______.
Me desesperé por el simple hecho de estar en la misma casa que ese lunático. Maldigo el día en que nos conocimos, en lo que parecía un simple tonto haciéndome bullying y acabó por obsesionarse conmigo.
Fui hasta las ventanas y las intenté abrir, pero nada. Golpeé tan fuerte como pude pero de nuevo nada servía. Desde aquí podía ver la entrada del pueblo y casualmente por esta zona no pasaba mucha gente.
–No te servirá de nada, inútil. Pórtate bien porque iré a ver a tu queridísimo padre, a hacerme el papel de bueno para variar.
–Eres un... agh, ¡te odio!– Fui tras él para golpearle pero ya se había ido, cerrándome la puerta en las narices. Solte un grito de frustración; intenté de todo por salir, pero nada parecía funcionar, la puerta no se abría. Estaba indefensa, sin mis armas, yo no tenía otro conocimiento, no era nadie sin ellas.
Me deslice por la puerta y cai al suelo, abrazandome las rodillas. ¿Qué pasará con Atreus? No quiero dejarlo plantado en nuestro viaje de mañana.
_____ piensa por favor.
🏹🏹🏹
Las horas pasaron hasta dar comienzo el anochecer, en ese transcurso no dejaba de buscar algo que pudiese ayudarme, algo que se le haya podido pasar.
–Vamos tiene que haber algo más.– Me decía a mi misma.
Al borde de rendirme, encontré un arma, no era mucho; una daga pequeña, la cual me la guardé entre mi ropa mientras ideaba un plan para escapar de aquí.
De verdad nunca imaginé que Aren fuese capaz de hacerme algo así. Odiaba decir esto en un momento así, pero el sueño empezaba a vencerme; luché porque no fuese así y mantenerme alerta, no obstante fui cayendo de a poco en un sueño profundo.
🏹🏹🏹
Desperté medio adormilada y tallé mis ojos aclarando mi vista, miré alrededor confundida, dándome cuenta que aún estaba oscuro y que me había quedado dormida sentada en el piso. ¿Qué hora era?
Me paré solo para ver un plato de comida en la mesa que había enfrente de mi. Al final aquel bastardo entró mientras yo estaba durmiendo, me revisé las ropas asegurándome de que no me haya tocado... para mi suerte todo seguía igual, incluso la daga permanecía guardada.
Juro por los Dioses que como se le ocurra tocarme... no, ni siquiera quería imaginármelo.
Me negué rotundamente a probar siquiera algo que viniese de sus manos.
Me asomé en una de las ventanas para ver como el Sol empezaba a asomarse por el horizonte. Esto era muy malo, vi a Atreus aparecer por la puerta y se le veía... contento. Su armadura la había cambiado por otra y parecía haber mejorado el arco.
Empecé a golpear la ventana y gritar, rezando porque me oyera, aún sabiendo que no tenía ninguna posibilidad.–¡Atreus! ¡Estoy aquí! Por favor ayúdame... –Aren apareció acercándose tranquilamente a Atreus, vi como se intercambiaban palabras, se me hacía imposible oír nada.– No... no le hagas nada bastardo. ¡Maldita sea!
Aren volvía hacia donde estaba yo, con una sonrisa siniestra en su rostro. Temía lo que haya podido decirle.
Atreus se quedó parado unos minutos mirando a su alrededor, hasta que simplemente... se fue.
Juro que mataré a ese hombre.
Noté mis ojos aguarse por la impotencia y la rabia. Oí la puerta principal abrirse y tomé aire preparándome para lo que iba a venir. Tenía que salir de aquí cuanto antes y alcanzar al chico del que me estaba enamorando.

ESTÁS LEYENDO
𝙼𝙰𝚂 𝙰𝙻𝙻𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝚁𝙰𝙶𝙽𝙰𝚁𝙾𝙺 - 𝓐𝓽𝓻𝓮𝓾𝓼 𝔂 𝓽𝓾
ФанфикCuando la guerra finalizó y Odin murió por fin, Atreus se despidió de su padre y su amiga para empezar una nueva aventura solo: Buscar a los gigantes y buscar nuevas respuestas que aún no le eran resueltas. Tres años después descubre un nuevo pueblo...