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Noche especial

Megan

Peino mi cabello y pongo labial en mis labios.

- Vaya que te gusta el lobito - canturrea Eddie viéndome a través del espejo. - Nunca te había visto arreglandote tanto.

Y tiene razón.

Suspiro - Es que... Me siento diferente con él - confieso y al ver su cara añado - Sé que es un lobo pero...

- Está prohibido - interrumpe. Abro mi boca para hablar - Te harán matarlo

- Lo sé pero... - suspiro - Nunca me había sentido así y quiero... Saber que es eso que siento - él me toma de los hombros.

- Megan - me ve directo a los ojos - Te gusta - define por mi y bajo la mirada. No quiero que me guste. No él. - Pero debes de tener en cuenta que uno de los dos va a renunciar a algo por el otro.

- Si tuviéramos algo... Si yo le gustara - murmuro - No podría ser porque estoy entrenada para matar cualquier lobo que se nos presente para terminar con su raza que desde hace muchísimos años vienen acabando con la humanidad.

- PERO te gusta - sonríe y bufo.

- Me siento diferente MÁS no sé qué sea amor. - aclaro - Me cuesta confiar en los hombres, Eddie - añado - Pero él... Con él no... No sé. - él sonríe dulce como lo haría un hermano mayor.

- No quiero que te haga nada - entonces me entrega su daga favorita - Si sale algo mal... Presiona esta piedra e iré con compañia para ir por ti - Veo el círculo azul brillante y lo abrazo ocultando mi cara de sus ojos. Él me rodea y nos quedamos varios segundos así hasta cuando nos separamos.

- Sí, lo haré - defino segura guardando la daga bajo mi pantalón donde llegan mis botas que de una forma la cubren. - ¿Vamos? - asiente y se pone una gorra negra para ocultar su cabello claro.

Llegó la hora.

Atravesamos las cabañas a paso sigiloso. A esta hora todos los guardias deben de estar en el billar o bebiendo algo.

Los demás cazadores deben de estar durmiendo

Eddie me toma de la mano y me arrastra al bosque

Patrick

Megan horas antes de la hora acordada me envió un mensaje diciendo que tenía un lugar más seguro para vernos y ahí voy.

Sólo me dejo llevar por su olor delicioso y doy con ella que está tomada de la mano de un tipo.
Que viste completamente de negro y tiene puesta una sudadera.
Algo dentro de mi se enciende y aprieto mis puños para controlarme

- Megan - Bajo la gorra diviso al tipo por el que nos interrumpió el otro día en la biblioteca. Sus misma facciones

- Patrick - Sonó tan seca que mi pecho se apretó. - Ya puedes irte Ed - ella le sonríe dulcemente y yo solo puedo fruncir el ceño. ¿Porque a él le habla bonito y a mí no?

Él chico me ve bajo la oscuridad que le da la gorra y se va

Cuando estamos completamente solos no evito preguntar.

- ¿Quien era ese? - ella se gira a mí y veo algo en sus ojos que nunca había visto. No sé cómo identificarlo.

- Es mi mejor amigo - explica sin más, baja la mirada y veo como está vestida. Un pantalón flojo con bolsas, una blusa negra ceñida al cuerpo pero de mangas largas, su cabello suelto y ondeado, sus pestañas levantadas y sus labios rosados al igual que sus mejillas. Se ve preciosa. - ¿De qué querias hablar?

- Okey al punto ¿eh? - Bromeo nervioso. Doy un paso adelante y ella no retrocede y doy otro para estar cerquita - ¿Haz escuchado lo de las almas gemelas de cualquier ser sobrenatural? - Y es cuando me doy cuenta que el lugar es perfecto. Nosotros entre los árboles bajo la luz de Luna con el sonido de las diversos animales que hay aquí y nuestras respiraciones complementando el lugar

- Sí, si lo he escuchado - Parece confundida - ¿Porqué?

- Porque tú eres mi alma gemela, Megan, mi otra mitad - Ella frunce el ceño y de un impulso estampo mi boca con la suya y beso esos labios rosados que desde que los vi e querido besar. Ella tarda en responder y cuando lo hace, lo hace lento y se vuelve tímida. La animo con mi boca moviéndose sobre la suya a subir de nivel. En confiar en mis labios como yo lo hago en los suyos. Poco apoco sigue mi ritmo. Y mi pecho se agranda al sentir sus pequeñas manos sobre mi pecho. Beso su labio superior con delicadeza y me embriago de su exquisito olor al igual que lo suave que es su boca. Pongo mi mano en su cintura atrayendola a mí y ella jadea, enloqueciendome. Nuestras lenguas se encuentran y me siento en el jodido cielo al estar dentro de su boca con su cuerpo en mis manos. Separo un poco nuestros labios - ¿Sientes esto? - pongo su mano derecha, que estaba sobre mi pecho, en mi corazón desbocado - Esto es por tí - sus ojos encuentran lo míos - Megan, soy tuyo - Desde aquí puedo escuchar su corazón latir como el mio tan sólo con esas palabras.

Y ella se separa de mi privandome de la calidez de su cuerpo.

- Patrick - Sus ojos muestran tristeza que me parte el alma - Yo soy una cazadora. - Me apresuro a tomar sus manos con las mías para evitar que se vaya

- Lo sé lo sé... Pero podemos encontrar una manera para seguir juntos - digo con una esperanza visible. Ella niega con la cabeza.

- Lo nuestro está prohibido, Patrick - un trozo de mi corazón se cae al suelo. No quiero escuchar lo que va a decir - Rechazame - mis ojos se cristalizan.

- No lo haré - Ella baja la mirada al ver mi decisión - Estuve tanto tiempo buscandote - confieso - No te dejaré ir

- Yo Megan... - Comienza a decir y me apresuro a besarla y clavo la jeringa en su brazo haciendo que ella de un chillido

- Lo siento Megan pero vendrás conmigo.

- Pa. Patrick - y cae en mis brazos.

Camino con ella en mis brazos y me calmo con su olor cerca.

No puedo creer que iba a rechazarme.

Jamás lo permitiría.

La llevaré a mi casa y veré que hacer para hacerla cambiar de opinión. Después de unos minutos de caminar a una rápida velocidad llego a los límites de la manada. Y me encuentro a Aaron.

- ¿Quién es ella? - pregunta al verla en mis brazos

- Mi mate - sonrío como niño pequeño y el frunce el ceño.

- Es cazadora - entre cierra los ojos.

- Lo sé.

- Querrá matarnos - añade

- No lo hará.

- ¿Qué te hace pensarlo? - se cruza de brazos y me sigue cuando comienzo a caminar - Hace años me lié con una cazadora sin saberlo y trató de matarme al darse cuenta que era un lobo.

- ¿Y que hiciste? - pregunto.

- La maté.

Estamos frente a la mansión Evans y veo a Isabella salir con los brazos cruzados.

- ¿Qué acabas de hacer Patrick? - dice cuando me tiene de frente - Creí que eras mejor que tu hermano mayor - se refiere a Jake que está atras de ella, él al escucharlo pone los ojos en blanco.

- ¡Ya no soy la oveja negra! - bufa y ella ve con interés y curiosidad a la chica que tengo conmigo inconsciente.

- Llevala a una de las habitaciones de huéspedes. - señala adentro de la mansión - Yo trataré de explicarselo todo de la mejor manera - sonríe amable - No te preocupes.

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