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AILA

Landon se había llevado a Samuell fuera de la mansión, para platicar con calma sobre el tema de Melissa y Maxwell, sinceramente me hubiera gustado explicarle las cosas yo, pero no tenía cabeza para eso en este momento, así que Landon fue quién se ofreció y la verdad, es que era lo mejor, pues él sí se sabía la historia completa, y, Samuell tenía todo el derecho de saber la verdad absoluta.

Donnan por otros lado, decidió irse a la estación de policía para ver si podía ayudar en algo con la investigación, mientras que Lillie, mi madre, Henry y yo, estábamos en mi habitación.

Ellos me habían convensido de que me recostara un rato y que tratara de descansar, pero me era imposible hacerlo, mi mente estaba hecho un caos y mi corazón no dejaba de doler.

Mi lágrimas no dejaban de salir, me sentía tan débil he indefensa que no sabías que hacer para ayudar.

-Aila, ¿estás segura de que fue Melissa? -preguntó Henry con suavidad.

-Sí, esa mujer se la pasa acosandolo y se puso como una fiera porque Maxwell no quiso caer en su juego

-Ya Aila, ya verás que todo estará bien, si ella es la culpable la policía la va a detener -dijo Lillie.

-Pues yo espero que si lo tiene se lo confiece a la policía, porque yo quiero que Maxwell regrese, si le pasara algo yo me muero

-Ya hija, no te pongas así

-Él es mi vida mamá -confesé.

-Aila, tienes que ser fuerte ¿sí?, Tienes que ser fuerte por tí, tienes que ser fuerte por Maxwell y tienes que ser fuerte por los bebés que vienen en camino

Las lágrimas salían con más intensidad, yo sabía que Lillie tenía razón, pero no podía, sentía como si me faltará una parte y esa parte era Maxwell, lo necesitaba conmigo.

-Aila tranquila, ya verás que cuando menos te lo esperes Maxwell va a estar aquí contigo de nuevo -Henry susurro.

-Así será -siguio Lillie.

-Ellos tienen razón hija, tienes que sacar fuerzas para enfrentar esto

-No puedo, mamá -negué con la cabeza.

-Hija, ya sabes que yo no me llevo bien con Maxwell, pero te juro que en este momento yo lo único que quiero es que él esté aquí contigo, si eso es lo que te hace feliz

La puerta de la habitación de abrió sorpresivamente y la imponente figura de Melissa se asomó por ella, con una suave sonrisa danzando en sus labios.

-Buenas noches

Me tensé notablemente, me levanté de la cama y la encaré, Henry se puso en el medio de las dos para evitar algún enfrentamiento mientras que Lillie y mi madre estaban tras de mí.

-¿Cómo te atreves a aparecerte aquí en mi casa?, Dime, ¿dónde está Maxwell? -pregunté exaltada.

-¿Qué te pasa, Aila?

Dijo con su expresión más inocente, que solo hizo que me enojara aún más, me iba a acercar a ella pero mi madre me aguantó del brazo.

-¿Qué le hiciste? -pregunté con fiereza.

-Es que yo no sé de lo que estás hablando

-Ya, Aila, cálmate -intervino Lillie- No le hace bien a los bebé que estés así

-Además, no tenemos pruebas para acusarla -dijo Henry.

-A mí no me hacen falta pruebas -alcé la voz- Yo sé que fue ella y si le pasó algo malo a Maxwell, te lo juro que vas a pagar Melissa

-Ya Aila, hija, así no vas a conseguir nada, cálmate por favor -consilió mi madre.

-Melissa -la llamo Henry- Más vale que confieses la verdad, sino va ser peor

-Es que no entiendo de qué hablan, yo solo vine a hablar con Leahnor de un asunto que tenemos pendiente, ¿qué es lo que pasa con Maxwell?

Mi madre se acercó a Melissa, examinandola detenidamente antes de hablar.

-Hay serías sospechas de que Maxwell fue secuestrado

-Dios mío, ¿cómo fue?

Melissa llevó una de sus manos a su boca, cubierndola en señal de asombro y pena, yo solo pude bufar enojada, es que no me la creía nada.

-Fue que Maxwell dejó a Aila aquí y en el trayecto al trabajo desapareció -dijo Lillie.

-Nadie sabe nada de él, pero ya la policía está al tanto de todo -siguio Henry.

-Qué impresionante, en lo que pueda ayudar, cuenten conmigo -Melissa sonrío son suavidad.

-Mentirosa -bufé furiosa.

-¿Sabes que Aila? -Preguntó Melissa a la vez que se cruzaba de brazos- Yo entiendo que estés mal, vendré otro día

-No, vamos al despacho de Maxwell para que me digas que quieres, así no tendrás que volver nunca más -dijo mi madre

Ella y mi madre salieron de la habitación a paso rápido, yo me senté en la cama mientras Lillie me abrazaba muy fuerte, Melissa era la peor persona que había conocido en mi vida y yo sabía que fue ella quien había secuestrado a Maxwell.

La muy perra lo tenía, y sabía, que se muy dentro de ella, se regocijaba con mi sufrimiento.

Pasión & PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora