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MAXWELL

Aterrado, nervioso y enojado, esas eran las palabras que describían mi situación en estos momentos, Aila me había contado anoche sobre la llamada de Leahnor indicándole que nos venía a visitar con Henry, y yo no podía creer que algo así me estuviera pasando a mí, y la razón por la que me encontraba enojado y aterrado no eran porque volvería ver a Leahnor después de diecinueve años sin verla, sino por Henry, el fue uno de mis mejores amigos y al engañarme y enamorarse de Leahnor nuestra amistad se rompió, aunque si lo pensaba bien yo tampoco podían reclamarle nada, a fin de cuentas, yo le había hecho lo mismo a Samuell.

Además tampoco podía odiarlo para siempre, el era una pieza fundamental en mi vida y sé que el no lo hizo a propósito, solamente se enamoro, además de que Henry fue el padre que Aila necesitaba, estuvo a su lado cuando yo no lo hice y eso se lo agradezco muchícimo.

Tenía ganas de verlo, claro que sí, pero a la vez no quería que vinieran, en primer lugar porque ya no podría estar tan cerca de Aila y en Segundo, nosotros estábamos en peligro en este momento y no quería que ellos se arriesgaran por mi culpa, pero no podía hacer nada, yo conocía a Leahnor y a ella cuando se le metía algo en la cabeza no hay quien le saque esa idea.

No me quedaba nada más que resignarme y adaptarme a la situación. Suspiré frustrado y cansado, estos días habían sido interminables para mí.

Me acerque a Aila, la cuál estaba muy nerviosa, mucho más que yo, sus manos temblaban y no se podía estar quieta, caminaba de un lugar a otro por la sala, Leahnor y Henry estaban por llegar y eso la ponía nerviosa.

-Muñeca, por favor cálmate, todo va a salir bien -traté de tranquilizarla.

-¿Cómo estás tan seguro de eso?

-De hecho, no lo estoy -confesé- Pero solo tenemos que relajarnos y ser discretos

-No puedo Maxwell, no puedo mentirle a mi madre.

-Pero si ya lo has hecho antes, Aila ¿cuál es el problema? -pregunté sin entender.

-Mentirle a mi madre por teléfono es una cosa, pero estando en frente de ella no lo voy a poder hacer -suspiró con fuerza- Ella me conoce demasiado bien, se va a dar cuenta de que le oculto algo

-No tenemos otra opción, es fingir que somos padre he hija o decirle la verdad

-No podemos decirle, se desilucionaría de mí, me odiaría y yo no podría soportar eso

-Te quiero, muñeca, y lo sabes, pero no puedes vivir toda la vida escondida tras las faldas de tu mamá, en algún momento se va a enterar y el que no se lo haigas dicho tú va a ser peor

-Ya lo sé -dijo abatida- Pero por ahora no puedo, muñeco, dame tiempo ¿sí?

-Como quieras Aila, es tu decisión

Ella paso sus brazos por mi cuello y me atrajo hacia ella, unió nuestros labios en un beso dulce y a la vez necesitado. En ese momento me acordé de algo y me tensé notablemente, ella se separó de mí y me miró preocupada, yo esquivé su mirada.

-¿Qué sucede, Maxwell?, te tensaste de repente

-¿Qué pasa con Donnan? -bufé con fastidio.

-¿Qué pasa con él? -alzó una ceja sin entender.

-Leahnor piensa que ustedes son novios, ¿que piensas hacer respecto a eso?

-Supongo que tendré que fingir que me gusta -se encogió de hombros.

-¡¿Qué?! -alcé la voz- Pero supuesto que no, le inventas una escusa a Leahnor, pero que ni se te ocurra acercarte a él, Aila Saldivar

-¿Qué te pasa, Maxwell? -se separó un poco de mí- No me hables así, en primer lugar, yo estoy contigo y no con Donnan y en segundo lugar, lo haré para que mi madre no sospeche nada

-¡A él le gustas, Aila! -dije molesto- A pesar de todo es mi amigo, no quiero que lo utilices para esto, no se lo merece

Aila me miró a los ojos y pude notar que entendió mis palabras a la perfección, esto no solo se trataba de ella y de mi, no si alguien más podía salir herido por nuestras mentiras.

-Tienes razón, hablaré con mi madre he intentaré convencerla de que Donnan y yo no tenemos nada

La abracé, ella recostó su cabeza en mi hombro mientras yo le pasaba una de mis manos por su pelo. La puerta sonó y Aila se tensó en mis brazos, me separé de ella mientras Lillie abría la puerta.

Hubo un gran silencio en la sala, yo no me atreví a levantar la vista, no quería enfrentarme a un pasado que ya había enterrado en lo más profundo de mi memoria hace años.

Aila se acercó a ellos y los abrazó, un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando sentí una mano en mi hombro, no quería girarme, ya sabía muy bien quien era, y decir que no estaba nervioso sería una gran mentira.

-Hace muchos años que no te veía, Welly

Al escuchar a Henry decirme así no pude evitar tensarme, hace años que nadie me decía así, me giré hacia el y finalmente lo ví, no había cambiado nada, seguía siendo el mismo de hace años, y cuando me mostró su sonrisa no pude evitar sonreír yo también.

¡Maldición! Yo también lo había extrañado muchísimo.

-Te extrañé mucho Maxwell, muchísimo

No podía hablar, las palabras no me salían, además no estaba seguro de lo que sentía en este momento por él, yo también lo había extrañado, y no dude en decírselo, por mucho que mi orgullo me lo prohibiera, no pude evitar hacer y decir lo que sentía.

-Yo también, Henry -susurré- También te extrañé

El abrió sus brazos  y se acercó a mí, fundiendonos en un fuerte abrazo, un abrazo que me había hecho tanta falta en los momentos difíciles que había pasado en estos últimos años, un abrazo que no estaba completo si no estábamos los cinco juntos, los chicos se iban a poner muy felices al verlo.

Al separarnos mire hacia Aila, la cuál tenía una gran sonrisa en el rostro, giré mi cabeza hacia su derecha, y, finalmente la ví.

Me quedé congelado y desorientado cuando nuestras miradas se encontraron, me acababa de encontrar frente a frente con mi pasado, con mi antigua mejor amiga, la madre de mi hija y mi primer amor. Leahnor Borner.

-¿Cómo haz estado, Maxwell Jefferson?

Y con tan solo escuchar su voz de nuevo supe que ya nada era igual, finalmente entendí que ya no la quería, de ninguna manera posible, no me trasmitía ninguna emoción que no fuera la decepción, la decepción que me causo hace años. Nada más que eso.

Nuestra decepcionante historia de amor, estaba más que olvidada y superada. Maxwell y Leahnor, ya eran pasado.

Pasión & PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora