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La dignidad al suelo

— Hola linda ¿Cómo te llamas? — abro la boca y no encuentro mi voz ni las palabras, me obligo a carraspear.

— Me llamo Megan — Sonrío a boca cerrada y me protejo atrás de Patrick sin pensar cuando lo hago me tenso un poco pero me siento más segura con él que con los demás que están aquí.

— Nos alegra que nuestro chiquito haya encontrado a su mate — sonríe pero algo me dice que es forzada.

— Lia — El hombre que está atrás de ella la hace sutilmente a un lado poniendo su mano en su hombro. — Soy Iván, papá de Patrick,mucho gusto — sonrío y agradezco que no extienda su mano. — Creo que debes llevarla a recorrer el pueblo ya que... — se voltea a verme — Será sin duda alguna día su hogar — Trago saliva y Patrick se tensa.

— Claro papá — Él sonríe a boca cerrada y toma mi mano — ¿Quieres ir a desayunar? — asiento ya que no encuentro mi voz. Salimos de la gigante y lujosa casa y tan sólo el aire golpea mi cara mis músculos se relajan. — Megan — Se acerca y me pongo a la defensiva.

— Se puede saber ¿¿porque me trajiste aquí?? — espeto y el baja la cabeza, luce apenado. — Sé que somos mates pero... — busco las palabras — ¿Traerme a un sitio lleno de lobos? — eso despierta algo en él ya que levanta la mirada.

— Yo no sabía que hacer y sabía que Isabella sería la indicada para darte una introducción — se defiende — Son mi familia. Confío en ellos — Puntualiza.

— Pero yo no — Él trata de tocarme pero lo evito sintiendo algo en el estómago.

— Lo siento Megan — suspira — Pero es que me dejé llevar por un impulso y...

— ¿Qué haremos ahora? — interrumpo

— ¿Hacer que? — Parece dolido — Hablas como si lo nuestro te pesara. — Hay cierto dolor en su voz que hace estragos en mi.

— Lo nuestro está prohibido, Patrick — Trata de acercarse pero me hago un paso atrás — Yo estoy bien en mi sector y... — Sus ojos se cristalizan y reúno el valor para decirle lo que pienso acerca de esto — Me gusta que seamos amigos pero...

— ¿Pero qué? — Pronuncia con la voz rota y me retracto. No quiero herirlo. — ¿Pero qué? — me toma de los hombros y me hace mirarlo a los ojos.

— No sacrificaré mi lugar de cazadora por ti — Entonces mi pecho duele y él mira hacia otro lado — Yo no soy como ustedes y... — Él se aleja de mi y lo escucho respirar profundo — Yo no podré darte lo que otra chica de aquí te ofrezca... Una chica como tú.. Lobo. — El levanta la mirada hacia mi y veo sus ojos tratando de contener las lágrimas. — Me tomarían como traidora, Patrick — Trato de hacerlo entrar en razón — Ellos me... — trago seco — Me acogieron cuando más lo necesitaba. — Abrazo mis brazos. La brisa está fresca.

— ¿Porqué? — silencio — Dame razones para entenderte y tal vez lleguemos a una conclusión. — Veo a otro lado que no sea el.

— Es complicado — El bufa.

— Siempre resultará complicado si no sabes que excusa dar — Y se transforma en un lobo café y me da una mirada llena de tristeza antes de irse.

[... ]

Camino sola por la manada llena de miradas de curiosidad y unas de asco. Me detengo en un parque y me siento en una banca a esperar nada. Tan sólo me siento me permito respirar profundamente hasta calmar esto que siento en el pecho.

Lo quiero, sí, pero mi sector es más importante que un chico.

Entonces veo que unos chicos de mi edad me ven morbosos. El asco en mi estómago se hace presente.
Y comienzo a recordar...

— Están locos mamá — susurro histérica. Hace unos minutos mi padre hizo un trato con un tipo peligroso de la ciudad. Al parecer a mi padre no le iba nada bien en el trabajo y pidió un préstamo alto para saldar sus deudas a un tipo peligroso

— Hija tienes que hacerlo — Esa no parecía mi madre y veo que quiere llorar — Por tu bien ¿okey? — bufo.

— Por el de ustedes dirás — Mi sangre se hervía. Y entraron unos tipos a mi habitación donde empacaba

— El jefe dice que no necesitarás nada. Lo que necesite él se lo comprará — Está loco si me pondré algo suyo — Andando — Me toma tan desprevenida cuando me toma del brazo y me arrastra.

— ¡Mamá! — ella pronuncia con los labios "Te amo, mi Megan" y los ojos llorosos. Después veo todo de cabeza ya que creo que me cargaron. Me siento mareada.

— Estarás en buenas manos — Escucho que dice el tipo al que mi papá me cambió.

Y ahí comenzó la historia que me avergüenza contar.

— Megan — Isabella está a mi lado en la banca, sentada, junto a Jayden que está en una mantita frente a mis pues. Isabella extiende su brazo y sus dedos quitan algo de mi mejilla; Una lágrima. — Sea lo que sea merece ser desahogado. — y mi cuerpo comienza a sentirse relajado al igual que mi mente como una especie de droga. Y mi boca comienza a hablar sola.

Patrick Evans

Me siento en paz cuando mis ojos ven al vacío. Quisiera no sentirme así ahora: Vacío.

Las palabras de Megan.

Que no quiere luchar por lo nuestro...

Arde.

Duele.

Quema.

Una lágrima escapa y luego otra tras otra y voy vaciandome. Mis sollozos silenciosos inunda el lugar silencioso y trato de calmarme. Todavía siento esperanza. Tal vez pueda hacer la cambiar de opinión.

El recuerdo de verla visto alejarse de mí... Dolió como nunca. Ella nunca lo había hecho. Y me dolía.

Comienzo a relajarme con el pasar de los minutos.

Link mental

Jake: Vuelve a la casa ahora. Tenemos que hablar.

Suspiro. Me recuesto en la gran piedra y veo el cielo azul. Suspiro y con todas las escasa ganas reunidas, me levanto.

Me transformo y corro a la casa de mi hermano disfrutando de la brisa en mi cara y el crujir de la ramas bajo mis pies.

Cuando llego me transformo a mi forma humana y atravieso la casa hasta dar con su oficina. Ahí lo encuentro con Isabella que en su rostro no está esa sonrisa amable.

— Ella me dijo cosas — Dice ella para romper el tenso silencio. — Debes de comprenderla, Patrick. Tiene sus razones para no querer arriesgar todo por su relación. — Algo se enciende en mí.

— ¿Cómo cuales?¿Qué no le intereso? — casi escupo, mi voz llena de rabia. Ella me da una sonrisa reconfortante.

— ¿Confías en mi? — pregunta ella dulcemente y gruño bajando la mirada y doy  un asentamiento con la cabeza. — Entonces sé paciente con ella — suspiro. — Ella te contará cuando se sienta lista.

— Bien — Murmuro derrotado. — ¿Y ella? ¿Dónde está?

— Esperándote — Señala los pisos de arriba. Voy y pienso en mi dignidad y...

— Creo que si debo de admitir que fui muy dura — Ella baja las escaleras y mis emociones se mezclan tanto que siento ganas de vomitar. — Pero es mi verdad Patrick — Suspiro.

— Al menos dame una oportunidad, Megan — ella está a una distancia prudente de mí, unos escalones más arriba que yo. — Puedo darte motivos para que te quedes — Ella suspira.

— No lo sé... — avanzo y me quedo a un escalón de ella tomando sus manos.

— Por favor dame la oportunidad de enamorarte

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