Pasión & Poder

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AILA

El día había pasado rápido, aunque yo aún seguía con esa extraña sensación que me oprimía el pecho sin piedad, y eso me asustaba. Sin embargo, había desistido despejar mi mente y para no pensar en ello, desidí ocupar mi tiempo en otra cosa.

Por eso, estaba ayudando a Lillie a terminar la cena para Maxwell y para mí, aunque íbamos un poco retrasadas ya que nos habíamos entretenido conversando.
De hecho, me extrañaba que Maxwell no hubiera llegado ya, eran las 8:30 pm, hace una hora que ya tenía que haber llegado.

Pero aún así no lo llamé, no quería parecer celosa y controladora, así que solamente me senté en la sala con Lillie mientras que veíamos una película y tomábamos un jugo de naranja recién preparado.

Minutos después tocaron la puerta y entraron los chicos con una gran sonrisa, venían haciéndose bromas entre ellos, no pude evitar sonreír yo también, eran unos niños, a pesar de ser más grandes y aparentemente más maduros que yo.

Landon se acercó a Lillie y depositó un suave beso en sus labios, porqué sí, esos dos llevan saliendo algunas semanas, Lillie me lo había confesado hace poco y la verdad, es que me ponía muy contenta por ellos.

De pronto me di cuenta de un detalle importante, Maxwell no estaba con ellos y se suponía que iban a llegar juntos.

-¿Dónde está Maxwell?

Le pregunté a los chicos mientras Henry acariciaba mi vientre aún plano con cariño.

Ellos se miraron entre ellos, se veían un poco extrañados.

¿No está aquí? -preguntó extrañado Samuell.

-No, se supone que él estaba con ustedes en la oficina

-Aila, Maxwell no fue a la oficina hoy -dijo Landon.

-¿Qué? -pregunté en un susurro.

-Si, de hecho nosotros vinimos para ver si se había enfermado o algo -intervino Donnan.

-Eso es imposible -negué con la cabeza- Él me dejó aquí en la casa después de ir a la consulta del Obstetra hoy en la mañana, y después se fue para la empresa

-Pues eso está muy raro, porque nosotros nos pasamos el día en la empresa y Maxwell nunca llegó -dijo Henry con el ceño fruncido.

-¿Entonces dónde está? -preguntó Lillie.

Y otra vez volvió esa sensación extraña y esa opresión en mi pecho, mis alarmas se activaron y el miedo inundó todo mi ser.

-Haber, no se pongan nerviosos, tal vez tuvo algo más que hacer- Samuell trato de calmar el ambiente tenso que se había formado.

-Si Aila -intervino Donnan- A lo mejor tuvo una reunión en algún lugar con un cliente

-N-no -me volví a negar segura- Maxwell me dejó aquí hace como unas ocho o nueve horas y me dijo que se iba a ir directo a la empresa

La puerta de la casa se abrió y todos dirigimos la mirada hacía ahí, esperando que fuera Maxwell, pero no, por ahí entró mi madre con una cara un poco preocupada que desapareció al instante de ver mi estado de preocupación y estrés.

-¿Qué haces aquí, Leahnor? -preguntó un tanto brusco Henry.

-Vine a hablar con mi hija, quiero solucionar las cosas

Y esas palabras fueron suficientes para mí, me acerqué a ella sin importarme lo distanciadas que hemos estado estos días, ella estaba ahí ahora, dispuesta a solucionar todo entre nosotras y eso era lo único que a mí me importaba.