Pasión & Poder

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AILA

Mi madre entró a la habitación y tras ella lo hizo Lillie, esta última se acercó a mí y tomó haciento a mi lado, mientras cogía mi mano dulcemente, por otro lado, mi madre se viró de espaldas sin siquiera mirarme.

-¿Qué quieres hablar conmigo? -su voz sonó fría y carente de sentimientos.

-Mamá yo

Levantó la mano con firmeza, haciéndome guardar silencio al instante.

-No Aila, no me llames así de nuevo, a partir de ahora yo ya no soy tu madre

Sus palabras me dolieron muchísimo, sentí las lágrimas queriendo salir, pero las contuve, no quería derrumbarme de nuevo, no quería motrarme débil ante ellas.

Lillie se levantó de la cama y se acercó a mi madre, la tomó de los hombros y la giró hacia nosotras, obligándola a mirarla a los ojos.

-No vuelvas a decir eso Leahnor, te puedes arrepentir de tus palabras

-Tú te callas! -gritó con furia mi madre- Aquí nadie pidió tu opinión, este es un asunto familiar, así que no te metas

-Pues sí me meto, Aila es mi amiga y no voy a dejar que la vuelvas a tratar así, yo misma me voy a...

-Tú no eres nadie, Lillie

Mi madre no dejó que Lillie terminara tan siquiera de hablar, se le notaba muy enojada aún, tal vez era cierto y ella nunca  me iba a perdonar.

-¿Y tú quién te crees que eres para maltratar a Aila así?

Lillie también estaba perdiendo la paciencia y yo lo menos que quería era un enfrentamiento entre ella dos, ya bastante tenía con la situación que estaba viviendo como para presenciar otra pelea más.

-Soy su mamá y tú, Maxwell y sus amigos no son más qué unos

-Ellos no tienen nada que ver en esto Leah- Lillie no la dejó terminar- Esto...

Lillie me señaló mientras seguía mirando a mi madre seria y enojada.

-Esto que hiciste no es más que el reflejo de lo que en realidad eres -acusó con voz firme Lillie- Un monstruo capáz de maltratar a su hija, importandole poco que estuviera embarazada y el daño que le pudiera ocasionar tanto a ella como al bebé

-Lillie, ya basta por favor -sollozé.

-Yo no tengo que darte explicaciones, ni a tí, ni a nadie, yo trato a mi hija como me plazca

-Eres lo peor, no se cómo te pude conciderar mi amiga, Leahnor

-Quizás porque nunca lo fuimos realmente, una amiga le cuenta las cosas a la otra y tú Lillie -la señaló acusadoramente- Tú me ocultaste que Aila andaba de ofrecida, revolcándose con su padre

-Ya, no discutan más por favor -Pedí en un suspiro.

Lillie  me hizo caso y bajo un poco la guardia mientras volvía a tomar haciento a mi lado.

Mi madre se acercó más a la cama y me miró fijamente mientras juntaba sus dos manos sobre su pecho.

-Ahora entiendo porqué no me querías presentar a tú novio y al padre de tu hijo, porque sabías perfectamente que era una asquerosidad y una depravación lo que hacías

-No, así no era como yo quería hacer las cosas mamá -negué con dolor- Pero conociéndote y sabiendo que no te caía bien Maxwell después de todo lo que pasó entre ustedes, no me déjaste otro remedio que ocultártelo

-Maxwell fue el hombre que me destrozó la vida -dijo con rabia- Me engaño mil veces con diferentes mujeres y ahora te hará lo mismo a tí

-¿Hasta cuando mamá? -pregunté con reproche- ¿Hasta cuando vas a usar la misma excusa?, ya ha pasado mucho tiempo, yo y el bebé que llevo en el vientre tenemos la sangre de Maxwell, tú nieto y tú hija, no te  parece que es mejor dejarlo todo atrás

-Nunca, escucháme bien Aila Saldivar -me apuntó con un dedo- Yo nunca voy aceptar esto y en toda mi vida y a pesar de todo lo que he pasado y de todo lo que me han lastimado -suspiró- La que más dolor me ha causado eres tú, eras mi única hija y también te perdí

-¿Entonces qué?, ¿Me vas a odiar para toda tu vida?

-No, simplemente voy hacer como sí tu nuca hubieras existido -sentenció- Cómo si nunca hubiera tenido una hija. Para mí ya tú no eres nada Aila

Mi madre salió del cuarto mientras las lágrimas caían por mis mejillas, ¿cómo es que ella podía decir eso?, a pesar de todo yo era su hija.

-No llores amiga, todo estará bien -trató de consolarme Lillie.

-¿No oíste lo que dijo? -pregunté con dolor- No quiere volver a saber de mí en su vida

-La oí, pero ella solo está enojada, ya se le pasará y te perdonará

-No creo que eso pase Lillie -suspiré- ¿No viste sus ojos?, No había amor ellos, solo vacío y odio

-Pues si ella no te quiero perdonar, que no lo haga -se encogió de hombros- Ella es la que se va a perder a su hermosa hija, y el ver crecer a su nieto/nieta

A pesar de que Lillie tenía razón en sus palabras, eso no quita a qué no me sintiera mal, era mi madre y la amaba con todo mi corazón, y aunque ella no me perdonara y me insultara de todas las maneras posibles, yo siempre la iba a querer muchísimo, ella siempre iba a tener un lugar muy especial en mi corazón.