Buscando al chico de Wattpad.©✔

Capítulo 8

Si creían surrealista la primera nota la segunda lo fue mucho más. Iba a exponer un trabajo práctico de historia frente a todos cuando abrí mi cuaderno y me quedé completamente paralizada. No me importaron la veintena de miradas puestas en mí, ni que la profesora me preguntara que si todo estaba bien. Me encontraban en la luna, o sabe dios donde.

Dime qué escondes detrás de tus sueños rotos como para encontrar los míos admirables. Dime qué sientes al cerrar la puerta para estar contigo misma. Dime qué te hace pensar que no soy un puñado de letras distorsionadas.

La profesora carraspeó devolviéndome a la realidad y fue cuando reaccioné regresando a lo que estaba haciendo.

Tras terminar el turno de clases me fui al jardín trasero del edificio principal. Sabía que ahí nadie me interrumpiría. Necesitaba estar sola. Sus palabras aún daban vueltas en mi mente. ¿Quería que le respondiera, o era una especie de metáfora? Ojalá me hubiera sucedido como a mi mejor amiga que el amor de su vida le escribió por chat, por ahí todo es más fácil.

Al fin me decidí tras pensarlo mucho y lo hice. Escribí todo lo que sentía, lo que me intrigaba, mis suposiciones y cuando me iba a poner de pie para entrar al edificio recibí una llamada. Era Ethan, mi mejor amigo, aquel chico con el que mantuve una relación poco convencional.

—¡Ethan, cuanto tiempo! —Exclamé feliz, pero lo siguiente que dijo hizo que la felicidad que sentía por recibir su llamada desapareciera. 

—¿Por qué no me lo dijiste?

Su voz fue cortante y carecía de afecto. Sabía a lo que se refería y me dolía que lo supiera. La única persona además de mis padres que estaba enterada era Miseria.

—¿Te lo contó Miseria?

—¡Qué importa! ¿Sabes cómo me siento ahora? Traicionado. Sé que llevamos mucho tiempo sin vernos y que nada es igual que antes, pero sigo siendo tu amigo. ¿Eso no te importa ya?

Sus palabras se sentían como puñaladas en mi corazón.

—Claro que me importas, eres mi mejor amigo, tú y Miseria son muy importantes para mí.

—¿Entonces por qué razón decidiste dejarme a un lado con esto?

—¡Necesitaba tiempo! Tiempo para estar conmigo misma, tiempo para pensar en todo...

—¿Sabes qué?, te daré tu tiempo, si eso es lo que quieres, pero recuerda que del otro lado del mar hay alguien con el que puedes contar en todo momento. Que nunca se te olvide eso.

Diciendo eso colgó, no me dio tiempo a decir nada y el sonido de la línea al caerse la llamada me dejó aturdida. No dejaba de decir en mi mente «Él lo sabe, él lo sabe, él lo sabe, él lo sabe». Sin verlo venir las lágrimas empezaron a tomar forma hasta que alcanzaron el tamaño apropiado para descender.

Por mucho tiempo creí que si ignoraba el mal y fingía que nada sucedía todo iba a estar bien. Estaba tan equivocada, la evidencia era Ethan, no quería que lo supiera de ese modo. La realidad estalló ante mí con aquella llamada y todo regresó de golpe. El dolor, el miedo, la inseguridad, la culpa. Todo lo que por mucho tiempo quise evitar seguía ahí y dolía igual que el primer día.

En ese momento escuché una voz, era Adrián que venía por detrás de mí.

—¿Qué haces tan sola en un lugar tan peligroso como este? Seguro no te han contado que en este lugar aparece el fantasma de una chica que murió hace tiempo, su espíritu vaga entre... —Al sentarse frente a mí y ver mi cara su rostro de burla se transformó. —¿Qué te sucede?

En ese momento tuve la necesidad de sentirme protegida y lo hice. Me abalancé hacia él y lo abracé llorando. No sé si la escena se vio algo forzada o patética, pero en ese momento era lo que estaba necesitando, que alguien me dijera que todo iba a estar bien. Lo peor de todo, lo que nadie sabía era que necesitaba protegerme de mí misma. Yo era la causante de todo lo ocurrido. Fui la que apretó el gatillo para lanzar la bala que acabó con mi vida. La que se descuidó y no se dio cuenta del grave error que cometía.