23. Un Mensajero

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Pasaron los días.
La rutina se volvió muy aburrida.
Y mi corazón cada vez más impaciente.

No había estado para nada preocupada, hasta que escuché esa noticia...
Mi entrenamiento se había detenido momentáneamente porque Hunter había salido del castillo... pero me informaron que las lecciones se iban a reanudar, con otra persona como líder.

¿Qué rayos le pasó a Hunter?

No había manera de saberlo.
La duda me estaba matando.

Lo peor del caso... es que Belos ordenó que mis lecciones fueran impartidas por líderes de Aquelarre...
...fue terriblemente vergonzoso cuando todos esperaban grandes habilidades por mi parte pero les decepcioné, demostrándoles que no tengo magia en absoluto.

Todos creían lo contrario.
Belos les metió en la cabeza que había magia escondida dentro de mi o algo así, y querían ver en qué era buena exactamente para asignarme a uno de sus tontos "clubs"

Esa decepción me salvó la vida.

Pronto me llegó la noticia de lo que Belos planeaba hacer conmigo. Y me lo dio la persona que menos esperaba.

Un día, al terminar el entrenamiento... estaba guardando las armas y utensilios que solía utilizar en combate...

Cuando de pronto escuché pisadas acercándose cada vez más hacia donde yo estaba.
Vi una sombra de reojo detrás de mi, la silueta de un guardia, pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa. La persona me sujetó firmemente, cubrió mi boca con una tela extraña y, a pesar de que intenté defenderme, logró empujarme hacia una pequeña bodega.
Me libré de su agarre usando una técnica que Hunter me enseñó, y logré derribarlo.
Tomé uno de los cuchillos que estaba guardando y apunté directo a su garganta, —¿¡QUIÉN-?!—

—¡Winter! ¡Soy Yo!— El Chico mostró sus manos desarmadas y tiró la tela con la que me había tapado la boca hace unos segundos.

—¿¡Eric Newman!?— Le di un golpe en el hombro, —¡Me asustaste! ¿¡Qué es lo que te pasa!?— Y, luego le ayudé a levantarse, y... si, no pude evitarlo. Suspiré y le di un gran abrazo,
Estoy... estoy muy feliz de verte y saber que estas bien—

—Que... lindo— Él también puso su mano sobre mi espalda, y me regresó el abrazo, —Yo también... estoy muy feliz de saber que estás bien...—
Pareciera como si por un momento toda la tensión que cargaba Eric hubiera desaparecido con el abrazo, como si toda su preocupación se hubiera desvanecido con solo verme.

—Espera, pero. ¿Por qué me atacaste allá? ¿Por... qué me sujetaste así? Pude haberte hecho daño—

—Lo se, lo se, lo siento. Tenía que... hablar contigo de alguna manera, y... esta fue la única que se me ocurrió—

—Eso...— Fruncí el ceño, —Si sabes que eso no tiene ningún sentido, ¿Cierto?—

—Si, lo tiene. Siguen buscándonos, Winter. A todos. A las fusiones, incluso a Skyla y a mi... a todos. En especial ahora que Hunter entró a la mente del Emperador y lo...—

—¿Qué?—

—Hunter y Luz... Ambos entraron a la mente del Emperador. Descubrieron mil cosas. Cosas... que... bueno... que tu y yo ya sabíamos. Fue una locura, me hubiera gustado que estuvieras ahí— Eric sonrió levemente —Además... Ya comprendí lo que no querías decirnos. Tu hermano es un Guardia, no lo sabías, no te lo esperabas, ¿Cierto?—

Asentí con la cabeza, —No sabes... es...— Me estaba distrayendo de lo que en realidad importaba, —¡No! Espera, ¿Dónde está Hunter? ¿Está bien?—

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