Buscando al chico de Wattpad.©✔

Capítulo 13

Me encontraba en la biblioteca cuando llegó María y se sentó a mi lado mientras ponía un libro frente a mí.

Le di la vuelta a este y leí en voz alta el título. —¿El guardián entre el centeno?

Mi amiga se encogió de hombros. —Según la bibliotecaria ese fue el último libro que pidió Lucas Dicelmo.

—¿Crees que tenga alguna relación con su desaparición?

—No tengo ni puta idea. ¿Sabes?, siempre he tenido una teoría con respecto a la desaparición de Lucas y ahora la corroboro con este libro. ¿No crees que quizás solo se marchó y decidió abandonar todo? Quien quita que ni siquiera quiere ser encontrado.

—¿Y por qué dices que ahora puedes corroborar eso?

—Si leyeras más clásicos de la literatura universal y menos libros de Wattpad me entenderías.

—¿Quieres decir que tengo que leerme este libro con nombre para nada atrayente para entender lo que quieres decir?

Maria se puso de pie y contestó. —Lee y después me buscas. No todo es Wattpad, aquí mismo hay cientos de libros que te dejarían fascinada.

De esa forma se marchó y me quedé ahí en silencio observando aquel libro.

Para ponerlos en contexto. Después de recibir la amenaza de Megan decidí mantener un perfil bajo para que todos incluida Rebeca creyeran que había abandonado mi investigación. Los únicos que sabían que no lo había hecho eran Maria y Lucas el pelirrojo. A Maria le conté la verdad porque es la menos interesada en mi investigación y tampoco guardaba ninguna relación con Lucas Dicelmo ni con ninguno de sus amigos. Y confié en el pelirrojo porque... Seré sincera con ustedes, había algo en su mirada que me decía que confiara en él así que lo hice.

Me dolía mantener a personas como Adrián y Rebeca fuera de todo esto, pero no me podía arriesgar. Tenía que ser inteligente para lograr mi objetivo y ese era encontrar a Lucas Dicelmo.

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Estábamos culminando nuestro turno de clase de Español. Nuestro profesor Lucas nos explicaba algo que no me tenía muy entusiasmada. Para los exámenes debíamos crear una pequeña historia. Solo eso me faltaba a mí que tan mal se me daba lo de escribir.

—¿Alguna duda? —Preguntó y por la mirada que me dio sentí que hablaba conmigo.

Ya que nadie respondió se dio la vuelta y comenzó a borrar la pizarra.

Al tocar el timbre todos se pusieron de pie. Todos menos yo que esperé a que solo quedáramos nosotros dos para hablar más a gusto.

—Lianed, ¿se le ofrece algo?

—Sí, bueno el caso es que no se me da muy bien eso de "contar historias". Otra cosa, por favor no me diga Lianed, se lo he dicho varias veces ya.

—Lianed, ¿te puedo hacer una pregunta? —Asentí poniendo los ojos en blanco porque me ignoró completamente con lo de mi nombre. —¿Qué haces en esta universidad?

Fruncí el ceño sin entender. —¿Qué?

—Si, ¿para qué quieres estudiar esta carrera que escogiste? ¿Qué te llevó a pensar que esto es lo que quieres para tu futuro?

Me quedé en blanco y no supe qué responder. Obviamente no lo sabía porque todo lo había hecho por puro impulso. No estaba estudiado filología porque me gustara escribir o porque amara la literatura. Lo estaba haciendo para poder encontrar a alguien que ni siquiera conocía. Díganme loca, pero en ese momento me sentí la persona más estúpida de la tierra.