No había forma en que pudiera estar alejado de ella, estaba en su boca, en su piel, en lo profundo de su carne y sangre, grabada en los latidos de su corazón. Si existió alguna vez un poco de esperanza que los mantuviese apartados por seguridad, ahora de eso solo quedaba un débil rastro de cenizas.
Trent emergió desde la protección de la falda roja, la vio calmada en su expresión, pero seguía temblando, demasiado débil como para mantenerse en pie. Se levantó, la sostuvo contra él, removió los botones que aseguraban el vestido a su espalda y este fluyó hasta el piso a sus pies, extendiéndose como una flor roja.
Pasaron minutos silenciosos en los que acarició su piel, su espalda, sus brazos, sus hombros, hasta que ella levantó la mirada satisfecha y curiosa hacia Trent. Elele sonrió pero sus ojos se desviaron a su cuello un segundo, el dolor de sus encías se incrementó.
-¿Qué es lo que quieres? -Ella preguntó.
-¿Qué?
-Lo volviste a hacer -Bonnie sacudió la cabeza como despejando una idea-. Parece que quieres hacer algo pero siempre te detienes, ya lo has hecho antes.
Trent negó.
-No es nada.
Bonnie se aferró a sus hombros, las manos de Trent la tomaron por las caderas apretandola contra su cuerpo duro.
-Quiero hacer cualquier cosa por ti.
Besó su frente, tomó de su olor llenando sus pulmones.
-No debes retribuirme nada.
-Pero quiero hacerlo -insistió-. Hablemos, ¿qué es lo que quieres? Dímelo, por favor...
Su mirada suplicante lo quemaba, empujaba la verdad fuera de él, destruyó la última muralla, se hizo añicos cuando respondió:
-Quiero mi marca en ti.
Sus colmillos bajaron, así como las puntas de sus garras, trazaron líneas sobre la piel de Bonnie y ella se estremeció con el contacto.
Pero no se alejó.
-Hazlo -demandó.
Él sacudió la cabeza con suavidad.
-No sabes lo que significa.
Ella deslizó sus manos de sus hombros a su cuello y luego las dejó sobre su rostro donde lo acunó, y lo miró a los ojos, con los pulgares trazó los contornos de sus pómulos.
-No lo sabré a menos que me lo digas, hablemos.
Trent soltó el aire en una exhalación pesada. No había nada que pudiera mantener lejos de ella, ni siquiera sus pensamientos y deseos más profundos. Estos quería escapar, encontrarla, unirse a ella, igual que el animal que tiraba de las cadenas.
-Los jaguares tenemos una forma de reclamar una pareja, más animal que humana. -Una pausa, bajó hasta su cuello para besarlo-. Por detrás, abrazados, unidos, con mis colmillos sosteniendo la piel de tu cuello hasta el final. -Solo pensar en eso podía ser suficiente para hacerlo terminar, Trent respiró profundo-. Dicen que esa forma despierta un vínculo.
Podía oír el pulso alterado de Bonnie, sus pupilas estaban dilatadas cuando regresó la mirada a su rostro, sus labios entre abiertos. Su sabor aún descansaba en los labios de Trent mientras el dolor y la necesidad arañaban su carne.
-Un vínculo, Bonnie..., es lo que no podemos tener.
-¿Quién lo dijo? ¿Está escrito en alguna parte?
Trent no respondió. Ella se giró y quedó frente a la pared, le echó una mirada por encima del hombro que lo desarmó por completo.
-Marcame Trent, no pienso vivir un día más pensando en lo que no puedo tener.
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Cautivo (Serie Gold Pride 3.5)
RomanceLa vida de Bonnie Lewis no puede empeorar... O tal vez sí. Su compañero ya está emparejado, su instinto de emparejamiento sigue activo y para colmo su animal está a un pelo de salirse de control. Y por si no fuera poco, el calor que inunda su cuerpo...