OMEGA // Larry Stylinson

22. Final

Tres días duró el celo de Harry, tiempo que pasó Louis a su lado, aliviando todo dolor y asegurándose, sobretodo, que su omega estuviera bien, siempre teniendo cuidado y alimentándolo correctamente después de cada ola.

Afortunadamente para ellos, Athena no había regresado aún, así que no se preocuparon por el ruido y desorden, ya lo arreglarían después.

Ahora se encontraban acostados, Harry abrazado al pecho del alfa y este acariciando su cabello rizado. Hace tan solo unos minutos que habían despertado después de una larga noche, la última del celo. Sin palabra alguna, decidieron quedarse en cama más tiempo.

Harry soltó un suspiro, llamando la atención del castaño.

- ¿Qué sucede, cariño? - preguntó sin dejar de jugá con su cabello.

- No quiero irme - inconscientemente, apretó más el agarre que tenía sobre el alfa - no otra vez.

Louis paró con su labor y separó un poco al omega de su lado, para poder ver su rostro.

- Hazza, mírame - el nombrado obedeció - cariño, no te volverás a ir, yo no lo permitiré, ¿de acuerdo?

- No - negó con la cabeza - aunque quisiéramos, no podemos evitar que yo me vaya - intentó sonreir, pero en su lugar se posó una mueca de tristeza.

- ¿No te lo ha contado? - preguntó confundido.

- ¿Contarme qué? - arrugó el entrecejo sin entender a qué y a quién se refería.

- Esa bruja - negó divertido - ven aquí.

Se sentó sobre la cama, recargando su espalda en la pared de piedra, jalando consigo al ojiverde y colocando su espalda sobre su pecho para que estuviera cómodo.

- Puedes quedarte.

- No, Louis, no puedo, es simplemente imposible.

- No, escucha - lo abrazó por la cintura - encontramos algo cuando buscábamos cómo traerte de vuelta, es algo que puede hacer qué te quedes por siempre aquí, si así lo deseas.

- Un minuto - seguía confundido - ¿de qué me estás hablando?

- Se llama permashifting, es básicamente lo que tú hiciste, cambiar de realidad, la única diferencia es que, esta vez, será para siempre.

El omega permaneció en silencio unos segundos, tratando de recordar si alguna vez leyó algo sobre ello, pero nada.

- ¿Estás hablando enserio?

- Completamente, lo encontramos en un libro raro de esos que tiene Athena - le restó importancia.

- ¿De verdad funciona? - su voz tenía un tono esperanzado pero la duda seguía presente.

- Según Athena, sí - recargó su mentón sobre el hombro del contrario, admirando su rostro de perfil.

- ¿Qué tendría que hacer? - lo miró. Los ojos de ambos brillaron ante la posibilidad de que Harry esté considerando hacerlo.

- Desde aquí sería muy difícil hacerlo, nos llevaría meses por el hecho de que no perteneces del todo a esta realidad, así que tendrías que regresar a tu realidad y agregar en tu guión, ese del qué me hablaste, la condición de querer hacer permashifting - le sonrió de lado, conforme con su explicación. Sin embargo, el rizado frunció el seño.

- ¿Así de fácil? - no se creía que todo fuera tan fácil y él no lo haya hecho desde el principio.

- Bueno - borró su sonrisa y puso una expresión más seria - hay algo más - hizo una pausa, ordenando sus ideas - algo pasó cuando tu cambiaste de realidad, el Harry de esta realidad desapareció, ¿lo recuerdas? - asintió - Bien, no sabemos por qué fue que ocurrió eso, pero ahora mismo no hay un cuerpo en el que tu conciencia se pueda hospedar, así que, cuando cambias de realidad, no solo es tu conciencia la qué cambia, sino también tu cuerpo - Harry mantenía el seño fruncido tratando de entender lo que le explicaba - prácticamente, viajas de realidad junto con tu cuerpo para sustituir el que desapareció. En estos momentos, en tu verdadera realidad desapareciste, así como lo haces aquí cuando te vas, ¿lo entiendes?