Buscando al chico de Wattpad.©✔

Capítulo 23

¡Este capítulo contiene contenido adulto! 🔞

-Llamé al policía que llevaba el caso de Lucas Dicelmo y me dijo que no eran pruebas suficientes para reabrir el caso. Yo le aseguré que iba a continuar mi investigación y me dijo que mientras no hiciera nada ilegal lo podía hacer.

-¿Y ahora qué piensas hacer? -Me preguntó Rebeca desde su cama.

Las tres estábamos en la habitación. Maria se miraba en el espejo detenidamente. No creía que nos estuviera escuchando.

-No lo sé, pero quería que me acompañaras a un lugar para corroborar una afirmación que me hizo Adrián.

-¿Cuándo sería eso?

-En una hora.

-No podré ir, quedé con Maria para acompañarla a una cita a ciegas.

Miré a Maria interesada en el asunto y ella se dio la vuelta para mirar a Rebeca con cara de odio.

-¿Por qué eres tan chismosa?

Rebeca la miró riendo y hablé yo.

-Maria, yo que creía que tu amor por el chico armario era real.

-Ja, ja, mejor me rio. Nunca me he enamorado y dudo que suceda ahora. Solo me quiero tirar a alguien nuevo y ya.

-Nunca digas nunca. Mirame a mí, llegué a este lugar buscando un Lucas y terminé interesada en otro que lejos está de parecerse al que en verdad buscaba.

-Es un trabalenguas. -Se rio Rebeca.

-En todo caso. -Afirmó Maria -Soy una mujer de mi tiempo, una a la que le gustan las relaciones sin compromisos, una que lleva una vida como quiere alejada de lo que la sociedad espera de ella.

-Deberías hablarle a tu madre de esos temas. El otro día me dijo que no podía estar por la universidad en shorts cortos porque esta es una "institución de respeto". -Habló Rebeca poniendo los dedos en forma de comillas.

-Ja, si supiera la hija que tiene. Lo bueno es que me da igual lo que piense ella.

-Es tu madre. -Dije -Buena o mala te trajo a este mundo. Gracias a ella estás hoy aquí.

-Me trajo a este mundo para dejarme tirada en un orfanato.

-Lo que Lía quiere decir es que deberías de eliminar ese odio que llevas dentro.

Maria se pasó las manos por la cien y nos observó detenidamente. Sabía que estaba al explotar, a ella no le gustaba hablar de ese tema.

-Chicas -Dijo y cambió su expresión a una más relajada dando una vuelta -¿Cómo me veo?

Las dos elevamos los pulgares a la vez y ella se sintió conforme. Sabíamos que eso significaba que debíamos cambiar de tema.

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Era una noche muy fría, el parque estaba cubierto de una fina capa de nieve. Detrás de mí la universidad parecía un lugar completamente desierto. A esa hora solo el guardia merodeaba por ahí. Los demás estaban o en sus recidencias en cama por el frío invernal o en la fiesta del club nocturno a la que me habían invitado.

La luz de un auto me enfocó y frenó frente a mí. Me incliné un poco y lo vi. Lucas Leiva estaba frente al volante.

Abrí la puerta y me senté en el asiento del copiloto.

-¿Y tu moto? -Pregunté en cuanto cerré la puerta.

-Es de noche y la carretera está húmeda con la nieve. Preferí pedirle el auto a Milton.