AILA
Hoy tenía una chequeo médico para ver cómo progresaba el embarazo, sería la primera ecografía y yo estaba muy contenta y Maxwell estaba igual que yo, no había parado de caminar de un lado al otro desde que habíamos llegado.
Estábamos esperando nuestro turno para entrar a la consulta pero, Maxwell no podía más de la impaciencia y yo la verdad estaba igual que él, sería la primera vez que veríamos a nuestro bebito y eso me emocionaba muchísimo.
-Muñeco, estate quieto por favor, me estás mareando
Maxwell se giró hacia mí y se sentó a mi lado mientras me regalaba una hermosa sonrisa nerviosa.
-No puedo evitarlo, estoy muy nervioso, ya quiero saber que será
No pude evitar soltar una risita, el me miró con una ceja alzada y con los brazos cruzados.
-¿Qué es tan gracioso? -alzó una ceja, intrigado.
-Maxwell -dije con ternura- Nuestro bebé es muy chiquito todavía, no podremos saber que es hasta el tercer o cuatro mes
-Eso lo sé, pero aún así ya lo quiero saber
-¿Qué quieres que sea?, ¿Niña o niño? -pregunté con mucha curiosidad.
Maxwell se quedó pensativo unos segundos y luego me miró con ojos brillantes.
-Quiero una niña
Vaya, esa respuesta me tomó desprevenida, yo me esperaba que eligiera un niño,es lo que casi todos los hombres quierían.
Yo fruncí el seño y lo miré curiosa, el me dedicó una sonrisa.
-¿En serio quieres una niña?
-Sí -asintió seguro- ¿Es tan difícil de creer?
-No, es solo que me tomó de sorpresa
- Pues sí, quiero una niña, una bebita tan hermosa y cariñosa como su madre
No pude evitar que mis mejilla se tornaran de un color rojo claro, sonreí en grande y le dí un beso en su mejilla.
-¿Y tú? -preguntó con una sonrisa.
Yo la verdad nunca lo había pensado, a mí me daba igual, yo iba a quererlo por igual sea niña o niño, aunque pensándolo bien me gustaría más:
-Un niño, yo quiero un varón -confesé- Yo siempre quise un hermano menor y mi madre y Henry no me lo dieron, así que me gustaría más un niño, pero lo que venga lo voy a querer igual
-Yo también, muñeca
Unimos nuestros labios en un beso tierno pero lleno de sentimientos, la puerta de la consulta se abrió y salió la doctora.
Doctora: ¿Señorita Aila Saldívar?
-Si, soy yo
Doctora: Pasen por aquí, por favor
-Si, gracias
Nos levantamos del haciento y entrámos a la consulta, ahí nos resivió la doctora con una sonrisa y nos explicó el procedimiento, también nos dijo todo sobre el embarazo y lo que debía y no debía hacer.
Una hora después salimos del hospital, yo con una gran sonrisa y Maxwell aún en shock por lo que nos había dicho la doctora.
-Ya cálmate, amor, no es para tanto
El paró en seco y me miró, su expresión era muy cómica he hice un gran esfuerzo para evitar reírme en su cara.
-¿Qué no es para tanto?, Aila vinimos aquí para ver cómo estaba nuestro bebé y nos vamos con la sorpresa de que no es uno, sino que son dos
-¿No te emociona tener mellizos? -pregunté asustada.
-Bueno, no es eso, es solo que me tomó desprevenido
Llevamos al carro y entrámos a este, nos pusimos los cinturones de seguridad y nos dirigimos a nuestra casa.
-Deja que los chicos se enteren ¿cómo crees que reaccionarán?
-Bueno, Landon va estar feliz porqué tendrá a quienes consentir, Donnan igual ya que tendrá con quién jugar, Samuell nos va a dar un gran abrazo y va a felicitarnos y Henry va a estar saltando de alegría ya que tendrá dos nietos
No pude evitar soltar una carcajada, Maxwell se unió a mí, si, sin duda los chicos era un caso perdido.
-Vaya, veo que los conoces muy bien, muñeco
-Son muchos años de amistad, claro que los conozco muy bien
-Te amo -susrré.
El giró su rostro hacia mí y me miró a los ojos con una intensidad que me hizo estremecer.
-Y nada me hace más feliz que el hecho de que tú seas el padre de mis bebés
-Yo también te amo, Aila
Minutos después llegamos a la casa, nos bajamos del coche y Maxwell me acompañó hasta la puerta de esta, ya que tenía que ir al trabajo para arreglar unos asuntos con los chicos.
Me agarró de la cintura y me pegó a su cuerpo mientras me dió un beso en el cuello.
-¿Cómo te sientes después de la noticia, muñeca? -me preguntó Maxwell con un suspiro.
-Felíz, como si estuviera en el cielo
-Quiero que te mantengas así, olvida lo que ha pasado con tu madre, no pierdas esa sonrisa que me enamora cada día más
Tomé su rostro entre mis manos y le dí un dulce beso en los labios, fue solo un roce, pero eso fue suficiente para que mi corazón latiera desbocado.
-Mi sonrisa existe porque tú me amas, porque eres la luz de mis días -dije con una sonrisa.
-Y esa luz no se va apagar, te lo prometo -aseguró.
-Mi amor, yo quiero que estos meses de embarazo sean especiales, no quiero olvidarlos nunca, mi rey
Maxwell sonrió en grande y profundizó más su agarre en mi cintura.
-Si, yo soy un rey que la vida mandó para servirte y complacerte en cada cosa que pidas por esa boquita
-¿Si?
-Tú nada más dime qué quieres
-Muchas cosas, pero principalmente te quiero a tí, Maxwell, porque te amo y quiero amanecer a tú lado abrazada a tí, bañarme contigo y hacer el amor contigo, solo contigo
-Y yo te quiero para mí, Aila Saldivar, porque te amo y quiero estar a tu lado aunque se oponga el mundo entero, porque para arrebatarme tú amor, tendrán que quitarme la vida
Me acerque a él y le dí un beso intenso y lleno de amor, no sé porqué pero esto me sonó a una despedida y no pude evitar asustarme un poco.
-Aila, ya me tengo que ir o los chicos van a matarme
-Está bien muñeco... ¿cuándo llegas?
-No se, en la noche, a más tardar a las 7:30 pm -bufó.
-Le voy a pedir a Lillie que nos prepare una cena deliciosa -dije muy entusiasmada.
-Está bien
Maxwell me dió un besito en la frente y luego se montó en su coche, yo suspiré y entré a la casa, con una mal presentimiento y una opresión en el pecho.
ESTÁS LEYENDO
Pasión & Poder
Romance"Todo amor esconde un secreto" Y el de Aila y Maxwell es el más oscuro de todos.