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Una semana desde el incidente que había tenido Hassan y el ambiente seguía tenso. Harry seguía con miedo, los primeros días Louis no dejaba que nadie más que él, se hiciera cargo del pequeño. No dejaba que Harry estuviera a solas con el niño. Sabía que estaba siendo exagerado, pero es su hijo, su bebé. Nadie puede culparlo del miedo que lo vivido, le causo. Finalmente había aceptado que Harry estuviera de nuevo a cargo del niño, solamente porque tenía que ir a presentar exámen, había iniciado la semana de exámenes y el no podía faltar. Asi que de nuevo estaba el rizado con el niño recostado en su pecho mientras balbuceaba cosas que él aún no lograba entender y otras que ya se sabía de memoria
— Pa' u be-bé — trato de formar por primera vez la frase completa
— ¿Que? — sonrió. Y alzó al niño de su pecho. Su ranita acababa de formar una frase por primera vez — Tanta es tu urgencia — carcajeo — Te urge mucho, que ya hasta pudiste decirlo bien ¿Quieres un bebé?
— Ti — sonrió
— Dios, estás hablando más que bien — beso la mejilla de su pequeño — Mi ranita hermosa, dile a Mor. Pídele un bebé y yo lo pongo en su pancita ¿si?
— Ranita, mi ¿be-bé mi? —pregunto feliz
— Si, ranita. Un bebé que será tu hermanito, dile a mor que quieres un bebé en su pancita
— Ti — dijo levantando sus manitas en señal de felicidad
ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ
— ¡Llegué! — gritó en cuanto entro a la casa
— Hola hijo — saludo la castaña — ¿Cómo te fue?
— Bien má — contestó besando la mejilla de su madre — Vengo fastidiado, cansado. Fue mucho por hoy
— Me imagino — Hizo un gesto que se entendió como comprensión — Ya está la comida ¿Vas a comer?
— Si, pero primero
— Si, si, primero vas a ver a tus hombrecitos — soltó burlona — están arriba
— Voy con ellos. Ahorita bajamos
— Si, está la comida, yo voy a salir. Tu hermana no está
— Okey má, con cuidado. — gritó mientras subía las escaleras
Se apresuró a subir las escaleras para llegar a su recámara. Abrió la puerta y se encontró con una imagen que es su favorita desde la primera vez que la vio
— Hola — saludo sonriente
— Hola, amor ¿Cómo te fue?
— Bien, Hazz — sonrió
— ¡Mor! — gritó feliz — Mor, yo u be-bé a mi ¿Ti?
— ¿Que? ¡No puede ser! — habló feliz — estás hablando mejor y formaste una frase, mi vida — lo tomó entre sus brazos y beso su mejilla
— ¿Para mí no hay beso?
— ¡O! — respondió celoso
— Claro que si, si hay beso para papi — dijo conectando mirada con su pequeño y acercándose para darle un pequeño beso en los labios a su novio
— ¡O! ¡Mi pa, mi Mor! — dijo con su cejitas fruncidas y señalando a ambos — ¡Mi! ¡Mor yo u be-bé mi! — volvió a repetir
— ¿Quieres un bebé? — preguntó atento a su niño
— Ti. Y be-bé a mi — pidió mientras se señalaba con su dedito
— Amor, no puedo darte un bebé — habló tranquilo
— Ti, u bebé a i — dijo tocando el vientre de su padre
— ¿Un bebé en mi pancita? — preguntó a su niño mientras dirigía una mirada a su novio
— Ti be-bé acita ¿a favo? — pidió con ojos de cachorro. Y el rizado rió bajito
El castaño envolvió a su hijo en un abrazo. ¿Que iba hacer? Su niño ya tenía tiempo pidiéndole un bebé. Hassan aún es muy pequeño y aunque sabe que Harry le da todo, no quiere descuidar nada. No puede descuidar nada de lo que tiene. Se lo había dicho a Harry, no está bien. Él no se siente listo para ser papá de nuevo, ni siquiera sabe si su relación con Harry va a estar bien mañana. Siendo realista no sabe si Harry realmente ya dejó todo, no sabe si los fantasmas aparecerán de nuevo, no sabe si podrán llevar su relación a algo más grande como un matrimonio o familia
— ¿De que te ríes? — dirigió una mirada acusadora hacia el rizado — Estoy seguro que tú le sigues alimentando esa idea. El no sabe dónde están los bebés, Hassa no tiene idea de dónde nacen ni que crecen en la panza. Haber de dónde le sacas un bebé y se lo das
— No lo voy a sacar, te lo voy a poner
— ¿Ti? ¿Be-bé acita mor? — preguntó en dirección al rizado — ¿Ti, pa?
— Si ranita — rió. Se estaba burlando del castaño — ¿Hacemos otra ranita? O ¿un renacuajito? ¿Un axolotito?
— ¡Cállate! — rio — ves hacerlo y se lo das a Hassa
— ¿Seguro? — sonrió burlón — Voy hacerlo, no tardó mucho y se lo traigo en unos meses — dijo serio — No me cuesta nada ¿Me das permiso?
— Vete de mi cuarto, ridículo — soltó con tono molesto
— ¿Porque me corres? Tu sugeriste algo y yo te estoy pidiendo permiso — rió
El castaño estaba molesto. Le molestó la idea de pensar en Harry con alguien más y que se pusiera a burlarse de él. Era lo que estaba haciendo, burlándose en su cara. No iba a disimular su molestia
— ¿Te enojaste? — preguntó el rizado borrando sus sonrisa, ya estaba ansioso y preocupado. El castaño no respondió
— ¿Mor? ¿Y tite? — preguntó el castañito separandose del pecho de su papi para mirarlo. Estaba preocupado por su mor — ¿Mor?
— No, ranita. Tranquilo. ¿Amor estás enojado? — dijo tomando la barbilla para hacer que conectarán miradas — bebé, era una broma, amor. Sabes que estoy bromeando
— No me gustan esas bromas. Sabes la inseguridad que tengo. Sabes el miedo que me causa pensar que me dejaras por alguien más — contestó rápido con voz entrecortada — No me gusta, Harry
— Perdón, bebé — lo envolvió en sus brazos — no sabía que te pondrías así, se me hizo fácil seguir tu juego. Sabes que no te dejaría por nada ni nadie. Te amo solo a ti. Nada más estaba bromeando. Tranquilo — dejo un beso en la cabeza de su pequeño novio — Te amo
