Capítulo extra: Navidad

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Bajo el muérdago, siempre tu y yo.

Narrador:
Diciembre 1998.

Clary depósito un beso en la mejilla de Charles.

Este le dio una nalgada.

La rubia se la devolvió.

Mark rio sin saber por qué sus papás se daban palmadas en el trasero, pero al niño de tres años le pareció divertido.

Tessa vio a Eric salir de su oficina, apretó los puños algo nerviosa y avanzó hacia él, quería preguntarle si esta navidad estaría junto con ella y sus hijos.

Lo detuvo antes de que se marchara, su esposo lo propinó una mirada fría a ella y a la niña que gateaba a sus pies.

—¿A dónde vas?— se atrevió a preguntar la pelinegra.

—¿Acaso debo darte explicaciones?— respondió tajante y altanero.

—No, querido... solo quería saber si estarías conmigo y con los niños esta noche.

—Tengo cosas mejores que hacer que estar con esos mocosos.

—¿Cómo qué?

—Como follar a varias putas que seguro harán lo que tú no.

Tessa agachó el rostro humillada, era muy consiente de las infidelidades de Eric, pero no podía reprochar o él la castigaría.

—¡Papá!— Evangeline se metió la mano en la boca y sonrió al ver a su padre, los ojos verdes melosos de la niña brillaban como dos estrellas hermosas, Eric blanqueó la mirada y salió de su mansión, dejando a Evangeline confundida y a su madre herida— Mamá...

—Ven, nena, creo que iremos donde los Holland de nuevo.

—¡Mark!— se dejó caer de espaldas y rodó en la alfombra, a ella le encantaba ver a su amiguito Mark.

—¡Evangeline!— Mark comenzó a saltar en la cama de sus padres cuando Charles le dio la noticia que su amiga vendría esta noche. El niño comenzó a reír risueño hasta que sus mejillas regordetas enrojecieron, ya quería ver a Evangeline, pasarían toda la noche comiendo galletas y tomando chocolate caliente.

—Qué felicidad ¿No?

—¡Siiii!

—Pero supongo que no podrás verla— se detuvo y frunció el ceño.

—¿Po qué?

—Porque a Evangeline no le gustan los niños que no se bañan y tú...— Mark se quitó la camisa a la velocidad de la luz y la lanzó hacia atrás, saltó hacia su padre y se colgó de su cuerpo.

—¡¡¡BÁÑAME!!!— le exigió entre gritos de desesperación con miedo de que Evangeline no quisiera estar con él gracias a que se encontraba sucio.

—Pero dijiste que no querías...

—¡¡¡BÁÑAMEEEEEEE!!!

Tessa terminó de peinar el corto cabello de su hija, Hans dormía boca arriba en la enorme cama de sus padres, era lo único que hacía.

La reina de las constelaciones (completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora