20. Un Vínculo Especial

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Antes de que los guardias se llevaran a Kai, vi lo herido que estaba... lo débil que estaba.
Lo lastimado que estaba.
Lo mal que lo dejé.

Nunca había golpeado a alguien, al menos... nunca había golpeado a alguien que no fuera Hunter en nuestros pequeños "entrenamientos"
Esto fue extraño, fue diferente, y... me dolió.

A pesar de todo lo malo que ese niño hizo, me dolió darle su merecido. Esa no era yo. Y seguro mis hermanos estarían muy decepcionados de mi.

Ese día, recibí mi propia habitación, justo a lado de la habitación de Hunter, en la misma área del palacio. Era una habitación normal, mucho más cómoda que la celda donde estaba antes.
Pero esa noche, no pude dormir.
Al cerrar los ojos, veía mi hogar desapareciendo, mis amigos lastimados... y veía a Kai atacándome de nuevo.
El colmo fue que el sueño lo sentí muy real.
Veía a Kai intentando golpearme, y yo azotaba su cabeza contra el piso como mecanismo de defensa... y lo golpeaba... una... y otra... y otra... y otra vez...

En cierto punto escuché la voz de Hunter como un eco a la distancia, llamando a mi nombre.

Desperté en un parpadeo.
Estaba golpeando la almohada con todas mis fuerzas que incluso me había lastimado un poco.
El Guardia Dorado había escuchado alboroto en mi habitación y había ido a ver si estaba en peligro o algo... pero solo me encontró a mitad de un episodio extraño de sonambulismo.

Vio cómo tenía los puños cerrados con fuerza inconscientemente, vio mi respiración agitada.
—Winter... ¡Winter, basta...!—
No respondí.
En mi cabeza se repetía una y otra vez la escena.
Cómo todos salieron corriendo, cómo Kai me atacó y cómo lo ataqué de vuelta.
Mi corazón se aceleró.
Comencé a llorar.
Y a diferencia de la primera vez que lloré frente a Hunter, esta vez no me vio como si fuese una emoción desconocida. Me vio con compasión.
—Winter, ¡Soy Yo! Estás bien... Estás bien...—

Llegué de nuevo a la realidad, y Hunter me obligó a verlo a los ojos, justo como Lumity solía hacerlo para hacerme entrar en razón, —...es que... Él... intentó... yo... yo lo...—

Hey... tranquila...— Al escuchar esas palabras, simplemente me acerqué a él y escondí mi cara en su hombro. Él, automáticamente, puso una de sus manos rodeando mi espalda, como una especie de abrazo extraño...
Aunque en ese entonces, los abrazos era algo que Hunter definitivamente desconocía.
Fue reconfortante por unos momentos

Supongo que ese fue el momento en el que Hunter se dio cuenta de lo diferentes que somos...
...cuando vio lo mucho que me afectó mi primer intento de "venganza"

—...Hunt— No pude terminar su nombre.
Él no era mi Hunter y no podía encariñarme con él, él no era mi hermano... solo era un guardia más.

—...shhh... está bien... Eres parte de nosotros, estarás a salvo. Y ese patán lo merecía— Eso no pareció ayudar en lo absoluto, —Y fue un sueño solamente. Un mal sueño— Abracé la almohada. Y revolví un poco las cobijas acomodándome en la cama, sentada, avergonzada, —Nunca habías estado en una pelea, ¿cierto?— Negué con la cabeza, —Pero sin embargo, sabes pelear... eres buena en combate, eres como yo...—

—Mi hermano me enseñó lo que se, por si lo necesitaba algún día— Susurré. Era de noche, se supone que debíamos estar dormidos.

Ya veo. Bueno, quizás el "yo", "feliz" y "cursi" del futuro pudo enseñarte muchas cosas... yo puedo enseñarte otras—

—Dudo que puedas enseñarme algo que no me hayas mostrado ya—

—Un combate así no debería afectarte tanto—

—...lo siento. Es que... Una parte de mi no quería lastimarlo, y otra parte de mi se dejó llevar—

—Si vas a servir en el Aquelarre del Emperador debes ser fuerte. No te dejes llevar por tus emociones, ¿Entendido?—
Asentí con la cabeza. —Y, ve a dormir, sigue siendo muy temprano—

A partir de ese día, Hunter intentó hacerme más como él. Bueno, intentó hacerme más como un "Guardia Honorable".
En realidad, no estaba del todo equivocado.
Hasta cierto punto era... divertido.

