor entra en mi habitación sin siquiera tocar la puerta — ¿Qué harás?
— No pensé que vendrías aquí — lo veo desde mi sitio y sus ojos fríos me observan
— Mamá me dijo que estabas aquí — aunque trate de sonar como un buen hermano mayor su rostro detona frialdad y poca paciencia. — El tiempo corre, Patrick. Debes decidir — la expresión de sus ojos muestran cansancio así que decido chismear un poco.
— ¿Porqué luces cansado? — La sorpresa cruza sus ojos por un segundo — ¿Pasa algo?
— Nada que te importe — ataca y levanta esa barrera que lo caracteriza — Vine aquí por ti no por mi. — me observa desde arriba. Está de pie junto a mi cama. Me acomodo mejor y le hago un ademán de que se siente. — He tenido problemas con Isabella — confiesa. — Está haciéndome a un lado en algunas cosas y... — desvía la mirada — Pienso que se aburrió de mi y de su rutina — su rostro impasible cambia a uno derrotado y angustiado — He tenido insomnio porque no hemos dormido juntos y..
— ¿No vive ya contigo? — la pregunta brota de mi boca.
— Ahora está de viaje y estoy solo con Jayden — se acuesta en la cama y un suspiro sale de su garganta — Estoy agotado. Con tantas cosas que hacer y vigilar — talla sus ojos con sus manos — Estoy harto de esta mierda — suspira — Quisiera jamás haber tomado este puesto
— Ey me tienes a mi si necesitas ayuda con Jayden — sonríe de lado
— Tú tienes tu vida y yo no quiero molestar — se sienta de nuevo — suficiente tuviste que pasar en el pasado... Ya no más — se pone de pie — Piensan cazarte — murmura cuando está en el marco de la puerta. — Iremos mañana por la mañana a hablar con el sector — determina — Porque yo no pienso perderte — Y cierra la puerta de un portazo.
Bueno te quitó un peso de encima
Ahora yo tengo que decírselo a Megan.
Megan
Mis nervios se afloran al ver que nos reúnen a todos en la zona verde donde usualmente entrenamos y que contiene equipo pero hoy no lo hay.
— No sé si lo han notado pero hemos visto a un licántropo merodear por aquí — mierda — Y quisiéramos saber si ustedes han visto algo o donde transcurre normalmente ese perro. — murmullos se escuchan pero ninguno habla con voz clara y firme — Veo que no así que...
— Les ofreceremos un puesto mayor al que esté interesado en matarlo y traer su cabeza aquí — habla Christian y trago saliva con dificultad — Tendrá el mismo nivel de autoridad que Matthew — el nombrado hace mala cara. Se supone que solo hay uno con ese rango — Si es que no quieren pelear por el poder, claro — le guiña un ojo al pelinegro — No sólo tendrán autoridad si no que... Se les dará una recompensa sorpresa
— ¿Que recompensa sorpresa? — pregunta uno de la multitud
— Sólo lo sabrá el ganador — Algo trama. Sus ojos se pasean por nosotros y se detienen en mi por más segundos que con los demás.
— Por hoy no habrá entrenamiento — Jhonny habla y nuevamente murmullos — Pienselo y nos lo hacen saber — Peter levanta la mano y nos hace un ademán de que ya nos podemos ir.
— No piensas competir ¿o si? — La voz de Matthew me detiene y veo que solo hemos quedado él y yo en la zona verde. Sus ojos oscuros me retan, los tatuajes en su cuello me intimidan y su cabello sin duda lo hace ver cómo un hombre peligroso y ni hablar de sus facciones marcadas y masculinas.
— Si lo pienso ¿Qué? — me cruzo de brazos y él camina hacia mí, derrochando rabia.
— Te daré motivos para huir — pronuncia muy cerca de mi cara y casi puedo jurar que siento su aliento. Levanto la cara con orgullo.
— Pocas cosas me hacen huir y tú no eres una cosa de esas — nuestros ojos se conectan y competimos por ver quién desvía la mirada y él lo hace al ver mis labios. Frunzo el ceño y él también lo hace. Damos un paso atrás y lo reto con mi mirada — Veremos quien es el ganador — le guiño un ojo y entonces recuerdo que mi Patrick es el cazado. Estúpida. Camino a mi nueva cabaña y la soledad me abraza. Esta nueva cabaña está en proceso y aún le faltan algunas reparaciones como por ejemplo la electricidad. Veo a mi alrededor y todo está vacío a excepción de mi cama y cómoda.
— Toc Toc — Peter entra por la puerta y camina hacia mi cuando me siento en la orilla de la cama — Es una buena oportunidad para ti Meg — sonríe amable — Es un buen momento para hacer callar a Matthew que bueno — encoge lo hombros — Parece que te odia — Sonrío con ironía.
— No parece. Me odia — afirmo y él ríe un poco. — No entiendo porque. — él suspira.
— ¿Recuerdas el detalle de que él se declaró ante ti? — ese dato me toma por desprevenida y me sonrojo.
— ¿Cómo sabes eso? — pregunto con desconfianza.
— Escuché por casualidad hace un tiempo — sonríe orgulloso de su azaña y yo suspiro. — ¿Me dirás? ¿O digo mis suposiciones?
— Éramos amigos y tenía poco tiempo de conocerlo y él quería una relación pero yo apenas volvía a apenas soportar el contacto físico... — suspiro — Me obligó a besarlo y... — los recuerdos que habían permanecidos bloqueados inundan mi mente y trago saliva — Forcejeamos y me golpee otra vez la cabeza y fue como comenzar de cero. — respiro hondo — Tenía la mente en blanco otra vez y cuando volví a recordar él ya me odiaba — Recuerdo todo como si hubiera sido ayer. Busco la mirada de Peter y él me observa en silencio — Nunca quise verlo de ese modo — confieso — Pensé que era solo un sueño — Y así lo creía— hasta que me dices esto — trago saliva.
— Yo no quería ...— se acerca a mi preocupado y respiro hondo al recordar muchas cosas de las que no era consciente.
— No voy a competir con Matthew
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BUSCÁNDOTE
Hombres LoboLibro II de la trilogía Evans Al ver que todos estaban formando sus vidas él siente la necesidad de hacer la suya. Su objetivo es encontrar a su alma gemela y crear una vida junto a ella. Pero la vida no es fácil y a cada paso que daba le ponía un...