2 semanas después...
Con ____ hemos estado coincidiendo para algunas misiones secundarias de su pueblo, accedía ayudar porque yo lo quería así, eran buena gente, y me acogieron muy bien. Me sienta feliz y completo.
Si aún no he ido a las montañas es porque quise desconectar y probar otras cosas nuevas, además de conocer a la chica que seguramente me acompañaría en este largo viaje.
Ahora mismo nos encontramos peleando con unos ladrones que habían robado algunas de las piezas valiosas de Sküsj.
–¡Skjalfa!–Dije para atacar a nuestros enemigos.
–¡Toma esto! ¡Así aprenderás!– Dijo ____ golpeando a uno de los ladrones y dejándolo en el suelo. Con este ya era el último.
–Eres fuerte, lo reconozco.
–¿Quieres probar?– La vi ponerse frente a mi en posición de combate. Lo reconozco, esta chica es muy valiente.
–Wow, ¿estás segura? No quiero hacerte daño.
Al decir eso ella me atacó con su arco, yo me defendí con el mío y así libramos un combate amistoso. A ella se le daba mejor el combate cuerpo a cuerpo, eso lo podía notar yo en cada uno de los golpes que me daba.
–¿Porqué no me muestras esa magia de tu familia?–Le pregunté.
–No, no, no. Atreus, no lo tengo dominado, te puedo hacer mucho daño.
–Tu me has propuesto de luchar. –Regresé para atacarla con una patada y ella la paró.
–En otra ocasión, es una promesa.– ____ fue con su puño y yo la detuve con mi mano, intentó lo mismo con la otra mano y volví a detenerla.
Quedamos cara a cara mirándonos bastante cerca. Observé pequeños detalles de sus facciones, como que tenía pequeñas pecas las cuales no me había fijado hasta ahora.
–Tienes cicatrices en la cara.– Me comentó.
–Si bueno, heridas de guerra.–Dije en un sarcasmo.
Sin darme cuenta estaba aflojando mi fuerza y ella estaba empujándome hacía atrás. Retomé de nuevo y estábamos en una especie de tira y afloja, hasta que sentí como puso su pie en mi pierna enrollándola y me hizo caer de cruces al suelo, me había hecho una llave bastante buena.
–Ajá, te gané.–Sentí su peso en mi espalda y me puse tenso ante el contacto. Después el filo de una flecha se posaba en mi cuello.
–Vale tú ganas, si fuera un enemigo ya estaría muerto.
–En efecto, la próxima vez estate más atento.
De pronto oímos un ruido y el grito de otra chica que se dirigía hacía nosotros.
–¿Hm?
–¡Loki! ¡Aguanta!–Oh no, aquella era la voz de Angrboda.
Oí como atacaba a ____ con su poder rúnico y me incorporé de inmediato al dejar de sentir su peso sobre mí, y en efecto Angrboda la había mandado varios metros lejos de mí, dañando su costado y pierna derecha.
–¡No espera!
–¡Serás...! – ____ se defendió y la atacó con sus flechas, pero ella estaba herida por el golpe inesperado. Me interpuse entre ellas dos y me dirigí hacía mi mejor amiga.– Atreus...
–¡Basta Angrboda! No es una enemiga.
–¿Qué? Vi perfectamente como te amenazaba con una flecha, no me jodas.– Gesticulaba furiosa.

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𝙼𝙰𝚂 𝙰𝙻𝙻𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝚁𝙰𝙶𝙽𝙰𝚁𝙾𝙺 - 𝓐𝓽𝓻𝓮𝓾𝓼 𝔂 𝓽𝓾
أدب الهواةCuando la guerra finalizó y Odin murió por fin, Atreus se despidió de su padre y su amiga para empezar una nueva aventura solo: Buscar a los gigantes y buscar nuevas respuestas que aún no le eran resueltas. Tres años después descubre un nuevo pueblo...