Me enseñó muchas técnicas diferentes que mi hermano del futuro jamás se atrevería a mostrarme.
Maneras de inmovilizar al oponente.
Ataques y maniobras...
Fue muy paciente conmigo, pero también no podía evitar sentirse orgulloso.
Me contó que él era el Guardia más joven del castillo, pero ahora con mi llegada, supongo que era lindo tener a alguien "de su edad" con quien compartir momentos como esos.

De pronto podía dar vueltas por los lugares que rodeaban el castillo. La verdad tenía esperanzas de ver de reojo al menos la sombra de alguno de mis amigos, pero no fue así.
Todo lo que me quedaba era confiar en que estaban bien, en que lo habían logrado, en que estaban planeando algo.
Pasaba por esas zonas muy seguido, marcando y contando los días...
...pasó una semana... y luego otra...

Los movimientos los dominaba muy bien, cada entrenamiento, cada caída me ayudaba a mejorar. Incluso si Hunter se excedía un poco conmigo, me daba la mano y me motivaba a continuar.

Me gustaba pasar tiempo en la habitación de Hunter, incluso pude pasar tiempo con Flapjack
Comprendí mucho mejor porque eran tan unidos, y todos los relatos de mi hermano cobraban sentido.

Hasta que un día, paseando por las afueras del lugar... vi algo muy extraño entre los arbustos.
Un libro rojo vivo, con letras llamativas en la portada.

Lo identifiqué inmediatamente.
Uno de los libros que mi Luz escribió, relatando sus aventuras con sus amigos, y todo lo que tuvo que pasar para derrotar a Belos y salvar el mundo.
Amaba ese libro, lo traía conmigo todo el tiempo.

¿Cómo había llegado ahí?

Lo tomé y lo escondí.
Ese libro era un refugio para mi, si la pasaba mal algún día, leer un capítulo me animaba de nuevo. Supongo que ciertos libros tienen ese poder:
Hacer que olvides todo lo malo por un momento, ayudarte a escapar de la realidad.

Fue un alivio poder tener ese escape de nuevo, en momentos así.
Por un segundo, sentía que todo podía estar bien.

Hasta que Hunter tocó la puerta de mi habitación, y no logré guardar el libro a tiempo...

—¿Qué tienes ahí?—

Escondí el libro debajo de mis cobijas, pero era ridículo. Lo vio, era evidente que lo vio y era evidente que yo le escondía algo, —Algo... especial para mi—

—¿Especial para ti?—
Saqué el libro, y Hunter vio la portada... fascinado y confundido, por verse a si mismo junto aquellos que salvaron el mundo... aquellos que el día de hoy él llama "enemigos"
Luz... Amity... Gus... Willow...
Es de tu futuro, ¿No?—

En vez de verlo con desprecio, su reacción fue de curiosidad, como si quisiera ver más...

Dudo que este futuro siga existiendo de todas maneras— La verdad, no. Si tenía la esperanza de que mis hermanos sigan siendo como los recuerdo... en... alguna otra realidad, —Mira...—

Abrí el libro en el capítulo 3...
Un Capítulo que Luz escribió específicamente sobre alguien especial... Hunter no lo podía creer en absoluto cuando leyó el título: Mi Hermano Hunter

Me vio, como si esperara que yo le explicara...
Y lo hice.
Le conté lo unidos que eran, lo bien que se trataban, lo mucho que se protegían mutuamente, y cómo incluso Camila Noceda, la madre de Luz, le ofreció hacerlo parte de la familia.

Era increíble ver cómo Hunter empezó a creer cada una de mis palabras... parecía que ese futuro le comenzaba a gustar más que el que ya estaba escrito por alguien más para él.

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