TOH-Fusiones

52. Y todo se Calla

—¡No vas a perderme! Solo escúchame—

—Es por tu bien, Winter. Quédate aquí, no salgas para nada... Y YO MISMO volveré por ti cuando sea seguro y hayamos derrotado a La Humana—

—¿¡Te estas escuchando a ti mismo?! ¿¡Acaso perdiste la cabeza!? No estas pensando con claridad, Low...—

—¡ESTOY PENSANDO CON MUCHA CLARIDAD!— Al gritarme eso en la cara, me empujó tan fuerte que logró apartarme de la puerta.
La cerró de golpe, y vi plantas brotando del suelo... cubriendo la puerta por dentro, desde el lugar donde yo estaba.

—No... ¡NO! ¡Espera! ¡HUNTLOW! ¡ABRE LA PUERTA!— Golpeé y golpeé, e intenté empujar y girar la perilla con todas mis fuerzas. Pero era inútil.
Las lianas eran casi indestructibles, y la puerta estaba completamente bloqueada.
Escuché una discusión de Low junto a alguien mas a la distancia... pero no entendí en absoluto quiénes eran y de qué hablaban, —¡AGH! ¡ESTOY HARTA! ¡Estoy harta de no ser suficiente! Estoy cansada de que me traten de manera injusta... ¡SOY UNA-!— ¿Estaba a punto de desahogarme dramáticamente con el aire? Si.
¿Tenía algo mejor que hacer? Probablemente.
¿Me iba a quedar sentada cruzada de brazos esperando a que vinieran a salvarme? Claro que no.

Low no sabe de lo que habla.
Con o sin magia, puedo ser útil. ¿...cierto?
Puedo pelear.
¿Cómo? No lo sé
¿Por qué de pronto comencé a hacerme mil preguntas a mi misma? No tengo idea.

Intenté buscar alguna manera de romper las lianas. Alguna lanza, o soga, o... un objeto puntiagudo, algo. Lo que sea.
Pero no encontré nada que sirviera.

La habitación en donde estaba parecía ser de un chico de mi edad... es decir, habían cosas que un joven usaría. Y había ropa tirada por el suelo, y un uniforme de guardia justo de la talla de un adolescente.

Quentin
Leí una etiqueta adjuntada al uniforme.
¿Quién rayos es Quentin?

A juzgar por el hecho de que "Quentin" ni si quiera quitó la etiqueta de la ropa, y el polvo que había en la atmósfera y lo deshabitada del área... llegué a la conclusión de que Quentin ya no vivía en ese cuarto.
Y que quizás... se había arrepentido de su posición en el castillo de alguna manera, ya que no había ningún otro rastro de él

Pero eso no era importante, ¿Cierto?
Tenía que encontrar a los demás antes de que algo mas suceda, ¿Y si de pronto llegaba la humana al lugar donde Low me escondió? ¿Y si El Coleccionista descubre que estoy aquí? ¿Y si algo les pasa a los demás? ¿Cuánto tardarían en regresar? ¿Unos minutos? ¿Unas horas? ¿Días... semanas... o años?

Mi cerebro iba demasiado rápido.
Y comencé a entrar en pánico.
Muchos pensamientos invadieron mi cabeza, comencé a idear cientos de planes pero al final no ponía en marcha ninguno.

Flapjack salió de mi bolsillo y revoloteó por la habitación. No estaba del todo sola. Flapjack me hizo notar una gran ventana que estaba cubierta por un gran mueble, algo así como una estantería gigante, y me acerqué corriendo a ella con esperanzas de que fuera una salida. Moví la repisa con todas mis fuerzas, pero al hacerlo y abrir la ventana... me di cuenta de lo alto que era.

Para mi sorpresa... Flapjack se fue volando...
—No... ¡Espera! ¡Vuelve!— Extendí la mano, y grité... pero no me respondió de vuelta.
Simplemente se fue volando.
Sin mi.

Pudimos ir ambos...
Pero se fue... sin mi...

El suelo me quedaba muy lejos... sería una gran caída. Una caída de la cual, si tomaba un salto de fe, no viviría para contar las mil historias que deseaba mostrar al mundo.