Annabeth
—No me mires así —le dije a Percy con una risita—. Vamos a pasar la noche en un hotel, bebiendo, echando unas risas y puede que hasta veamos una película. Tienes el apartamento entero para ti y para los chicos.
—Ya, lo sé —dijo—. Pero me gustaría más estar contigo.
—Lo sé —me senté a su lado y lo abracé—. Tienes que empezar a buscar casa en Nueva York o aquí en California, pero no te separes de ningún campamento.
—Como digas —me dio un beso antes de dejarme marchar—. Te amo.
—Yo más, Seso de alga.
Salí del apartamento y me dirigí a la salida de Nueva Roma, esperando encontrarme a las chicas. Allí vi a Thalia, la primera, y le di un gran abrazo. Unos minutos más tarde llegaron Piper, Álex y Hazel.
Así pues, nos pusimos en camino hacia el hotel, uno de los mejores de la ciudad.
—Te tenemos algo, Annie —sonrió Piper, y me pasó por el cuello una banda que rezaba Casada #1.
—Y —Hazel me puso en la cabeza una tiara de plástico con plumas rosas—. Qué guapa.
—Si parece una princesa, mírala qué linda —Álex me puso una mueca.
—Qué fuerte que se casen en dos semanas —habló Piper.
—Una y media, en realidad —corrigió Álex con una enorme sonrisa.
—Y qué guapas van a estar mis damas de honor —les contesté.
—¡Ya quiero verte con tu hermoso vestido! —exclamó Hazel—. Seguro que Percy se desmaya en el altar.
—Seguro —respondió Álex, y todas soltamos una gran carcajada.
Llegamos al hotel y nos registramos, estaba a nombre de Álex porque ella había pagado todo a escondidas a pesar de que le pedí que no lo hiciera.
Subimos a nuestra habitación, la cual era enorme. ¿Qué diablos? ¡Era una suite! Contaba con tres baños, balcón y dos camas de matrimonio en la que cabíamos cuatro perfectamente.
Soltamos las maletas y Álex puso música con el hilo musical de la suite. Abrimos una botella de champagne y bailamos por toda la habitación, gritando y saltando.
♪༄♪
Jason
—Y entonces se puso a gritar: ¡Soy Batman! Y se tiró del edificio.
—¿Ah? ¿Qué?
—Lo sabía, no me estás escuchando —le recriminé a Percy—. ¡Relájate! Es tu despedida de soltero —le di una cerveza—. Solo respira, te prometo que a ninguna de las chicas las va a atropellar un camión.
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El eco de las sombras || Nico di Angelo (libro 2)
FanfictionHan pasado algunos años desde que Álex se marchó a París para cumplir su sueño de toda la vida: iniciarse en la música de forma profesional. Se ha visto obligada a pasar página y olvidar a Nico. El hijo de Hades ha intentado los mismo. Necesitaba ol...