BUSCÁNDOTE

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Tess

Me remuevo incómoda en mi lugar. La chica tiene en sus bonitos ojos un brillo y sé el motivo: Patrick.

A millas se nota su interés en él.

Algo en mi interior se asienta con pesadez cada vez que la veo a su lado. Así que para mí bienestar emocional me muevo de ahí y me siento frente a Aless que parece estar consciente de la situación.

— Ansiaba verte y le pedí a mi hermano que me trajera — su hermosa sonrisa es dedicada a Patrick que se rasca la nuca sin saber que hacer. Bufo internamente.

— Mucho tiempo sin verte, Tess — murmura y sus ojos me buscan. — Te presento a...

— Espero que no sea de tus putas — espeta esta mirándome con desprecio y superioridad. Si supiera que puedo matarla con una simple lámpara.

— Soy su novia — declaro para molestarla y la palabra asombro para definir su rostro le queda corto. Por sus facciones angelicales pasan distintas emociones desde el asombro hasta la decepción.

— ¿Es broma? — le pregunta a Patrick tratando de contener la ira que la rodea.

— No, no lo es — Y se zafa de ella. Mi pecho se llena de alivio y aún más cuando se acerca a mí y entrelaza nuestros dedos. — Es mi novia y vamos a vivir juntos — Decir que está en shock es poco. Pasan largos segundos donde los tres la observamos en silencio. Aless, ahora su hermano, la observa con diversión, Patrick está tenso y yo solo siento curiosidad hacia lo que hará después la chica. Pasado un tiempo parece reaccionar y forza una sonrisa.

— Felicidades— Nunca en mi vida me habían dado una sonrisa tan falsa — Tienes un buen hombre a tu lado — A través de sus ojos puedo ver la furia que esconde y trato de no mostrar debilidad. — Espero que seas feliz — se dirige a Patrick.

— Si quieren podemos irnos a un motel — Se pone de pie enseguida Aless. Dejando la botella de vino sobre la mesa del centro.

— Pueden quedarse si no es un problema — eso último Patrick se dirige a mi y asiento

— Es tu casa al final de cuentas — Susurro y él niega con la cabeza.

— Es nuestra casa — declara firme y sonrío un poco — Pueden quedarse si así lo desean — Aless asiente y Tess parpadea lentamente — ¿Ahora me dirán como lograron entrar? — Aless sonríe abiertamente como si estuviera feliz de escuchar esa pregunta

— Entré por una ventana y abrí la casa para mi hermanita — se posa a su lado abrazandola por los hombros. Ella no hace ningún gesto. — Limpiamos las habitaciones de arriba y estábamos a punto de seguir aquí abajo — señala las bolsas y cuando me giro hacia donde están veo que efectivamente hay dentro de ellas detergentes y limpiadores.

— ¿Lo tenías planeado? — le pregunto a Patrick.

— Había planeado que se quedaría aquí ...

— Y llegué antes — se encoge de hombros y suspiro. — Lo cierto es que sólo hay tres habitaciones. — nos mira a ambos. Sus ojos grisáceos caen en uno y después en otro. — Supongo que no tendrán otra excusa que dormir juntos — sonríe como angelito y me tenso un poco.

— A menos que quieras que duerma yo con él — habla Tess y mis ojos caen ella enseguida. Estará loca.

— O yo puedo dormir con él — señala a mi mate y él frunce el ceño.

— ¿Porqué todos quieren dormir conmigo? — Aless ríe y Patrick parece divertido pero yo solamente escaneo con la mirada a la linda chica pelinegra ojo gris frente a mi.

Su cuerpo es delgado pero posee curvas que son notorias por el top lila ajustado que deja al descubierto su perfecto abdomen. Sus caderas anchas cubiertas por un pans gris y sus brazos cubiertos por un suéter del mismo color. Su cuello posee una fina cadena que en su centro cae un pequeño dije de corazón justo en el hueco de su clavícula. Su piel es cremosa y no puedo negar que no es perfecta. Su mandíbula es ovalada pero no a la exageración. Tiene unos labios carnosos y carmesí. Una nariz pequeña y unas cejas perfilada.

Sin duda una mujer bella.

Su estadía aquí al parecer será interesante.

[... ]

— Has estado algo callada — Patrick enciende el motor del auto cuando decidimos irnos de la cabaña. Terminamos de limpiar y cenamos un poco. Sin duda Aless es un gran tipo pero no puedo decir lo mismo de su hermana, que hace comentarios fastidiosos. En la cena no pronuncie nada debido a que me hacia sentir algo incómoda ante su intensa mirada plomiza.

— Estoy cansada — Cruzo mis brazos — Eso es todo — su mano va hacia la mia que está más cerca de su alcance y toca mis dedos suavemente. Mis dedos cosquillean ante su toque.

— No tuvimos nada ella y yo — confiesa cuando comienza a conducir. Me ve de reojo — Sólo hubo una ocasión donde la besé estando ebrio — admite y veo la vergüenza en su rostro — Aless nunca se interpuso pero desearía que lo hubiera hecho — sonríe — Desde ahí su obsesión por mí a aumentado y si me veía con una chica pobre de ella — ahora me ve fijamente a los ojos — No es que llevara muchas pero — intenta explicar rápidamente.

— No importa, Patrick, tú y yo aún no éramos nada — murmuro con calma viendo el paisaje oscuro a nuestro alrededor — No tengo derecho a enojarme si tuviste aventuras antes de que tuviéramos algo o simplemente que nos conociéramos — nuestras miradas nuevamente se entrelazan — No me enojaré si tienes exs yo...

— Nunca he tenido novia — sus ojos toman un brillo que nunca había visto. — Nunca tuve algo serio con alguien. — Eso sí que no me lo esperaba

— Pero si tu... — lo observo de pies a cabeza — No te creo — río nerviosa y no sé porque.

— ¿Porqué no me crees? — pregunta divertido fijando su vista a la carrera desolada.

— ¡Venga! Lo admitiré — comienzo con las mejillas calientes — Eres atractivo Patrick Evans — cuando se voltea hacia mi tiene una gran sonrisa en su rostro. — Y es imposible creer que no tuviste una novia. — lo veo de reojo. Digna

— Pues debes creerlo, Megan — sus cálidos dedos tocan levemente mi piel cuando toca un mechón de mi cabello y lo acomoda tras de mi oreja — Eres la primera y última chica que logra ganarse mi corazón — sin poder evitarlo me giro a mirarlo sintiendo como si estuviéramos en una burbuja.

Mi corazón late con fuerza en mi pecho, mis dedos hormiguean por tocarlo, mi estómago es invadido por emociones que amenazan con hacerme temblar y mis ojos no pueden parar de mirarlo.

— Tú también eres mi primer chico Patrick Evans — susurro en un hilo de voz y sonríe volviendo su vista al camino — Y supongo que el último — eso lo digo más para mi misma pero no siento temor sencillamente lo acepto y estoy gustosa de ello.

Porque Patrick Evans no sólo traerá nuevas emociones a mi vida si no también que la pondrá de cabeza