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El castaño giró en el regazo del rizado, hizo pequeños movimientos que en seguida lo endurecieron
— A-mor — susurro — Bajate bebé
— No, Harry — puchereo
— Bebé, estás... — no tuvo tiempo de responder, el castaño había dado un pequeño saltito en su entre pierna — ¡Joder! — le fue inevitable poner los ojos en blanco. Estaba disfrutando lo que él castaño hacia
— Hazz — llamó al rizado que seguía con la cabeza inclinada hacia atrás
— ¿Que pasa amor? — Intento hablar. Pero el castaño se volvió a frotar en su entre pierna — Amor, espera un poco. Aún no. No quiero que sea así
— Quiero, Harry — habló con sus mejillas pintadas de rosa
— Aquí no amor — trato de regularizar su respiración — Tu mamá está a unas recamaras de nosotros y Hassa está dormido aquí a un lado
— No importa, seré silencio. Dijiste que me deseabas, que te encantó — puchereo con carita de cachorro — Por favor ¿Si? Ya estás duro, Hazz — delineó con su dedo el bulto ya notorio en los pantalones del rizado
— Tu me pusiste duro — rio — Aquí no, mi vida. Espera un poquito más ¿Si? — beso tiernamente los labios del castaño — solo un poquito más, bebé
— Yo quiero ahorita ¡ya! — puchereo cabizbajo
— No hagas berrinche. No quiero que sea así — hablo tranquilo — Lo haremos pero será bonito, vamos a tener buen recuerdo
— Ni que fuera mi primera vez — habló con un toque de molestia dando pequeños saltitos en la entre pierna del rizado
— Pues no — intento poner firme al castaño, apretando su agarre en la cintura de él. Cada vez estaba más duro por culpa de Louis — pero si será la primera vez entre nosotros y tiene que ser linda — dejó un pequeño beso en los labios de su novio — me encantas, me tienes demasiado duro — dió una pequeña embestida en el trasero de Louis. Y el castaño pudo sentir lo duro y grande que estaba Harry
— Es grande — sus ojitos brillaron — ¿Puedo verla? — habló sonriente. Muy feliz como si quisiera abrir el regalo que le acababan de dar — ¿Si? ¿Me dejas? — habló intentando desabrochar el pantalón del rizado
— ¡Hey! — rio — ¿A dónde? — tomó su pantalón impidiendo que el castañito lo desabrochara — ¿Con permiso de quién estás abriendo mi pantalón?
— Tuyo — sonrió — ¿Si? ¿Me dejas verla? — intento hacer ojitos para seducir al rizado — Déjame ayudarte. Si no quieres que lo hagamos está bien, pero ¿me dejas tocarla un poquito? — de nuevo hizo la carita de cachorrito. Se veía demasiado tierno y eso estaba calentando más al rizado — Por favor. Déjame tocarla tantito, solo poquito — junto sus dos deditos haciendo indicación con ellos la cantidad de "poquito"
El rizado rio al ver el comportamiento que estaba teniendo su novio. Lo acercó despacio a sus labios y lo besó. El beso comenzó lento y tierno pero la calentura del castaño lo volvió un beso rudo, salvaje, que demostraba las ganas que tenía de querer estar con él rizado. Harry apretaba su agarre en la cintura del castaño para que sintiera la dureza que tenía en sus pantalones. Dió una pequeña embestida y el ojiazul, jadeo.
— Puedes verla. — dijo dando un corto beso a su pequeño — Está ansiosa por salir
El castaño aplaudio con sus manitas en forma de festejo, se bajó del regazo del rizado y comenzó a desabrochar el pantalón con movimientos torpes
