☾•✸
— ¿Pa'?
— Ya viene, amor. — habló besando la cabecita de su pequeño — Va a llevarte al doctor
— ¿Pa i a mi aita?
— Si Hassa — sonrió — Papá acompañará a su ranita
— Iiii — gritó alzando sus manitas — aita eliiii
— ¿La ranita está feliz? — pregunto con lágrimas en los ojos —
— Iii. Mor, ¿Pa' mam mam mi?
— Si, papá comerá contigo
— Pa' ¿Omi mi?
— Si, papá dormirá contigo
Veinte minutos después, el rizado estaba tocando la puerta de la casa de los castañitos. Ellos ya esperaban por él, así que salieron para dirigirse al hospital donde el pediatra de Hassan atendía.
En cuanto llegaron el turno del pequeño ojiazul, llegó. Pasaron. Él estaba de lo más sonriente en los brazos de su pa
— Hola, hola. Pero cuánta felicidad desbordas Hassan — habló en dirección al menor —
— Oa, ia a mi pa — habló en dirección al doctor mientras con su dedito señalaba al ojiverde
— ¡Wao! — fingió sorpresa — Te trajo tu papá. Eso quiere decir que estás mucho mejor ¿Verdad?
— Demasiado — intervino el castaño — está en perfectas condiciones, creo. Trae a su medicina con él
— Si, es lo que veo. ¿Que paso Harry? ¿Porque no habías venido? — pregunto al ojiverde
— Problemillas, pero ya estamos aquí. Ya me verás más seguido, como cada mes
— Eso es bueno. Me alegra que todo se haya solucionado. Digo, lo primordial es Hassan — sonrió — Ahora sí, vamos con su revisión mensual
Harry puso al pequeño en la camilla y el doctor comenzó hacer la revisión. En todo el lapso que estuvieron ahí, Hassan fue pura risa y jugueteo con Harry. Si, él era su medicina, una vez más, Louis lo comprobó.
Terminaron de atenderlo, agradecieron y salieron con rumbo a la recepción, Louis pagaría la consulta
— Voy a pagar — habló el castaño —
— Yo pago amor. Agarra a Hassa
— No — dijo viendolo a los ojos — Yo voy a pagar, no está en discusión
— Bebé — puchereo
— No vamos a discutir — finalizo la pequeña discusión y se dirigió a pagar
Hizo todo lo correspondiente y se dirigió a sus dos hombresitos. Salieron de la clínica tomados de la mano. Louis cargaba la pañalera de Hassan y Harry llevaba a su pequeña ranita en brazos. Irían a comer una hamburguesa como Hassa había pedido y después llegarían a casa, su casa. Desde hace unos dias la recámara de Louis se volvió la casa de Harry. Llegar a casa de ellos, adentrarse en la recámara de Louis y tirarse en la cama con sus dos amores, se había convertido en su momento favorito del día
