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— Pa — Saludo feliz, al par de que alzaba sus manitas en dirección a su pa
— Hola ranita — saludo mientras lo tomaba en brazos —¿Cómo estás?
— Pa — habló abrazando el cuello del mayor
— Yo también te extrañe, bebé -dijo besando la cabecita del menor
La familia estaba lista para irse a casa de los Styles. Al parecer todo iba bien. Louis y Hassan eran unos muñecos, vestían un duo al que Harry se les unió. Parecían una linda familia, pero no lo eran. Jay y Lottie iban del mismo color que los dos hombrecitos. Harry saludo amablemente a las mujeres. Jay respondió pero Lottie se veía más sería de lo normal o al menos el rizado la recordaba más amable con él. Pero bueno. Antes, ella no sabía lo que Harry había hecho. Ahora que lo sabe, no puede estar tranquila, menos sabiendo que sus dos hombresillos sienten algo por el rizado.
Subieron al carro de Harry y manejo con dirección a su casa. El camino fue rápido. Anne y Gema ya los esperaban. Louis bajo con el cachorro en brazos y Harry con su ranita.
Los hicieron pasar. La fiesta de fin de año comenzó, Gema presento a su bebé recién nacido. Hassan estuvo atento al otro pequeño, lo veía y analizaba. Tocó sus mejillas y pequeñas manitas. Era un bebé como él y eso le emocionaba
— ¿Que pasa amor? — preguntó el castaño al ver a su bebé un poco ansioso
— ¿Mi? — Preguntó con sus ojitos brillosos, sus pupilas dilatas y esa mirada enternecedora que lo caracteriza
— No amor, ese bebé no es tuyo. Es de Gema — explicó con amabilidad a su bebé
— Es tu primito, ranita — dijo el rizado
— Hazz — regaño al rizado
— ¿Que? Es hijo de su tía Gema
El castaño rodó los ojos y el rizado sonrió. Ambos veían los movimientos de la pequeña ranita. Estaba enamorado del otro pequeñito, Gemma veía atenta los gestos que hacía el ojiazul menor, estaba muy concentrado analizando al pequeño que estaba recostado en su porta bebé
— ¿Que pasa Hassa? ¿Quieres uno? — preguntó la mayor, en dirección al pequeño
— Iii ¿Mi? — volvió a preguntar. El quería ese bebé. Quería un bebé. Quería cuidar de uno y tener un acompañante. Jugar solito con su cachorro, ya no le estaba gustando
— ¿Si quieres uno? — volvió a preguntar
— Iii — pidió feliz
— Dile a papá, ranita — habló el rizado mientras dirigía su mirada hacia el castaño
— Lou, no te hagas el sordo — bromeó Gema
— Así estoy bien por el momento — habló sonrojado
— Más que servido, mi Lou — apoyo la mayor a su hermanito. Así está bien
La hora de la cena llegó, ambas mujeres mayores sirvieron y estuvieron atentas a sus hijos. Habían estado analizando el comportamiento de la parejita que no es pareja aún pero justamente estaban viéndose cómo si fueran una familia, con su hijo en brazos y su cachorro por un lado ¿Quien los entendía? ¿Eran o no eran? ¿Querían o no?
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Eran las doce en punto. Un año estaba comenzando, la emoción, los nervios y la adrenalina no hicieron que el rizado pensara bien lo que iba hacer, simplemente se dejó llevar. Y cuando reaccionó ya tenía sus labios en los del castaño y sus brazos rodeando a los dos menores. El ojiazul había quedado estático, sentía sus mejillas arder. El beso duro unos segundos ya que fueron interrumpidos por unas pequeñas manitas que acariciaban sus mejillas
— Lou, yo, emm..
— Feliz año Harry — sonrió
— Feliz año Lou
— ¿Pa? ¿Mor?
Ambos sonrieron. Él rizado tenía los ojos brillosos
No podía negarlo, estaba hasta las manitas por el castaño y era mutuo, al parecer. Ese beso lo había confirmado. El rubor en las mejillas del castaño decía más que las palabras. Hablaba por si solo.
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— Lou ¿Podemos tomarnos fotos? — preguntó con una sonrisa en su rostro
— Si — sonrió
— Vamos al jardín. Quiero mi celular lleno de fotos tuyas y de mi ranita
El castaño asintió. Se alejaron de la familia, dirigiéndose hasta el patio. Harry cargaba a Hassan y Louis tenía el celular del rizado en su mano, tomaba las fotos y selfies sin contarlas. Estaban demasiado felices. Louis estaba confiando una vez más en Harry. Eso estaba tratando. Al parecer todo iba bien. Iban a estar bien. Se puso a revisar las fotos que se habían tomando y el celular del rizado se le resbalo de las manos, se le iba a caer. Lo tomó de nuevo entre sus manos, sin darse cuenta que se había salido del álbum en el que estaba y justo aparecieron unas fotos, unas de Harry que al parecer se había tomado en navidad puesto que traía la misma ropa con la que había ido a dejar al cachorro. Unas fotos de alguien que él conocía muy bien. Ese alguien estaba cargando al pequeño cocker que le había regalado Harry a su niño. Conocía ese hombre, lo detestaba tanto y ahí estaba junto a Harry, abrazándose y besando la mejilla del rizado. Y ahora había llegado un mensaje Elio era el nombre de contacto. Él leyó, lo que decía. Feliz año amor. Estaba acompañado de un corazón rojo. Se sintió morir en ese momento. Sentía que sus piernas no querían responderle para dirigirse hacia donde estaba el rizado con su hijo. Cómo pudo de acerco a entregarle el celular y se fue al baño. Tenía unas ganas inmensas de llorar. Estaba tratando de confiar en Harry y las fotos con ese tipo y ese mensaje que acababa de llegar, no ayudó en nada. Se encerró en el baño y se derrumbó. Lloró como algunas veces su bebé lo hacía. ¿Porque tenía que aparecer de nuevo? ¿Porque esa familia no lo dejaba en paz? ¿Porque Harry quiere tener algo con él, si claramente tiene algo con el que era su cuñado?
El castaño se sintió mal esa madrugada, así que optó por hablar con su hermana y decirle lo que pasaba. Le pidió que no armara ningún escándalo, solo quería irse. Así que lo hicieron. El rizado los llevo a su casa. Sin entender que había pasado
