2. Menta Y Chocolate

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-Un mes, Matt, un jodido mes completo y nada. - levantó los brazos exasperado, dejándolos caer hasta chocar con su propio cuerpo - Ni siquiera las sensaciones se han acercado a las de la primera vez. - formó un puchero involuntario con la boca - No sé que estoy haciendo mal.

Su amigo, Matthew, lo abrazó de costado por los hombros. Estaban sentados sobre la hierba recién cortada del jardín de la escuela, tenían dos horas libres, por lo que improvisaron un picnic con comida nada saludable pero deliciosa. El rizado aprovechó el momento para contarle a su casi hermano su progreso en el shifting.

-Oye, seguro no estás haciendo nada mal. - le acercó un pequeño bote de helado de chocolate que había comprado - Solo es cuestión de tiempo, no creo que sea tan fácil "entrenar" - hizo comillas con las manos - a tu cerebro para llevarte a otra realidad, ¿verdad?

El más pequeño asintió no tan convencido, sumergió una cuchara en el helado para empezar a degustarlo.

-¿Y si no es para mi? - preguntó entre cucharadas - Tal vez me ilusioné demasiado y nunca se me ocurrió que hubiera la posibilidad de que no todos pudieran hacerlo, mucho menos que uno de ellos pudiera ser yo - suspiró y siguió comiendo.

-No lo creo, - sonaba seguro - todos tenemos las mismas capacidades, unos menos desarrolladas que otros, sí, pero al final siempre están allí y requieren de mucho más tiempo para desarrollarse por completo, tal vez tu cerebro a penas está empezando a entender lo que quieres lograr y se está adaptando a la técnica - sonrió triunfal como si hubiera hecho un gran descubrimiento.

Harry analizó sus palabras por unos minutos mientras el dulce alimento se colaba hacia su boca.

-Tienes razón - dijo al final - algo primordial para hacer shifting es la paciencia y creo que yo no estoy cumpliendo ese requisito - soltó una pequeña risa.

-¡Exacto! Solo eso, ten paciencia y cuando menos lo esperes estarás en tu realidad deseada - le arrebató el bote de helado - ahora comparte eso porque te di la respuesta a tu problema.

Ambos jóvenes rieron. La hora marcaba 10:45 a.m., su próxima clase iniciaba a las 11:00 a.m., así que devoraron el resto de golosinas, quedando en extremo satisfechos, y se encaminaron a su salón de física que quedaba al otro lado de la escuela. Fue a mitad de camino cuando se dieron cuenta que la elección de comer demasiado no fue la mejor si tenían que cruzar toda la escuela y además subir hasta un tercer piso, en fin, era avanzar rápido o ganarse un sermón por retardo, obviamente no querían que fuera la segunda, así que ahí estaban corriendo lo más rápido que sus estómagos llenos les permitían.

Llegaron segundos antes que el profesor, exhaustos pero lo lograron.

Las siguientes dos horas se basaron en Matthew cabeceando de sueño y un Harry muy confundido sin entender exactamente lo que había en el pizarrón, lo único entendible era el título de "Momento de Inercia", de ahí en fuera solo veía letras y números mezclados que formaban cientos de fórmulas que a su vez formaban más fórmulas. Es en esos momentos en los que se preguntaba muy seriamente como es que seguía aprobando la materia.

Cuando por fin concluyeron esas últimas dos horas, ambos chicos terminaron aún más exhaustos de lo que habían llegado al aula.

-¿A quién le importa como evolucionó una fórmula? - se quejó el más alto mientras se dirigían a la salida de la escuela - solo dígame las formulas finales que si voy a utilizar - se masajeó las sienes.

Desde que pusieron un pie fuera del salón, Matthew se ha ido quejando de la física como si fuera su peor enemigo, mientras que Harry solo se limitaba a asentir o hacer sonidos de afirmación.

-Necesito vacaciones - concluyó sus quejas.

-Matt, hace solo mes y medio que regresamos de vacaciones, no vamos ni siquiera a mitad de semestre - se burló el rizado.

OMEGA // Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora