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MAXWELL

Aila estaba recostada en la cama, dormía profundamente gracias a unos calmantes que le dió el doctor antes de irse, se veía tan frágil que me daban ganas de encerrarla entre mis brazos para siempre, para mantenerla protegida y que nadie pudiera volver a lastimarla.

Los chicos estaban en la sala hablando con Leahnor, pero a mí la verdad me importaba muy poco lo que ella dijera, lo que le había hecho a Aila no tenía perdón alguno, fue algo totalmente injustificado y yo no sé lo perdonaría jamás y ya me encargaría de hacer que se sintiera miserable por siempre.

Gracias a dios ella y el bebé estaban bien, pero aún así había sufrido una amenaza de aborto y tenía que reposar, no podía hacer muchos esfuerzos físicos y alimentarse bien, tenía que estar calmada, así que yo le había prohibido a Leahnor que subiera a verla, no quería que Aila se alterara por su culpa.

El doctor dijo que el bebé estaba bien, pero que teníamos que esperar a que naciera para ver si no tenía ninguna anomalía debido al golpe que recibio Aula, cosa que me tenía sumamente alterado.

Sentí como esta se removía a mi lado, empezó a abrir sus ojitos poco a poco mientras pestañaba repetidas veces debido a la claridad que entraba por las ventanas.

Ella intentó sentarse en la cama pero hizo una mueca de dolor, lo que me preocupó un poco, me acerqué a ella y me senté en la cama con cuidado.

-No muñeca, quédate acostada, necesitas descansar

-Estoy bien -dijo con dificultad.

-No, no lo estás, el doctor dijo que tenías que hacer reposo y ningún esfuerzo físico ni emocional -rebatí.

-¿Cómo está mi bebé?

Ella me miró a los ojos, notaba la preocupación en los suyos, así que sonreí y besé su frente con cariño para tratar de calmarla.

-Está bien- suspiré- Los dos están en perfecto estado, no te preocupes muñeca

-Y... ¿mi mamá?

Preguntó temerosa, ocasionado que me tensara y la observara serio, ¿cómo es que después de lo que le había hecho aún quería saber de ella?.

-¿A quién le importa? -mi voz sonó más brusco de lo que quería.

-A mí -dijo con firmeza.

-Aila, tú madre casi te ocasionó un aborto, ¿no sé cómo aún estás preocupada por ella?

-Porqué es mi mamá -su voz sonó dolida- Y a pesar de todo, yo la amo, ella solo estaba enojada y no pensó en lo que hacía

-Eso no me importa, no quiero que ella se acerqué a tí -sentencié- No quiero que te vuelva a lastimar

-Maxwell

Me llamó con dulzura y voz lastimera, pero no podía ceder, Leahnor se había excedido y eso no podía permitirselo nunca más.

-No, ¿sabes lo preocupado que estaba por tí?

-Pero no fue del todo culpa de mi madre

Miré a , tenía un gran corazón, pero aún así no quería que Leahnor se acercara a ella, le había hecho mucho daño, el rostro de Aila tenía un gran moretón en el cachete izquierdo, ¿quién sabe cuántas veces le habrá pegado antes de que yo entrara?.

Y la verdad es que no quería ni imaginarmelo.

-Solo, yo solo quiero hablar con ella, una vez más -dijo en un susurro ahogado.

-No creo que sea buena idea, te puede lastimar de nuevo y yo...

-Por favor muñeco, no hables así -me cortó con voz firme- Es mi madre, no es un criminal ni nada por el estilo, agradezco que te preocupes, pero yo también necesito que respetes mis decisiones

Suspiré derrotado, sabía que tarde o temprano ellas dos iban a hablar, pero no quería que la volviera a lastimar, yo estaba seguro de que si Leahnor se atrevía a tocar a Aila de nuevo, yo era capáz de matarla.

-Por favor, no me pasará nada

-Está bien -dije rendido- Pero solo si yo estoy presente
Ella negó rotundamente con la cabeza.

-No, eso haría las cosas más difíciles

-Está bien, pero si no soy yo, al menos que esté Lillie contigo, es eso o nada

Ella me miró a los ojos por unos segundos, luego asintió lentamente con la cabeza, yo me separé de ella con cuidado y me levanté de la cama con lentitud.

-Ahora la llamo, no te levantes de la cama

-Está bien

Salí del cuarto y bajé las escaleras, ahí estaban todos, hablando con Leahnor,  apreté mis puños y me paré frente a ella con desición, mi rostro estaba tenso y la sangre me hervía, pero aún así traté de mantener la compostura.

-Lehanor -la llamé con dureza.

Ella levantó el rostro y me miró seria, estaba seguro que le desagradaba mi presencia tanto como a mí la de ella.

-¿Qué quieres ahora? -preguntó con rabia.

-Yo nada, pero para mí desgracia, Aila quiere hablar contigo

Al decir eso ella ni se inmutó, solo se levantó lentamente del sillón y se dispuso a subir las escaleras, pero mi voz la detuvo abruptamente.

-Ten cuidado con lo que vas a ser, porque está vez no respondo si la vuelves a tocar ¿entendiste?

-A mí no me amenazas imbécil

Dijo con claro enfado mientras me observaba directamente a los ojos y continúo el camino a la habitación de Aila, me giré hacia Lillie con rapidez.

-Ve con ella -le pedí- No me fío de Leahnor

-Está bien, no te preocupes -sonrío con calma.

-Cualquier cosa nos llamas -intervino Landon.

-Está bien, pero no creo que ella la vuelva a lastimar

Dijo Lillie, para luego también se dirigió a la habitación de Aila, yo me pasé las manos por el pelo y me senté en uno de los sillones de la sala.

-No te preocupes Maxy, todo estará bien -dijo Samuell, en un intento de calmarme.

Sin embargo, que me pudieran que no me preocupara por el bienestar de Aula, era como si me pudieran no respirar.

Eso era algo practicamente imposible.

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