Epílogo

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- Harás un agujero en el suelo, para ya - Niall, ya desesperado, le arrojó una rosa que estaba cerca.

- No me puedes juzgar, tú estarías igual - le recriminó - y no me avientes las rosas.

Antes de que Niall pudiera reclamar algo más, llamaron a la puerta.

- ¿Soy bienvenido? - Liam se asomó por la puerta.

- Siempre.

- No.

Respondieron Harry y Niall al mismo tiempo.

- Si Harold dice que sí, tú opinión no cuenta Ni - entró, mirando burlon al omega rubio, mientras este lo fulminada con la mirada - Mírate - sonrió hacia el rizado - Admito que siempre supe que pasaría, pero no imaginé que fuera tan pronto - se tapó la boca con la mano.

- Alfa llorón - se burló el rubio cuando notó sus ojos humedecerse.

- Callate, Niall - se talló los ojos, alejando la humedad en ellos - Harry es como mi hermano, tengo derecho a ponerme sentimental.

- Y es mi mejor amigo, que no se te olvide - se puso de pie y se acercó al alfa para golpearlo en la cabeza.

- ¡Hey! Rubio loco - se sobó la zona golpeada.

- Los dos - interrumpió el omega rizado - antes de que se maten, ¿alguien puede ayudarme con esto? - movió el collar que tenía en la mano de un lado a otro.

- Yo lo hago - se adelantó Niall.

Sin dificultad, tomó el bello collar de piedras preciosas y se lo colocó en el cuello.

- Esa bruja se lució - dijo mientras admiraba la joya - es realmente hermoso.

La pieza había sido un regalo de Athena precisamente para ese día. Se trataba de un brillante collar con piedras verdes que, con el sol, tomaban un color azul como el cielo, la mujer le dijo que los representaba a él y Louis, siendo este último el sol de la vida de Harry.

- Lo es - afirmó el rizado. 

(...)

El medio día llegó y el parque ya se encontraba repleto de la manada, todos vistiendo prendas blancas con sus respectivos toques azulados.

Se colocaron sillas a todo lo largo y ancho del lugar, las cuales apuntaban hacia la gran pila de madera que, más tarde, sería una fogata.

Las familias Styles y Tomlinson se encontraban sentados en primera fila, platicando felizmente mientras esperaban.

No mucho tiempo después, una música de tambor dio inicio a la ceremonia.

Todos se pusieron de pie en cuanto el Alfa entró al parque y comenzó a caminar hacia la fogata, luciendo un conjunto de pantalón azul oscuro y una camisa de un azul más claro.

Cabezas inclinadas recibía a cada paso que daba hasta llegar. Se detuvo justo frente a la montaña de madera, recibiendo una leve reverencia por parte de Athena, quien también se encontraba ahí, ella sería la encargada de ofrecer la ceremonia.

La música continuaba, volviéndose más lenta conforme los segundos pasaban. Cuando el sonido disminuyó su volumen, el omega rizado apareció en el parque, caminando con esa natural elegancia que posee, sonriendo hasta mostrar sus hoyuelos en las mejillas. Vestía de pantalón y camisa, ambos de un azul tan claro como el cielo por las mañanas. Recibió saludos a distancia de sus amigos y logró percibir un par de lágrimas de sus padres. Cuando llegó hasta Louis, notó en él la más sincera sonrisa y una mirada de adoración total que lo hizo sentir su corazón derretirse.

OMEGA // Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora