Trent estaba incómodo, para el momento en que dejaron el pastel de chocolate y frutos rojos en una de las largas mesas de ofrendas había sido saludado por una docena de desconocidos.
Bonnie no mintió acerca de la extensión de su familia.
Se quedó observando un poco más todos los extraños platillos en la mesa, eran de lo más variados, un pollo rostizado, costillas asadas con guarnición de tomates y huevos, una gran variedad de tartas de fruta y pasteles, postres de colores exóticos.
Según lo que Bonnie le había dicho cuando tuvieron que hacer una parada de emergencia en una pastelería del pueblo, una de las tradiciones del enclave era que los invitados a una celebración de emparejamiento debían llevar una ofrenda en forma de comida para la pareja.
Ahora, sin embargo, Trent dudaba que existiera alguien sobre la tierra capaz de devorar siquiera la mitad de todo esto.
-¡Bonnie!
Esa voz aguda y casi nasal lo hizo saltar a la par del felino que se sobresaltó. El jaguar realmente estaba haciendo un buen trabajo al mantenerse cuerdo estando rodeado por tantos cambiantes desconocidos.
-Callie...
Trent giró para ver a una mujer más alta y de cabello castaño claro abrazando a Bonnie. Su abrazo hizo que Bonnie se relajara por primera vez desde que habían entrado al enorme salón de fiestas de la familia. Era como estar dentro de un hangar... Pero sin aviones.
-Me pone muy feliz que hayas decidido venir -dijo la mujer, tenía los ojos cerrados y una sonrisa genuina en el rostro. Trent pudo percibir un débil olor salino que le dijo que estaba al borde del llanto-. En serio temí que pondrías una escusa otra vez.
La tensión volvió a Bonnie.
-Lo siento Callie, yo..., de verdad...
-Esta vez no tiene asuntos importantes -agregó otra mujer con algo parecido al desdén-. ¡Vaya novedad!
Bonnie y Callie se separaron para voltear hacia la otra mujer.
-Greta, no hay necesidad de ser ruda.
Greta miró a Bonnie de arriba a abajo, tenía la altura de Trent y era tan delgada como una espiga, de una forma que no parecía natural. Llevaba un vestido igual al de Bonnie excepto por el color, que en su caso era de un bonito plateado con brillos. Trent deslizó su mirada hacia Callie y notó el mismo estilo de vestido, pero el suyo era azul.
-La abuela nos vistió como muñecas otra vez -murmuró Greta-. Es una lástima que no te quede el rojo.
-Ni a ti el gris -respondió Callie.
El rostro severo de Greta no cambió su expresión de fastidio, ni siquiera cuando sus ojos cayeron sobre Trent durante una fracción de segundo. Era una mezcla de amarillo verdoso.
-¿Quién es él?
Bonnie lo buscó con la mirada, tenía una súplica en sus ojos dorados, parecía gritarle que la sacara de ahí, que la pusiera en un lugar seguro.
-Su pareja -respondió por ella-. Trent Rivers.
Por cortesía, le extendió una mano a Greta, aunque por dentro quería mostrarle los dientes y obligarla a disculparse por su forma de hablarle a su hermana mayor.
Greta volvió a hacer eso otra vez, a mirarlo de arriba a abajo, su mirada no era despectiva pero ponía nervioso a su jaguar.
-¿Un jaguar? -Greta clavó sus ojos sobre Bonnie- ¿En serio?
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Cautivo (Serie Gold Pride 3.5)
RomanceLa vida de Bonnie Lewis no puede empeorar... O tal vez sí. Su compañero ya está emparejado, su instinto de emparejamiento sigue activo y para colmo su animal está a un pelo de salirse de control. Y por si no fuera poco, el calor que inunda su cuerpo...