21. Tiempo Perdido

904 124 20
                                    

El abrazo era firme, ambos se sostenían con el miedo de que, al soltarse, regresarían a estar sin el otro.

Segundos o minutos pasaron, no lo supieron con exactitud, pero solo rompieron aquel abrazo cuando sus corazones parecieron sincronizarse y volver a su ritmo habitual, más no se separaron demasiado, quedando sus frentes pegadas mientras mantenían los ojos cerrados.

- Creí que no volvería a verte - susurró el omega, sintiendo lágrimas de felicidad caer por sus mejillas.

- Pensé lo mismo, cariño - se acercó lo suficiente para lamer las lágrimas del contrario, quitando todo rastro de éstas - pero estás aquí, cumpliste tu promesa.

- Ni siquiera sé cómo lo hice - soltó una pequeña risa.

- Eso es lo de menos, lo importante es que estás en casa.

La felicidad que sentía era inmensa, inclusive podían sentir a sus lobos saltar emocionados dentro de sus pecho, aullando por haberse reencontrado.

- No quisiera interrumpir - llamó su atención la mujer - pero me tengo que ir - se dirigió a Harry para explicar - tu amado Louis destrozó una gran variedad de mis plantas medicinales en uno de sus arranques de ira, así que tendré que reponerlos - miró al castaño de forma recriminatoria - quédense todo lo que quieran si prometen no romper nada más.

Tomó un bolso de tela y salió de la cabaña sin más.

Harry miró al alfa con una ceja alzada, mientras este último alzaba las manos en señal de paz.

- Juro que fue un accidente, además, solo fue una vez - se defendió, haciendo reír al rizado mientras negaba con la cabeza.

- Sigues siendo todo un caso - se burló.

- ¿Eso crees?

Harry conocía esa mirada, la recordaba a la perfección. En menos de un segundo trató de correr pero Louis no le permitió dar ni un paso cuando lo sostuvo por la cintura y, con delicadeza, lo tumbó en el sillón para hacerle cosquillas.

- ¡Louis basta! - dijo entre risas el ojiverde, soltando pequeñas patadas al aire.

- Aún no es suficiente - continuó con su trabajo.

Entre risas y súplicas, Harry por fin pudo escabullirse de sus brazos, corriendo en cuanto tuvo la oportunidad. Él era más rápido que el alfa, así que lo dejó atrás mientras el corría a la salida.

Cuando el ojiazul cruzó la salida por donde hace tan solo unos segundos había pasado el omega, recibió el impacto de una bola de nieve justo en el rostro, seguido de una carcajada de parte del rizado.

- ¡Debiste haber visto tu rostro! - dijo entre risas, sosteniéndose el estómago a causa de esta.

Ese momento no le duró mucho cuando una bola de nieve igual a la que él había lanzado lo impactó directo en el pecho, haciendo que su risa se detuviera y fuera el turno de Louis para reír.

Fue así como comenzaron una guerra de bolas de nieve. Se escondían detrás de los árboles mientras preparaban sus municiones y disparaban sin rumbo fijo hacia donde se encontraba su contrincante.

Fue un momento lleno de risas y alegría. Parecían dos pequeños niños disfrutando de la compañía del otro.

Estaban recuperando el tiempo perdido.

- Me rindo - Harry alzó las manos en señal de paz cuando ya se sentía agotado.

- ¡Y el ganador es Louis Tomlinson! - celebró el alfa mientras salía de su escondite.

OMEGA // Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora