1

2K 117 31
                                    

Aventura

Atreus

Sé donde buscar... si claro. Eso pensé.

–¡Te pillé! Creo que con esto tengo para una semana. – Oh si, me refería al gran venado que he cazado para sustentarme para almenos varios días. He mejorado muchísimo más con el arco y he aprendido nuevas cosas, ojalá padre estuviera aquí para verme. Sé que la próxima vez que nos veamos, no va a reconocerme.

Han pasado tres años desde el Ragnarök, y con ello un mundo de paz y tranquilidad se alzó entre los nueve reinos. Estoy al tanto por supuesto, mi mejor amiga viene a visitarme junto a mi lobo Fenrir con la brecha que ella sabe abrir entre mundos.

La verdad es que... ya no soy un niño y veo las cosas desde otra perspectiva, y Angrboda es una de ellas.

– Vale Atreus deja de pensar, estar solo tanto tiempo te ha afectado. Si será eso. Hablar solo siempre ha sido mi punto fuerte.– Até al ciervo con mis cuerdas y lo llevé arrastrando hasta la nueva cabaña que he estado habitando temporalmente. Esto se debe por mi búsqueda por los Gigantes, aún no ha concluido, y claro debo moverme de un lado a otro mientras me voy informando sobre éstos a viejos paisanos de la zona.

Muchos de ellos me reconocen al parecer y me honran por derrotar al malvado Odin y a Thor, pero no fui yo quien los derrotó, aunque es triste que se venere la muerte de una persona, supongo que si hicieron muchísimo daño a esta gente inocente también.

Cierra tu corazón, cierra tu corazón. Ellos se lo buscaron.

Terminé de cortar la carne en trozos y aproveché la piel como cobijo. Después encendí el fuego y puse la carne a hacer. Otra orda de pensamientos me invadían mientras mi mirada se posa en el arduo fuego.

Yo haré mi propio destino si, pero... ¿Qué dirá la profecía de mi ahora? Tengo curiosidad. Aunque la curiosidad siempre me ha metido en líos desde que soy niño, y eso no cambiará.

¡Atreus! Te pillé, ¿Qué haces?– Aquella era la exaltante voz de Angrboda. Ella ha cambiado mucho también, tampoco ya no es una niña y está más guapa que nunca.

–Me asustaste, para variar. Estoy haciendo algo de carne, lo cacé hace poco. –Me eché a un lado para alentarla a sentarse a mi lado.– ¿Y Fenrir?

–Pues tenia hambre el pobre y corrió a por unos animalitos que había por ahí.– Se sentó a mi lado y observamos el fuego, últimamente no sabía como romper el hielo con ella.

–Pues... no creo que sea suficiente para Fenrir, necesita algo mucho más grande, seguro que el pobre anhela roer los huesos. –Reí con nerviosismo mientras apago el fuego y ofrezco la carne a mi amiga, ella tras pensarlo lo aceptó.

–Supongo... quizás aún queden presas que él pueda aprovechar bien.

Yo asentí con la cabeza y ambos nos comimos nuestra porción de carne. Yo aveces la miro y me pregunto si tal vez ella, ¿me gusta?

–Loki...

Aquello me pilló por sorpresa. La miré y ella conectó sus ojos con los míos.

–¿Tú también lo sientes? Es decir... esta conexión que tenemos tu y yo. Nunca he sido una mujer que fuera detrás de los hombres, supongo que te habrás dado cuenta, siempre he sido tan independiente, con mis animales, mis pinturas... y tú me confundes. Podría haber escogido un hombre más fuerte o valiente, o quizás no ahora si no dentro de muchos años. No te ofendas.

–Emm, yo no lo sé Angrboda. Pero eres muy sincera ¿eh? Demasiado aveces. Bueno el caso es que ni yo sé lo que siento, estaba muy enfocado en la búsqueda de los gigantes.– Me rasqué la nuca y la miré, ella tardó unos seguidos sin responder hasta que se puso de pie y yo hice lo mismo.

𝙼𝙰𝚂 𝙰𝙻𝙻𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝚁𝙰𝙶𝙽𝙰𝚁𝙾𝙺 - 𝓐𝓽𝓻𝓮𝓾𝓼 𝔂 𝓽𝓾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora