AILA
Llevo muy poco viviendo en Inglaterra y la mayor parte del tiempo me la había pasado encerrada en la mansión, la única que me hacía compañía era Lillie, ella era la única que realmente me hacía caso en esa maldita mansión, y aunque se lo agradecía muchísimo, ya estaba harta y muy aburrida del encierro, por lo tanto había optado por salir a conocer un poco la ciudad y así lograr distraerme de todo lo que estaba ocurriendo últimamente.
Al comentárselo a Maxwell no le hizo mucha gracia que fuera sola, pero tampoco quiso ir conmigo, según él tenía una reunión muy importante en el trabajo y no podía faltar, al parecer eso es lo único que él hace, trabajar.
En lo últimos tres días ha estado evitándome y poniendo de excusa para no verme el estúpido trabajo, pero yo sabía que no era por eso, algo le pasaba, pero por más que le preguntaba se negaba a decirme y logrando como consecuencia que se enojara y se marchaba sin mediar palabra.
Un suave suspiro salió de mis labios al recordar lo mal que lo había pasado en el poco tiempo que llevaba aquí, solo había tenido disgustos y malos encuentros con Maxwell y sinceramente estaba reconsiderando la idea de volverme para Estados Unidos junto a mi madre y Henry.
La suave voz de Landon me sacó de mis pensamientos y haciendo que centrara nuevamente mi atención en él. Estabamos en una heladería, ya que como Maxwell no quiso acompañarme, se lo pedí a Landon en una de sus visitas a la mansión y el con mucho gusto había aceptado.
Su compañía era muy grata para mí por lo que el día había ido muy bien, Landon era muy divertido y me hacía reír mucho, también me ayudó a elegir mucha ropa nueva, sin duda tenía muy buen gusto.
-¿Me estás escuchando, Aila? - dijo con su ceño un poco fruncido.
Baje la mirada un poco apenada con él, Landon estaba siendo muy bueno conmigo y yo lo menos que podía hacer era prestarle atención cuando me hablaba.
-No, lo siento -dije sincera- pero es que tengo muchas cosas en la cabeza
-¿Sucedió algo con tu padre?
Un escalofrío me recorrió al oír la forma en la que se refería a Maxwell, por alguna razón estaba odiando mucho esa referencia hacia el, por muy verdad que fuera.
-No realmente -suspiré - Es solo que...
Hice una pequeña pausa y lo miré con duda, no sabía si contarle, no quería agobiarlo con mis problemas estúpidos, pero al ver la tierna sonrisa que me dedicaba, no pude evitarlo, Landon me daba demasiada confianza.
-Me siento desplazada de su vida Landon -confesé- Y se que no es algo de debiera de cogerme de sorpresa dado que nunca le he importado pero -suspire pesadamente- Esperaba que ahora que vivimos juntos, pues...
-Esperabas que los cosas fueran distintas ¿no?
Asentí lentamente, Landon tomó una de mis manos y le dió una suave caricia que logró hacerme sentir un poco mejor.
-Mira Aila, la situación en la que están es complicada, son completos desconocidos y no es fácil para ninguno de los dos -hizo una pausa- Pero debes darle tiempo
-¿Más? -dije incrédula- Pronto se cumplirá un mes desde que estoy aquí y muestra relación no hace más que empeorar
-Maxwell siempre ha sido así, cuando se agobia toma distancia, pero al final siempre vuelve, por favor, solo tenle un poco más de paciencia
Sonrí falsamente, tratando de ocultar la angustia que tenía en mi corazón, pero era algo practicamente imposible y ya me estaba empezando a pesar la situación.
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Pasión & Poder
Romansa"Todo amor esconde un secreto" Y el de Aila y Maxwell es el más oscuro de todos.