El cielo estaba oscuro, parecía a punto de anochecer y pequeñas brisas de aire batían contra nuestros rostros.
Ambos caminábamos lentamente por la acera del parque. A lo lejos unos niños jugueteaban con un triciclo y esa imagen a mi parecer era un poco deprimente. Me recordaba a lo ingenua que era de pequeña y a lo equivocada que estaba con respecto a todo.
—¿Por qué no me lo dijiste? —Su voz sonó a reproche y sabía que estaba dolido.
Su pregunta permaneció en el aire por un momento hasta que nos sentamos en una banca. Yo de lado, él de frente a mí.
—No quería hablar de eso, aún no lo quiero hacer.
Me miró y apartó una hoja que tenía enredada en el pelo.
Por un segundo intercambiamos nuestras miradas y parecía que no hubiera trascurrido nada de tiempo. Por un segundo seguimos siendo aquellos dos niños de años atrás.
—¿Sabes que suceda lo que suceda siempre estaré aquí para ti, no? Miseria y tú son muy importantes para mí.—Igual lo eres tú para nosotras.
—¿Entonces sabes cómo me sentí cuando lo supe? —Agachó la cabeza —Quise tomar un avión hasta tu universidad y darte un abrazo para que supieras que no estabas sola. Por lo único que no lo hice fue porque pensé que si no me lo habías contado era porque no me necesitabas.
Sus palabras me partieron el corazón. Ethan era mi amigo, estaba más que probado que me iba a apoyar en todo momento y simplemente no le conté. La verdad es que ni siquiera sé por qué no lo hice. A lo mejor fue por lo rápido que fue todo. No tuve tiempo de pensar.
Lo miré con los ojos cristalinos y le susurré. —¿Es demasiado tarde para recibir ese abrazo?
No tuve ni que esperar. Me abrazó de inmediato y se sintió bien estar entre sus brazos. Extrañaba estar así, no por el hecho romántico porque lo nuestro había quedado en el pasado sino por nuestra amistad. Nunca es tarde para pedir perdón así que lo hice.
—¿Me perdonas?
Nos separamos y me observó con sus ojos amarillos. —Ni siquiera tengo que perdonarte nada, tonta. Solo quería ser dramático contigo.
Sonreí, pero antes de que pudiera decir palabra alguna me entró una llamada y me puse de pie para contestar.
—Diga. —Sentí una respiración, pero nadie habló así que volví a insistir. —¿Diga?
Miré a Ethan y este subió las cejas para preguntar qué ocurría.
—Al parecer es un número equivocado.
Volví a mi lugar, pero antes de sentarme un mensaje llamó mi atención.
Número desconocido: Tengo información de NoSoyLucas, si la quieres cuando regreses a la universidad te espero en el parque lagon a las seis de la tarde.
Fruncí el ceño y al parecer mi compañero notó mi nerviosismo.
—¿Qué está pasando?
Lo miré y supe que no tenía escapatoria. Tenía que contarle lo que me estaba ocurriendo.
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Con el pasar de los días llegó algo inevitable, el regreso a nuestras vidas.
Los tres decidimos irnos el mismo día a nuestras universidades para aplazar por más tiempo nuestra despedida. Y es que con ellos siempre fue así, era muy fácil encontrarlos, lo difícil era dejarlos ir.
—En estos momentos estoy teniendo un dejabu'. —Canturreó nuestro amigo forzando una sonrisa.
Sabíamos a lo que se refería, a ese momento de nuestras vidas en el que nos separamos de él porque se mudó con sus padres lejos de nosotras.
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Buscando al chico de Wattpad.©✔
Teen FictionDicen que no podemos amar a más de una persona al mismo tiempo y que la universidad es una de las mejores etapas de nuestras vidas. Les diré que a mi todo me sucedió al revés. Quizás se deba a que no soy una chica normal, nunca lo he sido. No sé cuá...