Buscando al chico de Wattpad.©✔

Capítulo 1

Las hojas de los árboles afirmaban que el otoño estaba a punto de llegar. De vez en cuando una ventisca fuerte arrasaba con ellas, las elevaba y luego, las dejaba caer. En ese momento Maicol se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, Laura estaba a punto de llegar y si eso ocurría todo su mundo podía cambiar. Por eso estaba nervioso, por eso repiqueteaba los dedos a un lado de la banca en la que se encontraba sentado, por eso observaba de un lado a otro esperando a que apareciera ella para confesarle de una vez por todas su amor. De esa forma terminaría todo.

Los minutos pasaron, las hojas de los árboles cayeron, el frío de la noche lo envolvió, ella nunca llegó...

—¿Eso es todo? —Pregunté al aire y nadie me respondió. No lo hicieron porque eran las 2:00 am de la madrugada y porque a menudo hablaba conmigo misma. Sí, sé que eso es de locos, pero nunca he dicho que sea una persona cuerda. La cuestión es la siguiente, estaba leyendo un libro de Wattpad. Últimamente, desde la partida de mis dos mejores amigos a sus respectivas universidades no dejaba de leer en la plataforma naranja y no solo eso, sino que mi obsesión estaba dirigida a cierta persona. @Nosoylucas. Bueno, él era un escritor misterioso que me dejaba sin aliento cada día con sus libros. ¿Por qué? Solo miren esto:

Entonces la tomé en mis brazos y la senté en el borde de la encimera. Sus labios rojos me pedían a gritos que los devorase y lo hice, los tomé, los hice míos. Recorrí entre gemidos de placer cada parte de su cuerpo mientras me pedía a gritos que la hiciera mía...

¿Ven? Es que, escribe tan bien y es tan sexi, tan seductor, tan...
Mordí la almohada de solo pensar en sus manos recorriendo mi cuerpo.

—Lianed apaga la luz. —Murmuró Rebeca desde su cama y al abrir los ojos y verme con la almohada aún entre mis dientes murmuró —¿Qué estás haciendo con esa almohada, pervertida?

La solté de inmediato —Pervertida tú, solo estaba aquí... Bueno sí, estaba imaginando que esta almohada era Nosoylucas.

—¿Sigues con eso?

—Claro que sí, por él estoy aquí. A partir de mañana comienza mi casería para encontrar al amor de mi vida de una vez por todas. —Lo dije elevando una mano poniéndole dramatismo al asunto.

Rebeca puso los ojos en blanco y de inmediato vino a mi mente mi mejor amiga.

—¿No te has puesto a pensar que ese tal "Nosoylucas" puede ser un anciano rabo verde o un chico menor que tú?

—¡Claro que no! —Me puse de pie en mi cama y salté para la de ella, las dos estaban una al lado de la otra. —NosoyLucas es de mi edad, quizás un poquito mayor, pero qué más da, lo tengo que conocer.

—Vale, ahora duérmete que mañana tenemos un día muy largo.

—No tengo sueño. ¿Y si vemos una película?

—No, nada de películas, ve para tu cama y apaga la luz que pronto va a amanecer.

De mala gana me lancé de su cama a la mía y me acosté después de apagar las luces.

—¿Rebe?

—¿Mhm?

—¿Estás dormida?

—Sí.

—¿Y por qué contestas?

—Hablo dormida.

—Pesada... —Me lanzó una almohada y me dio en la cara.
De mala gana me quedé en silencio.

Ahora sí, se preguntarán en donde estaba y quién era Rebeca. Pues estaba en una residencia enorme que albergaba a todas las chicas de la universidad de Alivian. La más grande y prestigiosa de toda Verdalia. Y estaba estudiando filología. Mi habitación la compartía con esa que estaba a un metro de mí. Ella era Rebeca, una chica delgada de piel pálida, ojos azules y cabello negro azabache. A ella la conocía desde hacía unas semanas. Cuando me dijeron que sería mi compañera de habitación me dieron su número en secretaría y de inmediato la contacté para irnos conociendo. Porque en verdad les digo, pasé toda mi vida pegada como chicle a Ethan y Miseria, mis dos mejores amigos, y necesitaba si o si llevarme bien con alguien. Ese alguien definitivamente sería Rebeca, la chica ingenua perfecta para que me ayudase en el maravilloso plan que estaba a punto de llevar a cabo. Pero eso es algo que les contaré más adelante.

—Lía, no te quería decir nada porque te conozco ya y sé que esto te va a provocar insomnio, pero tengo buenas noticias. Investigué y tenemos dos Lucas en la Universidad.

—¿Dos? ¿Cómo descubriste eso?

—Tengo mis contactos, ahora te envío sus nombres completos por WhatsApp. —Encendió su celular y la luz de la pantalla iluminó su rostro.

De inmediato me llegaron los nombres y los observé. Dos Lucas, dos chicos distintos. ¿Podía ser uno de ellos mi Lucas? Busqué al primero en Google.

—Este Lucas tiene cara de que no se entera de nada. Aunque es apuesto —Observé la foto y se la mostré, era un chico un año mayor que yo, de cabello rojo y ojos claros. 

—A ese lo estuve investigando y sé algunas cosas sobre él.

Elevé la mirada y sonrió.

—Veo que te estás metiendo de lleno en mi investigación.

—¿Cómo no iba a hacerlo si no dejas de hablar de tu obsesión para nada sana por "Nosoylucas"?

—Calla, él puede estar por aquí o alguien que lo conoce. Hasta donde sé no quiere revelar su identidad y estas paredes tan finas tienen oídos. Ante anoche sentí unos gemidos raros aquí al lado.

—Lianed...

—Lía. —La corregí.

—Lía, nunca me contaste cómo fue que supiste que ese tal NoSoyLucas estudiaba aquí.

—Digamos que tengo mis contactos y me ayudaron a investigar. En fin cuéntame qué sabes de ese chico.

—Lucas Leiva, más conocido como el pelirrojo. No tiene novia en estos momentos, pero si muchos amigos y va a estar mañana en la fiesta de cumpleaños de Adrián.

—¿Quién es Adrián?

—El amigo de una compañera de clases de biología.

—¿Podemos ir a esa fiesta verdad?

La chica me observó con los ojos agrandados. —No conocemos a nadie ahí.

—¡Y qué! Podremos entrar sin ser vistas y, si tengo suerte podré robar su celular.

—¡Qué!

—Lo sé, es injusto meterse a una fiesta sin ser invitadas y no quedarnos, pero si mi plan funciona nos quedaremos y si tengo suerte podré conseguirte un novio.

—¡Yo no quiero un novio! —Reclamó.

—Si te van las chicas no hay problemas...

—No es eso Lía, es que no me gusta salir, prefiero quedarme aquí en la residencia donde no me puede suceder nada malo.

—¿Sabías que sé kárate? Bueno, pues sé, estuve en una clase una vez y aprendí algunas cosas. Venga por favor, si esto resulta podré ser una compañera de habitación normal y te dejaré tranquila.

Lo pensó por unos segundos y al ver la mirada de perrito degollado que le estaba dando se rindió.

—Estaaa bien.

De esa forma me abalancé hacia ella para abrazarla y antes de dormirme por fin dije mirando al techo oscuro con una sonrisa traviesa

—Chico de Wattpad voy a por ti...