MAXWELL
La mirada irritada y molesta de Donnan estaba centrada solamente en mí, me inspeccionaba detenidamente, casi como si estuviera descifrando algún acertijo, cosa que me tenía un poco más alerta de lo normal, pues mi amigo siempre fue muy perspicaz, demasiado diría yo, así que su repentina intromisión a mí casa, luego de como lo había encontrado en la cama con Aila y de la acalorada platica que habíamos tenido al día siguiente, que si bien no llegó a los golpes, sí me permití dejarle claras algunas cosas, como el hecho de que Aila estaba más que prohibida para él.
Algo que al parecer no le había quedado muy en claro, pues se había atrevido a ir a su casa, para invitarla a una “cita”. Ufff, solo de pensarlo se me revolvía el estómago, jamás permitiría que Aila saliera con Donnan si sabía perfectamente que detrás de la invitación habían otras intenciones, al parecer a mi amigo le quedaron ganas de terminar lo que había empezado, cosa que me hizo tensar la mandíbula molesto.
Por lo que sin poder evitarlo y viendo que era la única forma de demostrarle indirectamente que Aila era mía y no estaba disponible para él ni para nadie, me acerqué a ella y la tomé posesivamente de la cintura pegándola a mi cuerpo para luego clavar mi mirada en Donnan, el cual no perdió detales de mis acciones ya que detalló lentamente la postura en la que nos encontrábamos y mi fuerte agarre en la cintura de Aila, para luego, sonreír.
-Relájate, Maxy –ese apodo me molestó más que nunca en esos momentos y tuve que morderme la lengua para no responderle de mala manera a mi amigo –Te prometo que te la regresaré temprano, sana y salva
-No me la regresarás de ninguna manera Donnan, ella no irá contigo a ningún lado
-Tranquilo, Maxwell –me sonrió suavemente –Entiendo que seas celoso con tu hija –como odiaba esa palabra, me desesperaba tanto, pues me recordaba la cruda realidad y lo mal que lo estábamos haciendo – Pero a Aila no le pasará nada conmigo, así que tranquilo
-¡No, Donnan! –Alcé un poco la voz, ya estaba harto -¿Acaso no te acuerdas de como los encontré hace unos días? –Él se tensó y bajó un poco la mira, incómodo – Eres mi amigo y no voy a dejar que salgas con Aila sabiendo cuáles son tus verdaderas intenciones –suspiré- Eso sin contar que eres mucho mayor que ella
Sentí la penetrante he incrédula mirada de Aila sobre mí, así que la miré y vi que tenía una ceja alzada y una burlona sonrisa en su rostro, y es que sí, mierda, sabía que lo que acababa de decir en ese momento no tenía ningún sentido y era malditamente hipócritamente de mi parte dado que Aila y yo estábamos “juntos”, y esa relación tenía un impedimento mucho más grande, ya que compartíamos sangre, pero no me importaba, Aila era mía y no iba a permitir que Donnan se acercara a ella con dobles intensiones, jamás.
-¿Qué demonios te pasa, Maxwell? –Susurró enojado Donnan –Aila puede salir con quién ella quiera, tú no le das órdenes, amigo
-Pues fíjate que si lo hago, amigo –esa última palabra la pronuncié con un toque de rabia –Aila vive bajo mi techo y sin mi permiso no puede salir a ninguna parte ¿Qué te parece?
Observé incrédulo como Donnan daba unos pasos hacía mí, estaba claramente enojado, pero yo ni me moví, nunca le pegaría a ninguno de mis amigos, no importaba cuán furioso me encontrara, ni siquiera le pagué a Henry cuando descubrí de su traición al acostarse con Leahnor, mucho menos le pegaría a Donnan.
Sin embargo, Aila al parecer se puso alerta ya que en un rápido movimiento se separó de mí y se colocó en medio de ambos, previendo cualquier situación violenta.
-¡Ya basta, Donnan! –Le regaló una sonrisa suave –Puedes pasar a recogerme mañana a las ocho de la noche
-¡Claro que no! –exclamé molesto.
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Pasión & Poder
Romance"Todo amor esconde un secreto" Y el de Aila y Maxwell es el más oscuro de todos.